Los primeros amigos

Suelo buscar las historias sencillas. Las pelis que no obtendrán nominaciones a los Oscars, que cuentan las cosas en un tono más bien modesto. Si uno repasa las ideas argumentales de Wide Awake, Shyamalan no podría apuntar más alto: habla de amor desinteresado, de pérdida, de Dios, de amistad, de madurar, e incluso - y profundamente - de la muerte. Su gran acierto es la elección de, precisamente, el tono. Todo lo cuenta como si nadie antes hubiera tratado esos temas; el niño-explorador y su cuaderno de viaje nos van poniendo al tanto de las preguntas que muchas mentes pensantes se han ido haciendo a lo largo de la historia. Y lo hace con humildad, con humor y con ternura. Con esa manera que tiene Shyamalan de dosificar la información, y de hablar con delicadeza de las personas que sufren, que necesitan un cambio.
Un buen amigo me comentó que esta preciosa película tenía un sólo defecto: la falta de un público concreto. Demasiado adulta para los crios, demasiado infantil para los adultos. Yo creo que las buenas historias no se miden en función del público, sino de la historia en sí. Crean su propio público, y aportan algo distinto. Los que disfrutamos con ellas, los que hemos visto "Mi vecino Totoro" o leído y disfrutado "El Señor de los anillos" no hacemos esas consideraciones. Simplemente las recordamos, como buenas historias que son, años y años después.
Por cierto que estaría bien poder encontrar títulos como éste en DVD un día de estos.

Debut de un Shyamalan que consigue hacer un film infantil de la Disney al mismo tiempo que profundamente personal.


La necesidad de creer en algo que tiene el ser humano y el maravilloso a la par que duro paso hacia la edad adulta en un film ameno a la par que muy bien dirigido.

Hay Shyamalan, la gente te odia, pero yo te amo. En tu segunda película creaste una historia que a simple vista parece una producción de Disney (con humor tonto, diálogos risibles y escenas clichés), llena de una profundidad acerca de la búsqueda de Dios.

Que no se engañen, esta es una cinta para toda la familia. Aunque peque de ser absurda en muchas escenas y diálogos, también en el humor y su horrible banda sonora, o que sea aburrida para la mayoría de la gente, si es una película buena. Aquí el protagonista que en un principio no cree en Dios se lo encuentra de una forma que a muchas personas se les ha olvidado. No lee ni relee la biblia, tampoco se hace mártir o le grita al cielo a ver si busca respuestas, sino que lo encuentra con sus acciones, con las señales y con su conciencia, que cada día se alimenta de las cosas nuevas que aprende cada día. En cada escena lo habitual y lo simple, con la visión correcta se convierte en una clave para buscar a Dios (aunque si se pasa a veces, pero démosle crédito, fueron sus primeros trabajos).

Película obligada a todo religioso, a todo fan de Shyamalan y a todos los fanáticos religiosos. Esta pelicula se parece un poco a Señales.

Original película del director de "Sexto sentido". Un niño, que ha perdido a su abuelo, necesita hablar sobre esa pérdida con Dios. En su búsqueda, conmovedora por su sincera y dolorosa determinación, tratará de confirmar si Dios realmente existe y si su abuelo está bien. Ante esto, sus padres, las monjas de su colegio y sus amigos intentan ayudarlo, pero es su misión personal. Muy acertado el casting y buenas interpretaciones.

¿Este director solo hace maravillas?
Lo que en principio puede parecer un melodrama del monton, se torna en una pelicula con una enorme profundidad en cada dialogo (posiblemente, la mas profunda de todas sus peliculas, al ser contada por un niño de 10 años que pierde a su amado abuelo).
En el apartado tecnico, sin novedad en el frente: Una dirección perfecta con unos planos geniales. La musica genial de Edmund Choi.
En el apartado artístico, pues igual. Sin novedad: Todos los actores estan sorprendentes (el chaval esta genial). (Graham Hess)