La caja

Estupendo debut del realizador Juan Carlos Falcón, muy buena tanto su labor como la de las actrices que integran el reparto.
La historia transcurre en un lugar indeterminado de las islas Canarias (la película fue rodada en varias de las islas) durante los años 60. Destacar especialmente la estupenda labor de Elvira Mínguez, la cual consigue en la cinta un elaborado acento canario.
La película es una mezcla de situaciones dramáticas sazonadas con dosis de humor negro y ácido, puede recordar a la forma de trabajo de Pedro Almodóvar, o al menos a mí me ha sucedido.

Por todo esto y por la excelente ambientación de la época, recomendable su visionado.

Algunos puntos negativos: cambios bruscos entre escenas, demasiada iluminación en algún instante.

Hoy he podido asistir con agrado y con la presencia en la propia sala del director del filme, Juan Carlos Falcón, y una de sus protagonistas, Elvira Mínguez, a una buena película rodada en nuestro país. Sin apego al costumbrismo típico al que nos han acostumbrado los hermanos Ríos en Canarias, esta es una historia que arrancará más de una carcajada a cualquiera que desconozca la realidad canaria de los años 60.

Gran papel de Antonia San Juan, que nos recordará con "agrado" su papel en Todo Sobre mi Madre. Muy bien Maria Galiana, para mí su mejor papel (actriz que a mi juicio sobreactúa en ocasiones). Elvira Mínguez transmite gran dureza de caracter, aunque su acento canario quizá sea pelín forzado.

En definitiva recomiendo esta película a todo el que quiera pasar un buen rato. Más teniendo en cuenta que la película atrapa el interés del espectador a medida que avanza, llegando a un final digno de elogio.

Tiene un tono a menudo surrealista y disparatado, con toques macabros que pretenden hacer una comedia negra. El material da para eso pero el ritmo de la peli es demasiado lento, que para mi no favorece el intento. La peli no se acaba de desmelenar y siempre parece a punto de hacerlo, eso da sensación de que podía haber estado mucho mejor.
No me aburrí en ningún momento porque tiene un buen reparto, incluso tuve la sensación de que se han trabajado hasta el acento canario. Un poco más de marcha la hubiera redondeado.

Algunas óperas primas (Tesis, Los sin nombre y, la más reciente, El orfanato son un buen ejemplo de esta afirmación) logran trascender y lanzar así la fulgurante carrera de su primerizo director. Sin embargo, otras, pese a ser tan o más interesantes que muchas de las afortunadas, no consiguen despegar y se quedan por siempre jamás en la más injusta de las inopias. Tal es el caso de La caja, primer largometraje del canario Juan Carlos Falcón, un estupendo cruce entre la tragedia lorquiana y el melodrama de Almodóvar cuyo excelente plantel femenino no fue carta de presentación suficiente como para darlo a conocer de manera más extensa. Además de su inmejorable nómina de actrices, La caja descongestiona su denso y asfixiante drama mediante constantes latigazos de humor negro que entusiasmarán a los cafres más pulcros y refinados.

A pesar de no ser una película redonda, entretener, lo que se dice entretener, entretiene. Termina mejor que empieza. Y a pesar de tener escenas totalmente prescindible (la masturbación un espanto de escena) y de ambientar el escenario en canarias, a pesar de que nadie tiene acento canario, es más casi todos lo tienen andaluz, la película funciona. Impagable Elvira Mínguez y Antonia San Juan que vuelve a "su registro"