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Cuatro años más

Comedia David Holst, líder de uno de los partidos políticos suecos, es uno de los políticos más populares de Suecia; es guapo, divertido, popular y se postula como el próximo Primer Ministro del país. Pero lo que al principio parece ser una victoria fácil se convierte en una derrota humillante cuando otro partido gana las elecciones. Además la vida de David se complica porque se enamora. Y el problema no es que ya esté casado, sino que se ... [+]
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
8 de junio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es posible un presidente del gobierno homosexual en un país como Suecia cuya infrastructura legal garantiza las libertades y los derechos de gays y lesbianas? Ya tenemos el caso de un presidente negro, y Europa en lo económico está bajo los hilos de una mujer. Porque, recordemos, una normalización no solo requiere de un proceso legislativo sino de un profundo cambio social.

Fyra år till nos acerca la vida de David Holst, líder del Partido Liberal Sueco de ideología de centroderecha que contra todo pronóstico pierde las elecciones. Desanimado al verse cuatro años en el ostracismo, o lo que es lo mismo, en el sillón de la oposición, David deja el peso de su actividad política en su mujer, su principal asesora y mánager. Pero David está desanimado, vive en una constante vorágine de reuniones, viajes, mítines, discursos, ruedas de prensa y plenos. Trabaja para la ciudadanía, pero por el camino se olvidó ser un hombre, un ciudadano más. Por eso al coincidir con Martin, candidato a secretario del Partido Socialista, David intuirá otra vida posible, más espontánea, lejos de la falsedad de su matrimonio y afín a su verdadera y reprimida orientación sexual.

La de David es una doble salida del armario, porque él está casado con la política y sus escarceos con uno de los nombres clave del partido contrario es la máxima infidelidad posible. Martin vive abiertamente su homosexualidad, y David lleva veinte años autoimponiéndose la política del autocontrol. Una premisa que da para mucho: Fyra år till reflexiona sobre las dificultades de conciliar compañero de cama con los colores políticos, proponiendo una comedia política muy original que en su tramo final sucumbe a la trama romántica de manual. Una premisa que en la actual debacle económica resulta interesantísima al demostrar que una comedia política es posible, eso sin ofrecer una imagen complaciente ni hiriente de quienes nos gobiernan.

En la película Martin llega a ser el secretario de su partido sin esconder su homosexualidad, mientras que el film 'castiga' a David por su silencio. Esa es la gran moraleja de la cinta. Fyra år till viene a decirnos que ese hipotético presidente homosexual es posible, que tarde o temprano será un hecho acorde con la realidad social. Aunque la política de la calle y la de los despachos parezca discurrir por caminos diferentes. Aunque el camino será duro, uno de los pocos pasos que quedan hacia la total normalización. Un mensaje positivo que además nos regala algunas escenas divertidas y dos grandes interpretaciones.

Cinoscar & Rarities, Xavier Vidal
Xavier Vidal
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27 de febrero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una comedia y, por lo tanto, se ve con una sonrisa de complacencia, pero como se está hablando de homosexualidad, de política, de matrimonio, de familia, y de todos esos temas que le interesan al espectador, este no deja en ningún momento de pensar sobre estos temas. Y que el cine te haga pensar, mientras lo pasas bien, es un gran logro. Está muy bien realizada y se nota que se ha invertido dinero en su realización, empezando por los actores que son del todo creíbles. Después está el espacio que se diversifica en apartamentos, campo, bares, reuniones políticas, casas familiares, y hasta se llega a Hungría. Todo esto hace que la película adquiera un ritmo muy apropiado para la comedia, y que los diálogos, importantes aquí, estén muy bien incrustados cinematográficamente. Y no hay vulgaridad, esa maldita vulgaridad que se empeñan en poner en la mayoría de las comedias de temática gay. Y llega el final y ves que no te han engañado, que rea lo que se suponía y lo que tu deseabas como final, que para eso has estado sonriendo durante toda la película.
Del Mar
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