Nacido para ganar

Película de serie B (¿existe la serie Z?), que tiene como protagonista a un heroinómano (George Segal), el cual va perdiendo el control poco a poco. La cinta retrata los devastadores efectos de la droga, el mundo de los trapicheos y los bajos fondos, aunque la calidad del film es muy, muy baja.

Quizá lo más destacado es que puede verse la ciudad de Nueva York con sus amplias avenidas y ambientes nocturnos, lo cual no es mucho decir. Quien espere ver a Robert de Niro se dará con un canto en los dientes. Su participación es testimonial y no supera los 2 ó 3 minutos. Encarna a un policía secreta, con aspecto de bajos fondos, para moverse en tales ambientes. No obstante, y a pesar de su escasa aparición, puede verse ya al embrión de actor que nos deleitará más adelante en grandes películas.
También aparece en una escena Polly, el cuñado de Rocky, como un subalterno de los mafiosos. La única que parece tener algo de cualidades como actriz es la chica, Paula Prentiss.
En definitiva, película mala, para olvidar rápidamente y no perder tiempo con ella.

Entretenida película que adapta una historia de David Scott Milton, dirigida con paso firme por Ivan Passer, autor de alguna excelente cinta.
Aquí no llega a tanto, pero sí que consigue interesar por medio de una narración bastante sencilla, con pocos pero ricos personajes y algo de humor con un dramatismo no doloroso en la forma, aunque sí en el fondo. Con esto quiero decir que la sangre nunca llega al río, aunque la desesperación está presente a lo largo de toda la película.
Buena interpretación de George Segal y sobre todo de esa siempre excelente actriz, hoy completamente olvidada, Karen Black.

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