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El refugio

Drama Mousse (Isabelle Carré) y Louis (Melvil Poupaud) son dos jóvenes parisinos guapos, ricos y enamorados. Pero las drogas dominan su vida y un día Louis muere de una sobredosis. Poco después, Mousse se da cuenta de que está embarazada y, aturdida, se refugia en una casa lejos de París. Unos meses más tarde, el hermano de Louis se reúne con ella para ayudarla y revelarle un secreto. (FILMAFFINITY)
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Críticas 29
Críticas ordenadas por utilidad
2 de diciembre de 2010
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque la crítica especializada se ha empeñado en bautizar al director de esta película una y otra vez con el sobrenombre del “Almodóvar francés”, lo cierto es que el cine de François Ozon no debe nada a nadie. Ciertamente, el realizador galo ha sabido evolucionar desde la sátira surrealista y la homosexualidad latente que impregnaban sus primeros trabajos (películas como Les amants criminels o Gotas de agua sobre piedras calientes) hasta un estilo mucho más reflexivo, sereno y asentado. En éste sentido Le refuge es una nueva chef-d'œuvre de un autor maduro al que desgraciadamente no se ha dado demasiada cobertura en nuestro país.



La valía del director queda patente en todos esos pequeños detalles que desarrollan las relaciones entre los personajes de manera casi inconsciente, anticipando o dejando a la imaginación del espectador ciertos secretos pasados y acontecimientos futuros. Pero si algo hay que celebrar de Le refuge es un estudio de personajes magnífico, es decir, el modo en que los presenta, explora y hace evolucionar. El retrato de Mousse y Paul se aborda en todo momento con una sutilidad, naturalidad y sensibilidad excepcionales. La manera en la que el embarazo de la protagonista está tratado, con una extraña sensualidad más que sexualidad, es un claro ejemplo.

Para ello Ozon se vale de una fantástica fotografía, íntima y realista, y deja que los actores hagan el resto. Al igual que las olas que invaden la sala de cine con su sonido, el espectador siente a los personajes muy cerca. Isabelle Carré -que tuvo que ajustar su embarazo real a las exigencias y plazos del rodaje- brilla con fuerza a través de una mujer herida en la flor de una vida que continúa creciendo imparable en su interior. Algo por detrás queda Louis-Ronan Choisy, un cantante reconvertido en actor (atentos a la escena del piano) que firma aquí su primera aparición en un largometraje de manera más que notable. Les acompaña de manera casi anecdótica Pierre Louis-Calixte como el amante de Paul.

Solo una pega puede ponérsele a Le refuge y es que se trata de una radiografía tan obsesionada con el realismo de sus personajes que para muchos espectadores no habituados a éste tipo de propuestas resultará excesivamente fría por momentos. Ciertamente, esta es la típica película en apariencia sencilla pero profunda en sus reflexiones que va ganando puntos a medida que pasan los días desde su visionado, un buen ejemplo de un tipo de cine que en nuestro país difícilmente llegaría a buen puerto sin entrar en el terreno de lo burdo. En cualquier caso, el film de François Ozon es un hermoso retrato del amor más allá de la sexualidad y los convencionalismos, un drama mínimo e intimista cuya moraleja se intuye mucho antes de que acabe la película y Mousse huya en ese tren con destino a ningún sitio: Siempre podemos escondernos de los demás. De nosotros mismos, jamás.
Keichi
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RavenHeart
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18 de agosto de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es muy habitual que un cineasta estrene una película por año, por mucho que Woody Allen rompa cada otoño (este año, ya en verano) esa tendencia. Pero mucho menos habitual, es que un director presente dos películas diferentes un mismo año, si bien muchas veces el estreno comercial de alguna de ellas, al menos en España, se posponga al año siguiente. En esos casos, las dos películas suelen guardar entre sí más diferencias que similitudes, como le ocurrió recientemente a Clint Eastwood con El intercambio y Gran Torino, o a Spielberg con Minority Report y Atrápame si puedes en 2002.

Este es el caso de François Ozon y la película que nos ocupa, estrenada en 2010 pero que empezó su andadura en el circuito de festivales el año anterior, alzándose con el Premio Especial del Jurado en Donosti. Se trata de un título rotundamente diferente al otro que el cineasta francés estrenó en 2009, Ricky, una comedia fantástica que no dejó a nadie indiferente: pequeña joya para algunos, disparate sin gracia para otros.

Mi refugio, en cambio, nos trae un relato intimista, casi bucólico, sobre la redención, las segundas oportunidades y el “retiro espiritual”, aunque de una manera nada relamida ni rancia. El minimalismo, el “menos es más”, es el principio regulador de esta película de personajes heridos, o simplemente, perdidos, desorientados. No es necesaria una introducción previa con la dialéctica inversa, la del exceso y el falso hedonismo, la que ha llevado a los personajes a esa situación, a necesitar ese cambio: aparece perfectamente resumida, englobada, con todos los matices que hacen falta, en esa chocante primera secuencia, a partir de la cual el film inicia un trayecto decidamente unidireccional.

(continúa)
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Skorpio
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22 de septiembre de 2009
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de François Ozon siempre cuenta con un factor positivo incluso en aquellas historias que pecan de demasiado sencillas, como es el caso de la que nos ocupa: la enorme sensibilidad y veracidad con la que el cineasta francés plantea sus historias.

En ‘Le refuge’, Ozon vuelve a demostrar esta agradecible característica de su cine narrando la historia de una joven heroinómana embarazada que se refugia de la familia de su novio fallecido (de una sobredosis, claro) para poder dar a luz a un hijo no deseado por la familia burguesa del padre.
Amor Perro
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13 de agosto de 2010
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
François Ozon nos introduce en su nueva película el punto de inflexión que se vive en el inconsciente drama de Mousse (Isabelle Carré), una muchacha yonqui que después de compartir el último chute con su novio Louis (Melvil Poupaud), éste no sobrevive a la sobredosis. Para más inri, ella está embarazada y la familia de Louis no quiere saber nada de ella. pero la intromisión del hermanastro del fallecido, Paul (Louis-Ronan Choisy) hará que las cosas cambien puedan tomar otro camino para Mousse, cuando se vuelven a encontrar en el aislado refugio que posee la muchacha en la costa de Biarritz.

Ozon vuelve a mostrar el lado miserable de las clases altas en que la drogoadicción y la homosexualidad adquieren su principal protagonismo. El realizador de "La Piscina" se mueve por la emotividad de su pareja protagonista y los obstáculos en que les ha tocado vivir, intentándolos compartir mutuamente sin que para ello se precipite al vacío. Prefiere la reflexión de sus actores y que luego el público saque sus conclusiones.

Lo Mejor: Isabelle Carré
Lo Peor: su escasa distribución, como es normal, en salas grandes
Natxo Borràs
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29 de septiembre de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se si se puede catalogar a la obra de Ozon como una peli intimista a ultranza, pues el director se vale de los, pequeños pero numerosos, secretos que puedan anidar en las mentes de los protagonistas. No sólo la prota y el jóven tienen algo para contar, incluso los actores de papeles secundarios parecen entrar, decir algo significativo, y salir de la trama al haber tirado la bomba. Pero retomando los secretos: no hay ni un atisbo de intención de revelar nada, la única revelación es ese giro brusco que conforma al desenlace, y si observamos un poco como se desarrollaba la cinta pues... necesitaba eso, no porque fuese chata sino porque cada conflicto expresado se presentaba en forma de un gesto contenido, una mirada.

De aquel desfazaje violento inicial, la peli se nutre de todo un proceso transcicional, hasta podría arriesgar y catalogarla como una obra de carácter transitivo, en donde los personajes van mutando casi imperceptiblemente hacia otro estado definitivo y cerrado, puesto que si algo hace ese desenlace es neutralizar cualquier bifurcación posible.

El "refugio" (spoiler) de la prota es como el oasis del desierto, allí se queda contenida y elije. Ella, por sobre todas las cosas, elije y sacrifica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Rúas
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