Lo mejor de mí

Lo mejor de mí se nos presenta como una película sencilla, pero a la vez compleja, que trata sobre el amor y las dudas. Se ha apostado por Marián Álvarez para el papel protagonista (a la que desde ya declaro mi más profundo amor, platónico eso si... una lástima) haciendo una buena interpretación para uno de sus primeros largometrajes, al igual que para la directora nobel que firma con buen pulso una película de la que sentirse orgullosa. Una película cuyo objetivo principal es contar una buena historia (objetivo que debería tener toda película pero que, por desgracia, no muchos la alcanzan). Una producción que no puede presumir de dinero, ni efectos digitales ni de chorradas de esas. Una película hecha con el corazón. Una buena película.

Lo mejor de mí cuenta la historia de cómo Raquel afronta la enfermedad de su novio, Tomás. La película trata sobre la superación personal, de lo que uno es capaz de hacer por amor, las dudas, las infidelidades, la amistad, el dolor... Una excelente película sobre la vida, que te hace reflexionar y te plantea varias dudas. Lo mejor de mí logra a ratos conmover y a ratos te hace reír, existe una evolución palpable en los personajes, te sientes parte de la historia, sabes que es ficción pero que fácilmente puede tornarse en realidad. Una película muy personal y con los objetivos claros. Insuperable la forma de tratar la enfermedad y todo lo que envuelve al hospital, sin llegar en ningún momento a frivolizar sobre el tema. Insuperable el elenco de actores que forman el conjunto del film. Insuperable en todos y cada uno de sus aspectos.

No hay ningún pero importante que ponerle a la película, muchos hablamos sobre si el final podría ser distinto, si nos había gustado como termina la historia. A mi me convenció, de hecho veo ese final como el más apropiado tras todo lo sucedido durante el film. Por lo tanto nada negativo a destacar. Aunque por exigir que no quede y, la verdad, me hubiera gustado que los actores secundarios tuvieran algo más de papel (de guión me refiero) ya que la participación de todos es casi anecdótica, tanto de Lluís Homar (padre de Tomás), como de Carmen Machi (enfermera, tiene dos frases contadas de guión) o Alberto Jiménez (doctor).

La película lleva meses dando vueltas por la geografía española sin tener una fecha de estreno concreta, pero al fin parece que éste mismo viernes 7 de Marzo, podremos disfrutar de esta pequeña joya que viene como un soplo de aire fresco ante películas como 10.000, un despropósito y un insulto a la inteligencia. Luego dicen que el cine español está en crisis, de nuevo cito las palabras de Alberto Jiménez en la rueda de prensa al decir que existiendo películas como ésta la crisis es inexistente. Totalmente recomendada. No está exenta de fallos, pero poco importa en el resultado final.

La película es bastante interesante, consigue que te metas de lleno en el argumento.

Comprendo que las opiniones sobre esta película diverjan mucho unas de otras, aunque el tema que propone ("lo que se es capaz de hacer por amor") no abra ningún debate.
Es una película joven, de escaso presupuesto, con una cámara en ocasiones muy acertada (escenas en el terrado, escena nocturna con el vídeo, la protagonista tras el cristal empañado), una buena dirección y una actriz protagonista brillante. Y, sobre todo, no cae en ningún momento en el melodrama. Hasta aquí la parte positiva (y no es poco).
Sin embargo, la historia hace agua por todas partes. No puedo evitar que por mi profesión me eche para atrás la historia médica; en ningún momento (salvo en una ocasión) cuaja lo que se está contando, de forma que es poco creíble desde el inicio hasta el final.
La personalidad de los personajes es plana y el proceso de sus decisiones excesivamente lineal. Podríamos comparar aquí la película 4 meses, 3 semanas, 2 días, en la que a pesar de la parquedad de los diálogos en todo momento se está transmitiendo el drama y la angustia de la situación. No basta en el lenguaje cinematográfico hacer planos más o menos largos y con caras serias de los protagonistas para expresar un sentimiento; efectivamente hace falta algo más.
En fin, una película con buenas intenciones que aparentemente trata de un tema profundo y que se queda a mitad de camino.

Roser Aguilar debuta en pantalla grande con una historia interesante pero a la que le falta un nosequé para terminar contentándome. “Lo mejor de mí” es una película sencilla, sin excesivas pretensiones y con una actriz, Marián Álvarez, que sobresale por encima de todo.

La directora coescribe también un guión complejo, bien estructurado donde los personajes evolucionan ante las encrucijadas que la vida les impone. Pero lo cierto es que falla a la hora de implicarnos con los personajes. Conmigo al menos, no lo consiguió. Me dejó algo frío.

“Lo mejor de mí” funcionaría también como un documental. Y sea quizá ese realismo tan palpable de la película, lo que pueda jugar en su contra. Aunque técnicamente existen ciertos errores (su último plano en la azotea con una luz exigua) posee los suficientes alicientes como para darle una oportunidad al visionado.

¿Qué somos?¿Qué es lo que nos hace mejores personas?¿Qué fuerza nos incita a proceder de determinada forma?¿Actúa el ser humano siempre y en todo momento impelido por un sentimiento de desinterés, o acaso será por simple egoísmo?¿Existe algún sentimiento que cambie la óptica de nuestras actitudes?¿Acaso estamos predestinados a utilizar en nuestro propio beneficio las emociones ajenas?¿Quizás el altruismo no sea otra cosa más que un disfraz de nuestro propio egoísmo exacerbado, revestido en una ligera pátina de remordimiento?¿Es posible que nuestros seres queridos sean meros instrumentos, en definitiva, tontos útiles, al servicio de nuestros exclusivos intereses? ¿Utilizamos con probidad el amor de nuestros semejantes? ¿Es lícito alcanzar la felicidad impostando la verdad? Por tal motivo, ¿Qué simboliza el amor? ¿Qué significa desde nuestra propia óptica la figura del ser amado? ¿Existe el amor real, no interesado, que nos exhorte a amar sin condiciones? ¿Existen las relaciones en la que ambos vivan la relación al mismo nivel, sin necesidad de que existan vencedores o vencidos, beneficiarios o perjudicados? ¿Es correspondido con la misma intensidad? ¿Y de ser cierto, existen motivos espurios que lo justifiquen?.
“Lo mejor de mí”, con contención y sencillez, intenta responder a todas estas cuestiones que antes o temprano todo ser humano, con pareja o sin ella, habrá de plantearse.
Raquel es una chica que cree estar enamorada del concepto que tiene de su novio, no dudando para ello en configurar una imagen de lo que simplemente son sus propios engrandecidos deseos proyectados en un individuo, que encarna y representa lo que ésta necesita para alcanzar su propia felicidad. Tomás es un chico como tantos otros, que todavía no se había cuestionado sobre el significado el amor, sobre la necesidad de estar con otra persona por motivos distintos a lo meramente sexual. Ambos viven su relación de forma muy diferente (¿quizá simulando la tópica visión de género?). De pronto, en un momento determinado, acontece un suceso que todo lo cambia, que consigue que reflexionen hondamente sobre todas aquellas cosas con las que todavía no se habían atrevido a confrontar. En ese instante ya nada es lo mismo, su visión acerca del mundo y de los seres que lo habitan varía sustancialmente, hasta tal punto que incluso consideran que ellos tampoco son las mismas personas. A partir de ese momento Raquel por fin asume ( y consigue que con ella el espectador también lo haga) los errores cometidos, comprendiendo en lo que se había convertido su vida y, obteniendo por el camino, las respuestas a todas las preguntas formuladas. Tomás también comprende y evoluciona, sus dudas iniciales pueden aparecer repentinamente resueltas, pero las cosas no serán como él espera, sobre todo porque no acaba de ser consciente de hasta que punto su propio egoísmo será decisivo en el devenir de su relación. Intenta que todo sea diferente, pero ya es demasiado tarde. SIGUE EN EL SPOILER....