Blood Car

Aunque la idea del coche que funcione a base de sangre sea cojonuda y el cauce que se le da resulte genial por risible, gamberro y surrealista (ese vegano sacrificando animales por el bosque..), la cinta del debutante Alex Orr no funciona en ningún momento, y por situaciones desgañitantes que pretendidamente se puedan hallar en "Blood car", todo me parece rodado de un modo tan inocente, tan desidioso, que el poco humor se pierde en un charco de intenciones y poco más.

A partir de ahí, el desarrollo resulta tan extremadamente hastiante que uno termina por no darle demasiada importancia a lo que ve en pantalla y pasar absolutamente de todo, por reiterativa, cargante y pesada que llega a ser la propuesta en sí.
Puede que todos los recursos empleados resulten simpáticos pero lo que, a priori, debería ser una oleada de carcajadas, se torna en desinterés gradual debido a la enorme confianza que debió tener el realizador en su proyecto, cuando este verdaderamente no posee las cualidades idoneas como para estar, ni siquiera, a la altura de las más decentes de la serie B.

El argumento prometía mucho, y el prólogo inicial todavía más, pero al final "Blood car" queda en un pastiche poco gracioso y ameno salvado, a lo sumo, por ese final y por determinadas secuencias que son bastante jocosas, aunque sea una pena que el hecho de intentar redundar constantemente sobre las mismas ideas haya echado a perder un film que auguraba tan buenos presagios y al final queda en sangre de borrajas.

Lo tiene casi todo para pertenecer a ese género, a citar:

* Gore.
* Muerte (derivado de lo anterior).
* Protagonistas limitados.
* Situaciones inverosímiles para que la trama avance.
* Erotismo explícito.
* Ficción en una historia predecible.
* Diálogos sin mucha chicha.
* Los que seguro me habré olvidado...

Así que no tiene por qué ser mala. Es más, entretienen los 75 minutos con escenas rápidas.

Lo reconozco y por ello me humillo publicamente, no sé escuchar. Mira que ya me lo advirtió, que no valía la pena, que era una pérdida de tiempo, que estaba mal rodada...En definitiva que era una patraña total, pero será por cabezonería, será por masoquismo decidí que la vería igualmente.

Y nada, que mucho ketchup, mucho videoclip, mucho intento de crítica tanto al sistema como a los que van de ecologistas, mucho humor de culo, caca, pedo y pis, un protagonista gimoteante capaz de desesperar a la madre Teresa de Calcuta y todo bajo la lamentable excusa que como es gore de bajo presupuesto todo debe perdonarse en pos del frikismo más procaz. Eso sí, nunca pensé que el significado de las pancartas contra la guerra de Irak donde se decía "no más sangre por petroleo" cobrarían un significado tan completamente diferente e irónico como después de ver el film.

Ah y por cierto, que ya se me olvidaba, encima mucha golfa y tal, pero en las escenas de sexo no se ve nada, exceptuando una lluvia dorada, y lo que es peor a las dos protas, las que están más buenas no se les ven las tetas. Una vergüenza.

Lo mejor: Que he aprendido la lección. Debo escuchar lo que me dicen más a menudo.
Lo peor: El mal rato que pasé por mi mala cabeza.

PREMISA SIMPLE
+
BUENA DIRECCIÓN
+
ACTOR PRINCIPAL BUENO
+
TÍAS BUENAS
+
SANGRECILLA
=
BLOOD CAR

Peliculón de hora y cuarto para pasarlo bien.

Especial mención a los momentos en que incluye pasajes de música clásica, o a las escenas con el rapero o el veterano de guerra, absolutamente geniales.

Gracias Filmaffinity por hacerme caso y subir esta película al catálogo.

De factura más bien justita "Blood car" es en cambio una película solventada por su irreverencia, su planteamiento tan improbable como seductor, la frescura de su idea central tan absurda como que un coche funcione con sangre humana. Tiene el encanto de esa serie Z de película entre hipnótica y aburrida, entrañable y mal hecha. Además tiene una cuanta mala leche (ese plano del disparo a la cabeza de una niña) y una dósis agradable de comedia que no supera de otro lado su tono de locura de bajo presupuesto, de cine freak hecho con ganas pero limitado, minimalista en muchas de sus formas, directamente chocante, muy propicio todo para que a más de uno le entre un sopor considerable. Pero otros, como el que esto escribe, se queda con su tono ochentero de cine malo pero entretenido. No sé si me explico.