La tierra perdida

Sigo sin poder aguantar al tipo este, Will Ferrell, que será muy aclamado y gracioso en los U.S.A., pero para un servidor resulta igual de gracioso que el chistoso atontado del bareto de la esquina, pero siempre hay que dejar la opción de que la culpa de ello la tengan los guionistas... ¿no?.

Sobre la película, bastante decorado resultón, bastantes efectos especiales, animaciones y dinerito derrochado para hacer una payasada que mezcla sin pudor el humor más infantiloide de patio de guardería con bromitas de tono sexual y escatologías de todo tipo, con un par de momentos medio salvables, pero arruinados por bailecitos patéticos (la escena del nido del pterodáctilo es lo peor que he visto en mucho tiempo), unos bichos de goma insalvables que no hay por donde cogerlos, y en fin, que no llevaría a mi sobrina a verla, ni se la recomendaría a ningún amiguete, e incluso me da algo de vergüenza escribir esta crítica, porque significa que la he visto...

Wolf.

Es la única verdad. Si me presentaban esta peli ambientada en el lejano oeste o en la antigua Roma no consumía el producto, que al fin y al cabo sólo de eso se trata. Es que extraño ver dinos más seguido, incluso los podíamos ver aunque sea en las podridas secuelas de Parque Jurásico: hacen falta más pelis con dinosaurios, cómicas, serias, como sea, directores, hacen falta más pelis...

La trama es tonta, imposible disimularlo. En algún momento del argumento yo sentí que era tal el pastiche con tantas mezclas entre dinos, monos y hombres lagarto que opté por esperar las secuencias que más prefería, ya saben cuales, y hacer vista gorda al resto.

Ahora bien, determinadas cosas hay que resaltarlas: una de ellas son los escenarios, están muy logrados y la digitalización de los espacios abiertos funciona para la profundidad de campo, no sólo acentuando cada puesta en escena sino otorgando variables naturales, o bien una estepa, o bien una jungla, o bien un desierto. Ni 10.000 a.c. lograba esto, más bien chocaba los escenarios arbitrariamente, y eso que contaba con mayor presupuesto.

El guión está plagado de "islas":secuencias que se pueden sacar y meter sin sufrir daño en el eje central de la trama. Obviamente algunos funcionan mejor que otros, son gags de ocasión.

La historia me resultaba pasable hasta pasada la hora y diez, luego todo se vuelve el doble de redundante y mi paciencia me lo hizo saber. Pero por suerte la peli conocía sus limitaciones.

Protagonistas:

Will Ferrel: Haciendo de profesor-chiflado gilipollas y hortera.
Anna Friel: En el papel de mujer a la que le tocan las tetas.
Mono cochambroso: Vestido de tergal, tocador de las tetas de Anna.
Lagartos macarras: Vestidos de franela y haciendo de capullos en vez del lagartos.
Tiranosaurius Rex: En el papel de Dino el de los "Picapiedra".
Tipejo extraño: Jefe de un parque recreativo, al cual le han puesto de relleno en la peli,
mejor no saber ni como se llama el actor.

Argumento:

-No tiene

Aunque dicen que va de no sé que rollo de que un profesor mediante un aparatejo llega a un mundo paralelo.

Dirección:

-Inexistente

Salga usted señor Ferrell al escenario y haga un poco el gilipollas a ver si se ríen sus fans.

Conclusiones:

Decir que es mala es quedarse muy corto
Decir que es una película es quedarse muy largo
Decir que tiene actores es simplemente absurdo
Decir que vayan a verla sumamente ridículo
Ponerle nota, imposible, en Fa no existe el “0”

Ni para niños, ni para grandes, ni para medianos, ni para nadie, auténtica mierda en toda su extensión protagonizada por un PATETICO Will Ferrell y nadie más. Como dicen por ahí que lastima de dinero gastado.

... a mí me hizo gracia. Y reconozco que la película es una soberana estupidez, pero a mí me hizo gracia. Admito que el personaje que hace de mono (¿Chakka?) y que se intenta zumbar a toda costa a la "prota", es fusilable, pero, ya veis, me hizo gracia. Doy por sentado que Will Ferrel es un actor con registros muy limitados: lucir tipo-tren con bermudas y botas de explorador con calcetines y hacer gala de unos de los desnudos masculinos más incómodos de la historia del cine, no tendría que bastar para sustentar toda una película, pero, ¿qué queréis? a mí me hizo gracia. La historia es absurda y los personajes no alcanzarán un lugar el el Olimpo del Cineasta, lo sé... No obstante, ¡me hizo gracia! Porque el cine, muy en contra de lo que algunos pretenden, no es sólo otra forma de arte; también es divertimento y evasión. Y esta peliculeja, infame y sin sentido, sucia y carente de trascendencia, me saca de las profundidades del pensamiento intenso, del letargo del erudito a tiempo total y de la incomodidad de esa impostura intelectual que tanto lastra a algunos... ¡Pienso, luego me río! (¿o es al revés?) Eso es todo lo que necesito.

(Recomiendo que prestéis atención a la lucha con el tyranosaurus rex y reparéis en el impecable salto de pértiga del protagonista.)

Pasemos al grano.

Razones para verla:
-A los que os guste las películas de Will Ferrell os gustara esta.
-Tiene 3 minutos de carcajada. (Casi al final)
-Tiene mejores efectos de lo que en realidad parece.

Razones para no verla:
-Es muy aburrida
-No tiene gracia
-No tiene historia
-Es tan mala como “casi 300 “y todas las demás de esa clase.
-Lo mejor si queréis verla es esperar a que la echen por la tele.