Bonsái

En palabras del propio director, la película se filmó cuando no estaba terminado el primer tratamiento del guión, el cual constaba de un total de 50 páginas, siendo bastante notorio esto en el resultado final.

Marcos le ofrece en venta unos locales de una nueva plaza comercial a Don Raúl, como parte del arreglo el señor le entrega un Plymouth negro como adelanto para formalizar el acuerdo, con la promesa de posteriormente hacer entrega de un cheque que complete la transacción.

Pero, ante la presión de una compañera, Marcos vende esos mismos locales a otro cliente, lo que provocará una violenta reacción del señor que pide su automóvil de regreso, algo imposible ya que Marcos y sus amigos lo han perdido en una noche de borrachera.

El primero de entre muchos problemas que tiene ‘Bonsái’, la ópera prima de Alex Andonie, es que para contar la sinopsis de la película se tenga que abarcar hasta pasada la primera hora del metraje, cuando la duración total de la película es de 80 minutos, es decir, el conflicto central de la historia es presentado demasiado tarde, debiendo el espectador padecer una hora en la que prácticamente no sucede nada de interés.

La película tiene bastantes problemas formales tanto en su narración como en lo técnico, ni que decir de la ausencia de una puesta en escena y la nula dirección de actores, dando como resultado una película de un amateurismo total, lo cual no es del todo malo, pero que es inconcebible que forme parte de la selección competitiva de un festival internacional.

El resultado final no va más allá de un válido ejercicio de práctica para su realizador, un divertimento para los que en ella participan, sus familiares y amigos, pero un verdadero suplicio para un espectador que acude a un festival en búsqueda de verdaderas propuestas cinematográficas.


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