La era del Rock

Musical de bajo perfil, donde ni la selección musical, ni la historia, ni los personajes dejan huella en el espectador. Una mera excusa para ver a caras conocidas chapurrear algunos éxitos del rock (no todos lo son) de los 80. Resulta curioso ver a un Tom Cruise disfrazado de Axl Rose, tratando de chupar plano en un papel que se le supone secundario.
La historia, simplona y folletinesca como ella sola, ni tiene interés ni emoción, ni siquiera mala uva.
Lo mejor, el número musical de Catherine Zeta-Jones. El resto, muy aburrido.

Como la chaqueta que le ponen al melifluo protagonista, mamarracha, con sobredosis de colorines.
Como rubias y de ojos claros son las chicas; tan guapas como blancas y pánfilas.
Como el sexo de ese Dios de pacotilla, patético, encarnado por un Cruise grotesco; sin sexo, solo tristes lametones y dos o tres empujones.
Como Giamatti, sin pelo.
Como el dúo cómico del garito, sin humor.
Como la Zeta y el Cranston, sin... necesidad (¿por qué?).
Y todos reunidos en una comunión de animadoras de un instituto californiano de los añorados ochenta; con globos de colores y algodón de azúcar, rosa.
Blandita, roma, cursi y repipi. Infantil y simplona. Disney.
No sé si el Rock murió, lo mataron, resucitó finalmente o nunca muere; lo que sí tengo claro es que esto ha sido un alevoso intento de homicidio en primer grado; punible, muy denunciable.
Nos quedamos con algún hit inevitable, con lo poco que le dejan cantar a Mary J. Blige y con el mono loco (lo confieso, yo también tengo lo mío, el ¿chiste? del "eh, tío" me hizo medio reír un par de veces).
¿Y contamos de qué va? No, mejor cuando hagan el musical... Perdón, me dicen que ya lo hicieron.

Sencillamente perfecta.

Divertida, contundente, dinámica,emocionante...deliciosa.

Partiendo de lo que puede parecer una historia sencilla, la película empieza esperanzadora y acaba siendo una de las joyas del cine musical.

Versiones muy cuidadas con lo mejor del repertorio de rock americano.Actuaciones portentosas....Cruise(que borda un papel nada fácil), Hough(un diamante), Boneta....sonido perfecto y estremecedor y visualmente exquisita.
A destacar...todo.pero por citar algunos momentos, ese Wanted dead or alive de Bon Jovi o el Don´t stop believe in de Journey.

Esta es una de esas películas "que te hacen querer vivir para siempre".

No soy muy afecto a las películas musicales, de hecho me resultan muy cursis y suelo sentir verguenza ajena cuando miro alguna, pero ésta película es una excepción. Me he reido mucho con algunas escenas y me ha encantado ver al polifacético Tom Cruise que siempre me sorprende con su talento. De hecho he visto la película varias veces, y siempre llego al final con el sabor de haber pasado un momento agradable. No soy muy entendido en rock, quizá por eso no entiendo las críticas lapidarias que ha recibido esta excelente comedia musical.

Soy aficionado a los musicales y estoy comenzando una aficion al rock y al metal. De lo primero hay muchos elementos en esta película, de lo segundo apenas un misero guiño.
En cuanto a los elementos de musical, un argumento no muy complejo, que aunque no sea sinónimo de simple, aquí sí lo es. Situaciones inverosímiles hasta decir basta, tanto que no podía evitar reírme (muy a pesar, rompiendo la regla sagrada del silencio en el cine, pero la leche, que falsas quedan esas tomas).
Lo esencial del musical, las canciones. La gran mayoria baladas, que en boca de los actores/cantantes pierden esa esencia rockera, y se quedan en "no aptas para diabeticos". Aparte, hay alguna bien conseguida, como la actuación del Tom Cruise, o la canción de la manifestación al final de la peli.
Lo bueno: Stacee Jaxx (Cruise), la estrella, excéntrica, inmadura. Sus canciones (dos), su macaco. Algún gag del personaje de Russel Brand. Paul Giamatti, que ya podrian haberle dado alguna canción a él y quitarle al dúo protagonista...
Lo malo: el susodicho dúo. Qué sosos, hostia. Recién salidos de High School Musical, ofrecen este sucedáneo de rock que son las canciones que les han tocado, y ni mucho menos tienen carisma. Los diálogos con los que llenan el tiempo entre canción y canción. Las susodichas situaciones, y las reacciones de los personajes. La coreografía de la única canción de Zeta-Jones, de risa.
Film veraniego, entretiene lo suyo, y como evasión del mundo sirve. Como tributo al rock, no.
5