Made for Each Other

Partiendo de una premisa argumental sencilla y trillada (esposo engaña a esposa y busca que ésta haga lo mismo con otro hombre para disolver culpas) Goldberg se aferra a un sentido del humor entre fino y grotesco, con digresiones-gags y elementos que se vuelen efectivos en base a la repetición sistemática de los mismos (cual ardilla de La era del hielo: labios pintados con salsa de pollo; frases recurrentes; personajes que focalizan su vida en torno a una sola obsesión, etc).

La comedia final roza lo ligero, pero utilizando elementos que fusionan el género picaresco y la patada en bajo, pseudo lúcida y bastante densa. La clave está en la fijación homo-erótica de cada uno de los personajes: hermana fálica con pene ausente pero activo; abuelos follando en videos caseros; posición pasiva del hombre con respecto a su propia mujer en postura activa y, la gran frutilla del postre, todo el grupete de amigos, cada cual más amanerado y ambiguo que el otro. El mismo protagonista luce como el gay prototípico: sujeto flaco, light, de expresión risueña y vestimenta para la ocasión.

La bajada de linea es tan prejuiciosa como modélica: si no tenes sexo con tu esposa es por alguna cuestión ligada a la homosexualidad. Lo curioso de la peli es que, en tanto comedia, no lo sugiere como para generar complicidad ("que gracioso pero no me lo tomo en serio"), sino que lo transmite de manera bruta, casi troglodita.

El guión espera por su vuelta de tuerca final, no tan predecible, pero a esas alturas pareciera importar más que los personajes finalmente salgan de sus supuestos placares que ese desenlace convencional que no convence, puesto que la intención durante todo el metraje fue bien distinta. Algo parecido a ¿Es o no es?, solo que menos honesta, igualmente prejuiciosa y con un tufo a falsa perspicacia de mala leche que cae poco graciosa. Paradojas de la vida.