Zoo

«Y no debes acostarte con bestias, haciéndote inmundo por ello, y tampoco mujer alguna debe acostarse con bestias; es perversión. »
«Cualquiera que tenga cópula con bestia alguna, debe ser matado; y mataréis también a la bestia. Y cuando una mujer se acerque y tenga cópula con cualquier bestia, ambos deben ser matados; su sangre estará sobre ellos. »


La Biblia lo pone bastante mal y sigue siendo un tema absolutamente tabú.
“Sleeping Dogs Lie”, pese a banalizar y recrearse el tema para construir una comedia romántica, sigue y seguirá perteneciendo a otra liga. Sí, es mejor no revelar ciertos secretos. Un padre de familia americano (divorciado), aparentemente ejemplar y modélico, muere mientras tenía sexo con un caballo. Como si fuese una cadena de petardos los medios transforman la noticia en una broma más que en un suceso. “¿Hay gente así?” “¿Cómo alguien va a abusar de un caballo? ¿Quién sodomiza a quién?”

“Zoo” al retratar el tema ejerce un efecto automático de rechazo al descubrir otro lado de la zoofilia. Los zoófilos se reúnen para pasar agradables fines de semana, hablar de la familia, de político y realizar sus actos 'inmundos'.

Tal vez el acercamiento que realiza Devor está demasiado centrado en la doble moral americana que sobre el propio tema, como si quisiera universalizar el tema del cuál arranca. La zoofilia que se plantea en la cinta es amor a los animales y que internet y las redes sociales (de todo tipo) pueden ser un arma de doble filo. Plantea también el vacío legal que existe sobre el tema y el debate social.

A nivel cinematográfico sigue los pasos de “The Thin Blue Line” para recrear mediante actores los hechos, rodando todo con buen gusto y estilo. Desde la fotografía a la banda sonora.
Las imágenes más impactantes son las del matrimonio que son los dueños del caballo ‘homicida’ mientras son obligados por investigadores de la policía a mirar un vídeo donde se practica sexo con su animal. Devor utiliza inteligentemente un travelling circular.

Las fotos que circularon por todos los medios de Daniel Radcliffe (Harry Potter) desnudo en la obra de teatro 'Equus' junto a un caballo recuerdan los momentos gloriosos equinos de Mr. Hands. Y nadie montó en cólera divina.

Excelente documental que explora a unas personas, marginales unos y otros exitosos ante la sociedad, con un común denominador: su inclinación erótica, y señalan afectiva, por los caballos.

El tema en sí es tabú, y un tabú muy grande. Y que por lo mismo no es fácil acceder a la propuesta del director que es presentarnos ese submundo donde un grupo de personas se reúnen para realizar prácticas sexuales afines.

Y alrededor de este sórdido tema, Devor presenta con elegancia, con muy buen gusto en la fotografía, en la música, y en el acercamiento a las historias de estas personas varias cuestiones que, sin juzgarlas, dejan una veta de amplio debate sobre el tema como el supuesto libre albedrío con el que los animales se incorporan a las prácticas, la persecusión por parte de la ley en algunos estados y el vacío en otros, el papel del internet, la soledad, la marginalidad, etc.

Irónicamente, un documental tan bien hecho que aborda las prácticas marginales de ciertas personas quizás quedará también condenado a la marginalidad. En realidad es muy recomendable por su forma y su contenido.

Es “Zoo” es un filme en formato documental que explora los últimos momentos de vida de Mr. Hands, un famoso individuo que solía grabarse teniendo sexo con caballos y miembro de un secreto club de zoófilos amantes del bestialismo, que en un encuentro sexual consigue la muerte cuando un semental equino penetra su colón.

Su director, Robinson Devor, es ágil al escapar del morbo que directamente conlleva este espinoso tema y en especial en la propia circunstancia de la muerte de M. Hands, y se centra en el análisis de las incidencias sociales y éticas de un tema tabú como la zoofilia o el bestialismo.

El filme-documental es afortunado al lograr que el grupo de individuos que hacía parte de la cofradía zoofilica que visitaba Mr. Hands, presten sus voces (en off por supuesto), y que incluso uno de ellos se personifique asimismo en la cinta (Coyote). Los demás personajes que aparecen en la cinta son actores.

Con este panorama “Zoo” retrata a un grupo de individuos que han optado por auto-apartarse de los márgenes expuestos por la sociedad, la que ha definido lo que está bien y lo que está mal, y los cuales encuentran en su fraternidad una forma diferente de incluirse a una sociedad que no les acepta y que les inculpa por sus propios gustos o aberraciones.

Robinson Devor es perspicaz al profundizar en la figura central de la cinta, Mr. Hands, regalando una semblanza -prudente- de su vida pública, la cual desarrolla tanto desde el método investigativo de la crónica periodística como desde la secuencia del documental. En efecto, se conoce en el film que Mr. Hands era un destacado ingeniero de una importante compañía espacial norteamericana, que estaba felizmente casado y que contaba con unos bellos hijos, y que no obstante, conservaba en el más recóndito secreto su doble personalidad de amante (literal) de equinos. En ningún momento se mencionó a su familia ni su verdadero nombre.

“Zoo” tampoco deja de lado los coletazos jurídicos y éticos ocurridos en la sociedad norteamericana tras la muerte de Mr. Hands, que fuera de explotar el innegable morbo del suceso, debatió fuertemente sobre la necesidad de legislar en contra de este tipo de prácticas sexuales y sobre los vacíos legales existentes sobre el tema.

Para finalizar, hay que decir que “Zoo” es un filme que posiblemente no te vaya agradar en cuanto a dinámica fílmica. Su ya mencionado formato documental le otorga un ritmo lento, a veces cansino, que aunque bien narrado, puede resultar para el bostezo. La fotografía se encuentra perfecta (para mí lo mejor de la cinta) y se adapta a los propósitos de Devor de contar una historia con protagonistas ficticios pero con la voz de los personajes reales.

¿Conoces la historia del señor Hans? Es una historia curiosa, triste y algo perturbadora. Para ahorrarles la historia es un tipo que se hizo famoso por tener relaciones sexuales con un caballo. Si… el caballo lo penetró, le perforó el colon, tuvo una hemorragia interna y el Señor Hans murió en el hospital. Los doctores preguntaron a sus amigos (todos practicantes del sexto con caballos) que lo habían llevado a Urgencias qué fue lo que había pasado y a partir de ahí salió uno de los escándalos más fuertes de Washington.

Básicamente, de eso trata el documental.

¿Hay material explicito? Digamos que si puede verse a lo mucho 10 segundos y con muy baja definición.
¿Se explora desde un punto de vista psiquiátrico, legal o en defensa de los derechos de los animales? No, apenas tocan esos puntos.
¿Entonces que carajos muestra el documental? Pues la visión personal de todos los amigos del Sr. Hands, antes durante y después del evento desafortunado. Todos practican la zoofilia o el bestialismo (principalmente con caballos) y la mayoría cuenta su propia percepción de cómo lo viven, sobretodo en el instante que se desata el escándalo. El nombre del Sr. Hans fue censurado para proteger la identidad del muerto.

Puede decirse que este es un documental lento. Hace dramatizaciones de lo acontecido, todo contado con la voz de los implicados en el caso. No es un documental para todos, por el tema y porque trata todo este embrollo de la zoofilia sin el afán de juzgar, solamente cuenta el estilo de vida de estas personas y como su mundo se vino abajo cuando la prensa se enteró lo que hacían con los caballos en una granja.

En todo el metraje hay un sentimiento de tristeza y de soledad que hace de este documental una experiencia única, puede sentirse la sensación de angustia y de incomprensión silenciosa que sufren los protagonistas. Sientes lastima por ellos, por el mundo en el que viven, y no por el hecho de tener esos gustos tan extremos sino porque desde su punto de vista es casi imposible juzgarlos con dureza. Cada uno te cuenta su doble vida, el miedo a la marginación de la sociedad y su visión de cómo vive su condición.

Con una fotografía muy íntima que está acompañada por una música instrumental que refuerza la sensación de melancolía, aunque un poco opacado por su ritmo, a veces excesivamente lento.

Si son osados o no tienen estómago apuesto que muchos de ustedes ya han buscado el video y lo han encontrado, incluso Dross hizo una video reacción del metraje original filtrado. Yo en lo personal les recomiendo que no lo hagan. No lo he visto pero igual no se me antoja verlo, mejor quédense con el documental y hagan su propio criterio sobre este tema.

Cuando me enteré de la existencia de esta película, no me podía creer que alguien estuviese dispuesto a rodar algo así. Al desconocido directo Robison Devor seguramente lo tildarían de loco aunque bien pensando con el escándalo saldría del anonimato. De todos modos ya había demostrado ser un realizador de calidad en su anterior peli “Police Beat”, duro drama urbano sobre un barrio conflictivo que tengo entendido solo se pudo ver en ciertos festivales. También los actores son medio aficionados solo vistos en películas de muy pequeña índole, destacando el gran trabajo de Jhon Paulsen (“Visioneers”) y de Richard Carmen (“Bloody Mary”). Estos, cumplen perfectamente en la parte ficticia de la peli pues la otra es un documental con entrevistas sobre los hechos acontecidos. Y al ser este un hecho real, creo que comprendo las dificultades de tratar dicho tema ya que podría quedar todo esto simplemente como un filme morboso o ser algo ofensivo para el espectador, sin embargo, estamos ante un trabajo de buen gusto que en ningún momento busca el morbo fácil, desarrollándose por un camino poético de gran tristeza. Una melancolía visible gracias a su gran fotografía, banda sonora e interpretaciones a flor de piel. Una película que difícilmente se distribuirá fuera de festivales especializados y que terminará por perderse en el olvido una de las propuestas para mi más a contracorriente del cine actual.