Otilia

Acerca de los problemas que entraña la adaptación del contenido de una novela (o de material de procedencia exclusivamente literaria) se han escrito (no pocas) tesis doctorales. Por supuesto van mucho más allá de señalar las dificultades meramente técnicas, aunque sea a partir de la superación de éstas de donde surja toda teorización posterior. Una vía empleada con excesiva frecuencia contempla la coincidencia con el texto de partida en la inclusión de un mismo inicio y un mismo desenlace. Por el medio suelen quedar matices y subtramas reducidas a la mínima expresión, en realidad como reflejo del problema que implica adaptar el tiempo de lectura de una novela al tiempo de visión de una película. El mayor riesgo es ahogar la historia con un ritmo descompensado, conseguir que, con la inclusión de todos los puntos de giro del texto original, se produzca una condensación de momentos "clave" que agobie la película y al espectador. En cierta manera de ese pie cojea "Otilia", una película que propone no pocas ideas interesantes que terminan siendo devoradas por el desarrollo de la historia.

De esta manera, la búsqueda de ese desenlace predefinido se lleva por delante la primacía que, en la historia, estaba logrando esa rebeldía (que no feminista, aunque se puedan rastrear en ella algunos rasgos que obedecerían a postulados feministas) encarnada en Otilia, una mujer marcada desde su nacimiento por ser la hija del terrateniente de un pueblo mexicano y con una mancha en la cara que la haría indeseable ante los ojos de la sociedad (más) machista del México rural de principios de siglo. Una vez se libera de su "función" para esa sociedad que la rechaza (tener hijos) tras ser contagiada por su marido de una enfermedad "de esas que contagian los hombres", Otilia se olvida de una familia castrante y de un matrimonio de conveniencia para investirse de una rebeldía hasta cierto punto adolescente que la lleva a enfrentarse a la hipocresía que sustenta una sociedad intolerable, agria y decadente.

Además, la carga de significado que una mancha en la cara de una mujer consigue la película de Dana Rotberg entronca excelentemente con todo ese retrato social efectuado basado en la representación.

Interesante y estimable en verdad, film mexicano dirigido por Dana Rotberg, quien también firma el guión acompañada por Jorge Goldenberg, que adaptan la novela de Sergio Galindo.
No está nada mal, consiguiendo premios en certámenes internacionales. Sin embargo no consigue mantener la calidad narrativa durante todo el metraje (algo menos de dos horas, cuando menos habría estado mejor).
Su primera parte, aquella donde conocemos a Otilia y demás personajes, está bien y gusta bastante. Aquí se hace un buen estudio psicológico de los personajes y los elementos principales de la obra son expuestos con claridad: el machismo imperante en la sociedad en aquellos años (y en México también hoy en día en general), los intereses bastardos de los seres humanos para medrar socialmente, la frustración sexual, el honor, el respeto....
Sin embargo, cuando aparece el personaje del prófugo de la Justicia, todo cambia, quizás abruptamente, existiendo un cambio en la mentalidad y personalidad de la protagonista, que no creo esté suficientemente explicado.

Las novelas latinas de principios de siglo están cortadas por el mismo patrón. Suelen ir de mujeres infelizmente casadas, o despechadas, con frecuencia obligadas por la familia a casarse con un pretendiente, que buscan un hombre más varonil y aventurero con el que darle alegría al cuerpo y del que se enamoran locamente, y que suelen terminar de forma trágica. Para mí, el máximo exponente del género es 'Crónica de una muerte anunciada' (que también fue llevado al cine, con Ornella Muti).

Gabriela Canudas hace un buen papel encarnando a una mujer de carácter. Es precisamente en el tema romántico donde no convence. Alberto Estrella y Álvaro Guerrero están geniales en sus papeles de discapacitado y de marido sufrido, respectivamente.

Lo que no tengo tan claro es la elección de Gabriela Canudas para el papel de Otilia. Incluso con la mancha en la cara, es una mujer muy hermosa, y con un cuerpo de infarto. Si a eso le sumamos que en la historia es hija única y el padre tiene hacienda, veo complicado que no le saliesen pretendientes a patadas.

También me ha gustado la elección de los escenarios. Ahora con tanto escenario digital, se ha perdido esa magia.

Sólo el final, que imagino que es fiel a la novela, pero que me parece precipitado, me ha dejado mal sabor de boca.