La guerra sin soldados

Patética película de ¿humor?, que solo tiene una frase ingeniosa, la de mi título, y que desaprovecha un reparto que se quiere estelar. No aprovecha ni una sola de las oportunidades que da la historia. El director, un zoquete, no sabe filmar con solvencia. Un ejemplo: la escena de la pelea en el bar, mil veces vista en el cine, dura menos de veinte segundos. Si decides incluir esa escena tan manida aprovecha el recurso a tope, con tortas, chistes fáciles y demás recursos, pero no lo dejes a medias.

Y al protagonista subido en el vehículo militar, Brian Keith, da ganas de darle una buena leche.

Este bodrio va directo a mi lista muy exigua de peores películas que he visto. Si me acuerdo de ella es por lo mala que es y por la decepción de pagar 200 ptas de le época por alquilarla. ¡ qué desperdicio de dinero!

Viendo la fecha, 1970, y a Tony Curtis en el reparto, uno se imagina un poco de humor de la época y un argumento simpaticón para desconectar un rato. Olvidadlo. Es estupenda para profundas introspecciones personales o descubrir que al techo le hace falta otra mano de pintura.
En esta supuesta comedia con mensaje pacifista subliminal el argumento es completamente estúpido y el humor es el gran ausente. Uno pasa los primeros 40 minutos esperando que pase algo y cuando pasa la estulticia toma las riendas hasta un punto en que te preguntas como no corrieron a gorrazos a los que parieron semejante tontería. Los actores están razonablemente bien en conjunto, aunque los malos parecen un poquito de cine mudo y hay muchos momentos de vergüenza ajena. En general abunda la brocha gorda en todos los aspectos creativos de la película aunque no se aprecie pobreza de medios técnicos.

Aunque lo intento de veras, por equilibrar algo la balanza, no encuentro nada positivo que reseñar y solo puedo recomendar aquello de ¡Corred insensatos!
El final es especialmente penoso, porque

Una prueba más de que para que una película resulte minimamente interesante es necesaria una buena dirección. En el caso que nos ocupa hay un buen reparto (actores conocidos de primera línea) y un guión que en otras manos hubiese podido dar sus frutos. Pero nada más. La película se queda en nada. Tiene lugar el desenlace (que no voy a contar), termina y piensas, bueno... ¿y qué?, ¿esto era todo?. Lo dicho, TALENTO, que lamentablemente no abunda.
Filmada en Fort Huachuca, Arizona, USA, un lugar con historia, se estrenó en este país en septiembre de 1970.