Max Manus

Arranca contándonos durante el comienzo de los títulos de crédito el ascenso de Hitler al poder, el inicio de la II guerra mundial y terminan estos en pleno campo de batalla finlandés donde conocemos a Max Manus, un voluntario noruego que esta luchando contra los alemanes.
A partir de aquí y hasta el final de la guerra se nos muestra de forma veraz y cuasi documental los lugares por los que paso Manus (inicios en la propaganda, adiestramiento en Escocia y finalmente experto saboteador) y las acciones de sabotaje que llevo a cabo junto a ese grupo de jóvenes de los que termino siendo líder (recién salidos de la adolescencia prácticamente) y valientes patriotas con los que además de objetivo le unía una fuerte amistad.
Como documento histórico tiene un indudable interés, los actores desempeñan un buen trabajo (valientes muchachos comportándose entre ellos como los chavales que son y aceptando con fatalidad y en algunos casos evidente dolor las inevitables perdidas consecuentes de las acciones contra las fuerzas de ocupación), las escenas de sabotajes y demás están rodadas con espectacularidad (se habla de más de 1000 extras) sin abusar de los efectos especiales, cosa que se agradece y en cierto modo hace más veraz la historia, y finalmente, como película bélica a pesar de no resultar tan espectacular y truculenta como la última película de referencia en cuanto a producción europea con la resistencia como eje, “El libro negro 2006” de Paul Verhoeven, resulta más que digna y entretenida (quizá a causa de que los hechos relatados son reales y que estamos hablando de sabotajes y acciones aisladas, no de grandes batallas) aderezada con un conveniente (no se si tan real como los hechos demostrables) toque romántico.
Parece ser que como es comprensible dado lo que cuenta y como lo cuenta, durante su primera semana de exhibición en Noruega batió todos los registros en cuanto a entrada y taquilla (en una población de aproximadamente 4 millones y medio de habitantes se vendieron 184.288 entradas), estando además de acuerdo critica y publico (probablemente de haber nacido noruego la hubiera calificado con un 7 o un 8 sin cortarme).

No es “Max Manus” un peliculón de los que quitan el hipo, pero sí un filme bastante correcto en sus formas, digno y entretenido. Siempre se agradece un producto basado en hechos reales, ya que se nos cuenta un pedacito de historia. En este caso son las andanzas de Max Manus, interpretado por Aksel Hennie, el líder de la resistencia noruega durante la Segunda Guerra Mundial.

Quiero dejar claro de antemano que esta cinta está bien contada, bien filmada y con unas interpretaciones correctas en su gran mayoría. La puesta en escena y la ambientación de la película no tienen nada que envidiarle a un producto hollywoodiense. Se nota que es una superproducción y que se han gastado una pasta al hacerla (se recrean las calles, el puerto y las ciudades con muchísimo esmero en los detalles para que la ambientación histórica sea creíble y no parezca cutre en ningún momento). De igual modo, posee una buena fotografía y las pocas escenas de acción que tiene están bien filmadas (en especial destaco la atractiva secuencia de la emboscada en la cafetería).

Quizás se le pueda criticar la poca importancia que tienen el resto de personajes aparte del protagonista, los cuales apenas están perfilados, pero claro también se puede atribuir esto a que han querido que el peso de la historia recaiga sobre Max Manus. Al fin y al cabo esta es una película para contar la vida y la personalidad de este héroe noruego de la guerra. No obstante, y vuelvo a repetirlo, el resto de personajes no son más que meras comparsas secundarias en esta historia. Es una lástima porque hay alguno que otro que podría haber dado mucho más jugo como, por ejemplo, el mandamás nazi o la novia de Max Manus.

Otro factor en su contra es la sensación de saturación que producen las películas de este género. Un servidor ya está hasta el gorro de la Gestapo, los nazis, las SS y los tejemanejes de la resistencia con sus típicas traiciones, torturas, espionajes y sabotajes. Ya hay una infinidad de películas sobre la Segunda Guerra Mundial con un formato tradicional como el de “Max Manus”. Así pues, puede que pienses que ya has visto antes 200.000 películas como esta. Y ojo que no estoy criticando sólo a esta cinta en particular por falta de originalidad o aburrimiento, sino a todas las de este género, que últimamente saltan a la palestra, por la antes mencionada sensación de saturación.

Y poco más voy a añadir, si te gustan las películas de esta temática pues te la recomiendo porque no está mal. Por el contrario, si ya estás un poco cansado de ver productos de este tipo te aconsejo que te lo pienses porque este filme no ofrece nada nuevo bajo el sol, simplemente es más de lo mismo, aunque eso sí, bien hecho y bien contado.

Que puedan seguir haciéndose films sobre la segunda guerra mundial, no es fácil. En este caso se hace posible porque en el se relata el derrotero de un grupo de jóvenes noruegos que, organizados como resistencia clandestina, van acometiendo sucesivas acciones a lo largo de los años. Y entre ellos, el héroe máximo, protagonista de la película.
Max Manus es históricamente informativa y cinematográficamente buena, impecable en lo técnico y quizás algo endeble en lo actoral - por momentos, más que como miembros de un comando de rudos vikingos, algunos de los protagonistas muestran rasgos de grupo de gimnasio gay -.
La recomiendo, ya que además tiene buen guión y es - tanto como dramática y con parte de los componentes propios del género - bien llevadera.

Mi título ya puntúa parte de la cinta. Poco sabemos de la Resistencia Noruega a diferencia de los salmos que se han dicho y hecho sobre la Resistencia francesa. Esta historia, basada en hechos reales parece eso: realidad. Los actores desarrollan su papel con aseo y el protagonista Hennie borda el suyo (Manus). La paradoja de la vida durante la guerra y la de después, al término de la película son brillantes. La acción está muy realisticamente llevada a los planos de forma que se hace compartir por el espectador. Además, algo de Historia que, al menos, yo no sabía. Muy aceptable película

Las películas sobre la segunda guerra mundial se han quedado ya anticuadas. Sólo interesa hacer una nueva si es que se va a decir algo nuevo, o se va a enfocar de una manera distinta, o se van a utilizar técnicas fílmicas más novedosas.

Pero en esta película sólo se ve lo que ya nos han contado muchas veces sobre los equipos de resistencia ante los nazis, aunque la acción transcurra en Noruega en lugar de en Francia.

Si acaso, destacar que en esta película no nos presentan a los alemanes como tontos, sino como enemigos normales y corrientes.