El certificado

Una de las películas más raras de la historia del cine español. Como suele suceder con las rarezas españolas de esta época no hay apenas argumento en el que basarse y el espectador tiene que buscar en el aspecto visual lo que no le da la película en otros aspectos. Las situaciones que vemos en esta obra no tienen ningún significado concreto pero no obstante se consigue en esta segunda y penúltima película de Vicente Lluch desconcertar seriamente al espectador valiéndose de una estética particular en el tratamiento de la imagen que otorga a la película un sentido plástico que no deja indiferente y también a través de un manejo vacilante de la cámara que se traduce en una puesta en escena que resulta rebuscada más que descuidada. Hay algo de humor negro e interesantes primeros planos de ojos. En general se procura no desaprovechar ninguno de los elementos que componen cada fotograma pero esa mezcla de tendencias que propone sin llegar a definirse argumentalmente hacen que la obra resulte caótica en algunos momentos. En resumen es un film que a pesar de sus defectos ha podido despertar curiosidad. Nuria Espert se aleja aquí de sus habituales composiciones llenas de desgarro demostrando al igual que Adolfo Marsillach una elogiable flexibilidad artística en este tal vez demasiado peculiar film. Víctor Petit fue un actor que obtuvo en un momento dado popularidad por una serie televisiva sobre temas de tráfico y luego perdió esa popularidad. En la película hace un buen papel. No hubo suerte con esta interesante película en lo que a la acogida pública se refiere.

Genial, por su imaginación, desbordante talento técnico y creativo de todo el equipo, humor y pincelada de surrealismo, película. De ritmo perfecto, sin altibajos, divierte de principio a fin, además de resultar uno de los más duros, originales y feministas ataque por el flanco derecho a la dictadura, utilizando precisamente sus valores para con una agilidad y sutileza maravillosas, volverlos contra el mismo régimen como armas de destrucción masiva de su ideología. Espert, en cotas de diosa de la interpretación, combinado bises surrealista y cómico a lo Fellini, social a lo Antonioni y realista a lo Truffaut