Funny Cow

No es entretenida, es... rara, y tampoco estoy muy seguro que esa misma rareza sea algo mejor o peor. Carente de textura y matices. Carente de impulso narrativo.

Un desierto de arenas ardientes. Con un humor chapucero, que su protagonista intenta levantar a través de su talento ¿Lo consigue? No, pero el intento resulta loable.

Me extraña bastante la poca cantidad de gente que ha visto esta película que no es magnífica pero que está realizada de una manera muy solvente e interpretada genialmente.

El argumento gira alrededor de una mujer que quiere llegar al mundo del espectáculo de la comedia saliendo desde su deprimente barriada inglesa. Esta contado de tal manera que parece un biopic de un personaje real pero no he encontrado en ningún sitio una confirmación de esto. Como comedia no vale un pimiento, sólo tiene una escena graciosa, eso si muy graciosa, cuando le toca estrenarse en el mundo de la comedia pero el resto de la película es la clásica historia de alguien que tiene talento viviendo en un mundo deprimente rodeado de gente que no confía en absoluta que puedas lograr tu propósito.

Tengo la impresión de que si se hubiese optado más centrarse en el humor provocado de la protagonista y menos en su vida deprimente se habría conseguido una película cojonuda.

Resulta muy estimulante que en estos tiempos en que el humor negro es atacado por bienpensantes y otros hipócritas, se haya rodado esta interesante y estimable película sobre una mujer de vida difícil e infeliz que deviene monologuista y utiliza sus frustraciones y traumas para hacer reír en sus espectáculos. Película agridulce, merece simpatía por apuntar al humor como elemento de resiliencia. La protagonista es la chispeante Maxine Peake, no muy conocida en España pero sí en el Reino Unido, donde goza de prestigio y popularidad.