Categoría 7: El fin del mundo (Miniserie de TV)

Es la típica película que nos gustaría que echaran en la televisión la típica tarde de domingo (aunque es un poco larga). Es decir, mejor que la mayoría de la telebasura que ponen y, sin exigir que sea una gran película europea o hollywoodiense.... En fin, se han esforzado en pagar un par de caras conocidas, para pasar un buen rato. PASABLE

Al igual que su primera parte, el principal defecto son las muchas escenas prescindibles solo que ahora se amplían (¿lo de los chavales secuestrados era necesario?). Del reparto original solo repite un actor que era el más obsoleto de la anterior entrega, pero sin duda los peores personajes son los pastores Hall y ese su lacayo que hace que el albino Silas parezca un satanista.
El montaje es horrendo y la dirección muy mala (hay relentizaciones cada 5 segundos), solo salvan unos pocos efectos especiales y una que otra escena de acción.

Típica película que echan en la televisión una tarde de domingo en la sobremesa. No te vas encontrar con un producto que sea bueno, pero tampoco es malo del todo. Es un pelín mejor que la mayoría de la telebasura que ponen a esa hora. En fin, es para pasar un rato entretenido pero nada más.

La miniserie es la continuación de Huracán categoría 6. Lo peor de este filme es que muchas escenas sobran totalmente y te das cuenta de que es para aportar minutos de relleno al metraje de forma descarada . Del reparto original repiten muy pocos actores de la anterior entrega y algunos con sólo unos minutos de manera simbólica (como Janaya Stephens). Sin duda los peores personajes son el reverendo ese y sus lacayos. Esa parte debió de ser omitida porque le hace perder muchos puntos a la cinta.

Por el lado bueno, decir que tiene unos pocos efectos especiales atractivos y alguna que otra escena de acción decente. Y por supuesto que disfrutarás, igual que con Huracán categoría 6, viendo como mas de uno sale volando como Mary Poppins.

El mundo se viene abajo, a varias catástrofes sufridas en Estados Unidos ahora se expanden por Europa provocando el terror. Tommy Dixon (Randy Quaid) a pesar de su grave estado volverá a luchar contra la adversidad, para ello contará con la estimable ayuda de Faith (Shannen Doherty) quién desperdicia su talento tras la barra de un bar. Mientras, otras personas aprovechan el desconcierto para fines no demasiado altruistas, como los evangelistas televisivos Donny (James Brolin) y Penny (Swoosie Kurtz) o varios secuestradores que aprovechan el caos generalizado.

Dick Lowry realiza una dirección rutinaria que se ve afectada de unos movimientos de cámara que pretenden dar dinamismo a las situaciones pero que resultan excesivamente forzados y artificiales. Por otra parte tanto la fotografía como los efectos especiales (atendiendo al presupuesto) y el sonido (aunque resulta excesivo, nada nuevo por otra parte) son más que correctos.

La mayoría de las interpretaciones son más que correctas, Quaid parece sentirse a gusto con el personaje (no en vano es la segunda vez que lo interpreta), mientras que el resto del reparto, a pesar de que sus personajes no estén todo lo desarrollados que debieran (vamos como en cualquier película de catástrofes) en parte debido a la gran cantidad de historias con que cuenta la historia (muchas fácilmente desechables) no desentonan, a excepción del dolorosamente inexpresivo rostro de Gina Gershon. En fin, tan sólo reseñar que el mayor problema viene dado por su exageradísimo metraje, porque con una duración de aproximadamente la mitad hubiese quedado una telepelícula más que resultona.

Asombroso film lleno de acción y efectos especiales, aunque su dirección fue bastante pobre, es bastante aceptable como pieza de entretenimiento dominical cuando no hay nada más que ver. La película tuvo un presupuesto de $15 millones y recibió cinco nominaciones a diferentes premios en festivales de cine.

Los personajes son bien característicos de nuestra sociedad, un líder religioso buscón, funcionarios de gobierno de alto nivel con problemas de corrupción, terroristas que se aprovechan de la situación, una pareja de gamberros buscadores de ciclones y un affaire sentimental en la opinión pública.