La torre de Londres

Jigsaw se copió vilmente de ese retorcido personaje, por dentro por fuera. Hablo de ese juego con los muñecos que representan a los familiares que se va quitando del medio.

La película está basada en la representación más oscura y menos histórica de Ricardo III de Inglaterra que hará todo lo posible por conseguir el poder y no perderlo. No le faltará la ayuda de Boris Karloff, como un letal verdugo, y el tono elegido por Rowland V. Lee cercano a un filme clásico de terror.
Un tanto alocada y caótica en sus secuencias bélicas, “La torre de Londres”, es algo superior al remake que haría posterior Roger Corman con esta vez Vincent Price en el papel principal.

El film comienza con un plano de Karloff afilando un gigantesco hacha, mientras en su hombro un cuervo parece contemplarlo satisfecho. Imponente. Tiene dejes de otras películas de corte teatral, por así decirlo, como El león en invierno. La fotografía en b/n es excelente, lo mejor las apariciones de Karloff, ese aire reptiliano de Basil Rathbone y poder observar a un jovencísimo Vincent Price, que ya entonces lucía su mítico bigotito.
Tiene un poco de todo, intriga, toques de terror, escenas bélicas algo caóticas, drama, romance... y todo en poco menos de hora y media.

Vista después de haber disfrutado de la versión dirigida por Roger Corman, a simple vista, esta otra película dirigida Rowland V. Lee luce más en la pantalla si nos ceñimos al apartado visual, con un diseño de producción muy superior. Por el contrario, la simpleza de la historia que narraba Corman, se convierte en farragoso culebrón en esta versión anterior, pues tratando de ser más fiel a la historia real, se pierde en personajes y líos palaciegos que hacen que el desarrollo de la historia se vuelva pesado por momentos. Me quedo con la versión de Roger Corman, que, sin ser ninguna maravilla, es al menos mucho más entretenida.