28 días

Ante todo lo primero que me gustaría decir es que "28 días" es una película más interesante y moderadamente entretenida de lo que los espectadores podríamos sospechar a simple vista, creo firmemente que está infravalorada tanto por el público como por la prensa especializada.

La historia nos presenta a Gwen Cummings, una escritora de éxito que tiene un problema con el alcohol pero ella no lo sabe ni lo quiere saber. En una de esas borracheras tiene un accidente de tráfico que la lleva a ser condenada a ingresar en un centro de rehabilitación durante el periodo de tiempo que da título a la cinta. Una vez allí podemos observar como se van desarrollando los acontecimientos con perfecta lógica y personalidad narrativa y visual, viendo como el personaje principal va pasando por todas las etapas necesarias para superar su adicción.

La cinta contiene escenas dramáticas, divertidas y románticas, además tiene un elemento destacable que son las entrevistas que hacen directamente a cámara algunos de los personajes del centro por sus diálogos realmente extraños. Si bien es cierto que no es la película definitiva sobre el alcohol ya que puede no profundice lo suficiente ni se lo tome demasiado en serio, pero si uno atiende verá que el drama pesa bastante y que hay detalles a tener en cuenta.

Las interpretaciones del reparto de campanillas entre los que encontramos a Viggo Mortensen, Steve Buscemi o Dominic West son correctas, sin olvidar a su intérprete principal, Sandra Bullock, que demuestra nuevamente que es una buena actriz -por aquella época no recibía el crédito que merecía- ya que construye un personaje verosímil, cercano y cargado de matices. Créeme, no es tan mala como te han dicho.

28 días, película que pusieron el TV regional un domingo a la hora de la siesta. Hasta aquí normal. Me dispuse a verla tranquilamente tumbado en el sofá, con Morfeo a mi vera, como se debe ver una película en TV un domingo por la tarde.

Sandra tan Sandra como siempre, el partener de Sandra, al uso como debe ser. La película empieza como deben empezar estas películas: las risas, los besos, las prisas, las carreras, el taxi, todo normal, con Morfeo a mi lado, la película puede ser fantástica para cabecear el sofá.

Dormité, descansé, pero algo me despertó de mi letargo al ver a esa “niña bien” afectada por el alcohol, vi su comportamiento en sociedad, advertí su ceguera para con su entorno, y percibí su irresponsabilidad, joder no está mal planteado este estado de alcoholismo burgués, sustentado en la tarjeta visa y en la conquista del hedonismo a corto plazo, ya lo conozco y no me parece mal exteriorizado: parece que la película puede dar de sí.

Aparté a Morfeo, y con interés advertí como retrataban a estos borrachos light. Sinceramente no es un tratado sobre el alcoholismo incipiente y de buena familia, pero creo francamente que estaba bien captado, exponiendo de forma adecuada, por ejemplo, la debilidad de la mujer para con su entorno y para consigo misma, como perder todo por un buen rato-trago, cómo esta mujer, inmersa en su debilidad, es manejada por personas de su entorno (entre otros el novio, o el que la quiere poseer), todo ello verdad.

La película, no daba para más, metieron algo de infancia borrascosa, novio hedonista gurú-perdido, el amante borracho-sabio (un Viggo Mortensen, venido a menos), pero bueno lo que era una película somnífera al menos desató mi curiosidad por ver como plasma este problema del hedonismo pasado de raya, tan típico de la sociedad de consumo actual. Pena que la película no diera para más, pequeños toques, pequeñas pinceladas, al final el tema se tenía que cerrar hollywoodiensemente bien: con la esperanza de poder recuperarte en un bonito hotel-sanatorio en 28 días: ¡Que fonito, pero que irreal!

Para los interesados: Morfeo no se despertó.

Pues si un 8, un notable alto para la niña, porque me gusta mucho el papel que interpreta aquí la Bullock, alejada ya de los típicos de pavita o simplona a los que nos ha tenido normalmente acostumbrados.

Y es que hay que reconocer que ésta - ya mujerona- actriz ha sido como el buen vino, mejorando con la madurez, como demuestra muy bien en La Proposición, y supongo que en la peli que le dieron el óscar, aunque esa no la he visto aún, pero por algo será el premio.
Quizá también me gusta porque de alguna manera me he visto reflejado en ella, aunque no llegando a tanto, en las épocas más gamberras de mi vida, un tanto o bastante fuera de control.

Y es que como vemos, se demuestra lo que siempre he pensado: no se necesitan grandes efectos especiales ni excelentes tesis doctorales para hacer una buena película, entretenida, y demostrativa en éste caso, del peligro del alcohol, o de cualquier otro tipo de droga. Cómo se acojona la tía cuando empieza a temblar con el monazo...

Yo echo de menos en el cine español argumentos así, que aunque puedan ser sencillos no traten hasta la saciedad de la manida posguerra por enésima vez, ni del dichoso tito Paco, ni de transiciones infinitas, ni de otras aburridas cutreces a la española (para eso prefiero una americanada , la verdad).
Y es que tampoco hace falta tener tanta imaginación para contar con un guión y una dirección como éstos, tan directos, sencillos, rápidos, y con mucha moraleja: si no sabes cuidar de ti mismo, no te compres una planta ni un animal, primero empieza por ti.

Una película con aires de telefilme, que pretende hacernos saber lo malo que es el vicio, y lo dura que puede llegar a ser la rehabilitación.
Me recordó un poco a "When a man loves a woman" con Andy García, esta última mucho más dura y realista.
La verdad es que , ni la película resulta satisfactoria, ni el director consigue que nos tomemos este asunto totalmente en serio. Eso sí, tiene un reparto de lo más interesante ( exceptuando a Sandra Bullock, que debería limitarse a hacer comedias ligeras), pero claramente desaprovechado.
Mi conclusión: Si no tenéis nada interesante que hacer un Domingo por la tarde y la ponen por televisión, podéis sestearla. Irrelevante.

Discreta película que no está tan mal como a primera vista puede parecer, sin duda hay otras bastante más ridículas que ésta. Sandra Bullock no es santo de devoción de muchísima gente, pero no me parece una actriz tan nefasta, aquí está correcta sin más. Junto a ella un Viggo Mortensen en un papel más descafeinado de los que estamos a costumbrados a verle pero que a mí siempre me alegra la vista, Dominic West, actor al que descubrí en la última peli de la saga de Hannibal Lecte y posteriormente en 300 como el malo de la peli, está correcto, Steve Buscemi también se muestra en un papel lejos de las producciones en las que él suele estar metido y no puede desarrollarlo más, no es un personaje con relevancia dentro de la película, Elizabeth Perkins siempre está correcta, aunque aparezca pocos minutos y la joven Azura Skye como Andrea es la que me ha merecido más la pena y a la que tendré en cuenta en un futuro porque su actuación me ha parecido la más interesante del film. Es una película muy discreta, repito, no es una obra maestra, pero toca un tema importante como son las adicciones y los estragos que pueden causar a nuestras vidas y punto.