Humanoid Defender (TV)

Aunque cuando nos hablan de androides o robots, pensamos indefectiblemente en "Terminator" (1984), en cine y sobretodo en TV ya hubo extraños y artificiales acompañantes de aventuras, creados en un laboratorio y que, posiblemente, establecieron las bases para filmes más famosos como "Robocop" o "Soldado Universal". En 1976 se estrenó "Holmes y yoyo" una serie en la que un robot acompañaba a un policía a resolver casos." Automan" (1983-84) era una serie sobre una entidad cibernética virtual que adoptaba forma humana y ayudaba al protagonista. "Proyecto Androide" o "The Questor Tapes" (1974) fue un telefilme piloto, sin éxito, de Gene Roddenberry, con un androide extremadamente humano. "The steel collar man"(1985) fue un episodio-piloto, sin suerte, sobre un androide que escapaba del laboratorio porque iba a ser destruido y buscaba su lugar en el mundo, ayudando al prójimo y aprendiendo sobre la humanidad. Y como estos, muchos más.

Y llegamos a "Humanoid defender", cuya carátula espantosa nos recuerda a los Vigilantes de la playa o una fiesta gay en Eivissa y que trata de un clon creado por los militares para el combate y que, por su humanidad, debe escapar con su creador, ya que va a ser destruido. Muy parecida a las anteriores. El clon debe aprender a ser humano, a entenderlos, a amarlos. Sufrirá pérdidas y también alegrías. Al ser un clon de combate, tenemos asegurada la acción, al ejercer de mercenario para buenas causas, algo así como un Equipo A en miniatura. No en vano el director de la cinta fue director de episodios del Equipo A. Estamos ante, posiblemente, un episodio-piloto fallido, para una serie de TV. Caras conocidas de aquellos años en la TV, y un protagonista- Gary Kasper- guaperas, cachas y que no lo hace demasiado mal. Y lo dicho, bastante acción, tecnología y pistolitas de fantasía, militares malos, y al inolvidable Michael Preston (el "Papagayo" de "Mad Max II") como el malo al que enfrentarse. Y de regalo, como motorista gilipo****, al hermano de Patrick Swayze.

Entretenida. Muy ochentera.