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El médico alemán

Drama. Thriller En el verano de 1960, en la desolada región de la Patagonia, un médico alemán (Alex Brendemühl) conoce a una familia argentina y se une a ellos para seguir la ruta del desierto en caravana. La familia hace renacer en él todas sus obsesiones por la pureza y la perfección. En especial Lilith, una niña casi adolescente con un cuerpo demasiado pequeño para su edad. La fascinación es mutua; en pleno despertar sexual, Lilith siente una ... [+]
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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
19 de febrero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercera película de la elogiada cineasta argentina. Si bien Lucía Puenzo habia recibido cierto caida y desgano por "El Niño Pez", (la cual compartí en cierto punto) con Wakolda vuelve a elevar su nivel, con una historia llena de misterio e intriga.

En primer lugar, Lucia vuelve con el tema relacionado al despertar sexual, no en vano en su ópera prima toco el tema de la androginia, seguido de una pareja de lesbianas. En esta ocasión, una puber de 12 años que tiene un problema de crecimiento, a la cual un doctor alemán llegado a Argentina, se une en la historia. Aquí se desarrollarán un interés por parte de la pre-adolescente con este señor, la cuál nos desvelará a un terrible y esperado final, era Joseph Mengele, doctor nazi que hacía terribles pruebas con animales , niños y adultos judíos durante el holocausto.

Nuevamente acompañada de una fotografía impresionante: Los Andes Argentinos, sus paisajes y cada espacio que se desarrolla el argumento es pieza fundamental. Las actuaciones claramente resaltables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Rinoceronte 123
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24 de febrero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brendemühl es la viva imagen de la persuasión y la atracción para su propio beneficio.

Cuenta una historia pocas veces contada y transmite muy bien la incertidumbre, el no saber con quien se trata y la confianza en extraños que sale mal.

Una historia dura en un pueblo, el argentino, que dio cobijo al nazismo cuando todo había acabado en Europa.

Interesante, muy interesante, con actuaciones muy buenas.
IndieBallad
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12 de abril de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada mundialmente en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, esta tercera película de Lucía Puenzo, hija de Luis Puenzo, el director de una de las cintas más emblemáticas del cine argentino -"La historia oficial", ganadora del Oscar y el Globo de Oro-, ha sido elogiada en distintos certámenes y fue seleccionada por Argentina para postular al Oscar como mejor película extranjera.

Contando como espléndido marco visual con la belleza de los parajes de Bariloche y una lograda ambientación de los años 60, la historia se centra en una familia que llega a la zona para reabrir una antigua hostería, y ahí conoce a un amable y misterioso doctor alemán que entabla una particular relación con Lilith, la hija del medio, mientras poco a poco los padres de ésta comenzarán a sospechar que el médico oculta algún secreto. Basada en la novela homónima escrita por la propia cineasta en 2010, "Wakolda" posee más de un punto en común con otra anterior cinta suya, "XXY", otro drama que exploraba en el despertar sentimental juvenil abordando un tema delicado y complejo y la interacción entre los adolescentes y los adultos, además que de cierta manera también incluía una mirada a los secretos y las identidades escondidas bajo la superficie.

Las relaciones familiares incluyendo a alguien que es diferente al resto, el proceso en el que los niños y adolescentes crecen y experimentan sensaciones nuevas y deben aprender a aceptarse a sí mismos, la vida en una pequeña localidad que a ratos parece una especie de colonia de la Alemania nazi, las analogías entre la fabricación artesanal de muñecas y la manipulación genética: son varios los temas que Puenzo trata de abarcar a la vez, y en una hora y media de película es inevitable que finalmente no logre desarrollar ni profundizar demasiado en ninguno, ya sea por el guión mismo o por la puesta en escena. Todo parte muy bien en la película, hay una intriga palpable y se percibe una atmósfera enrarecida en ese Bariloche tan germano y estricto en el que la sombra del nazismo parece acechar en cada rincón contrastando con los bucólicos paisajes, pero por el camino el ritmo se hace más monótono, la historia se siente plana, superficial y algo lánguida y el suspenso se diluye para reaparecer recién hacia el final.

Ni siquiera ayudan mucho las actuaciones: la niña Florencia Bado tiene un look muy adecuado a su rol, pero su interpretación es irregular y no convence del todo, mientras sus padres, encarnados por Diego Peretti y la cantante y actriz Natalia Oreiro, tampoco consiguen el tono preciso. Quien sí destaca como el enigmático doctor es el catalán Alex Brendemühl, quien logra equilibrar la cordialidad del personaje con los matices que permiten inferir que podría ocultar más de un misterio.
Lawrence
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5 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucía Puenzo es una de las directoras más valientes, arriesgadas, incómodas y fascinantes que trabajan ahora mismo en el planeta (a las pruebas de “XXY” o “El niño pez” me remito). Toda película que venga firmada por ella debe captar nuestra atención e interés en verla de inmediato. “El médico alemán (Wakolda)” es una película tan perfecta como arriesgada, tan interesante como funambulista, tan bella como aterradora, tan valiente como extraordinaria.

Sólo Lucía Puenzo es capaz de narrarnos de una forma ambigua y fascinante la relación muy especial entre un Mengele escondido de sus perseguidores israelíes en un lugar recóndito de la Patagonia y una niña de 12 años bajita, a la que le cuesta crecer y que su cuerpo se desarrolle y que encuentra en el médico a algo más que un amigo dispuesto a someterla a un tratamiento para que se desarrolle.

Hay que ser muy valiente para contar una historia así, que funcione, que atrape, que enganche. Y Lucía Puenzo lo logra cum laude. La película navega entre la fascinación y el horror, entre el romanticismo y el espanto, entre desear que lo encuentren y no querer tocar esa extraña historia entre ambos protagonistas. Por eso la película me parece una absoluta obra maestra capaz de conmocionar a cualquiera planteando tan incómoda equidistancia.
Una película que sería imposible sin la capacidad narrativa de Puenzo y, sin duda, sin el festival interpretativo de sus dos protagonistas: un Alex Brendemülh excelso en su composición ambigua del médico nazi y, sobre todo y por encima de todo, de una Florencia Bado totalmente hipnótica. Con su escasa edad, la actriz logra una cota interpretativa de profundidad y complejidad adquirida para su personaje absolutamente extraterrestre. Florencia Bado es un fenómeno de la interpretación y, si sigue por ese mismo sendero, oiremos hablar mucho y bien de ella en el futuro. Ella sostiene en su mirada limpia y desprejuiciada un océano de sensaciones y sentimientos distintos ante la cámara, de esos que son difíciles de olvidar, como la película.

Y, entre ambos, la Patagonia como otro personaje más, ese territorio fascinante que llena de ansias mis ganas de viajar y de buen cine al mundo, porque son ya muchas las historias eternas que se han contado desde la Patagonia. Una película sinceramente imprescindible.
Sergio Berbel
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5 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesantísima película argentina, de Lucia Puenzo, donde vuelve a trabajar con niños como protagonistas.
La historia, basada en hechos reales, retrata a Mengele por el sur argentino en 1960, camuflado entre otros alemanes, hospedado en la hostería de una familia en la cual las mujeres captan su interés debido a sus pensamientos clínicos/cínicos.
La tensión se genera bien avanzado el relato, el choque entre la visión de la niña y de Mengele, el entorno de la sociedad y la frialdad con que se habla genera escalofríos en la mente del espectador. Nadie podía imaginarse quién era ese señor alemán.
El trabajo de los actores es muy bueno, destacándose Àlex Brendemühl y Florencia Bado.
Hay un gran trabajo en la conversación entre el español y el alemán, utilizando la lengua como arma de dominio
La dirección plantea una narración lineal, donde la niña es la narradora, basándose en un guion sólido. El montaje es clásico.
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Nacho Lopez
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