La pantalla desnuda

Película nicaragüense que se mueve alrededor de tres protagonistas que estudian en la universidad: Octavio (Roberto Guillén) de origen humilde quien vive con su madre y su hermano, su amigo Alex (Óscar Sinela) pudiente hijo de un terrateniente de la zona y Esperanza (Paola Baldion), su novia. Cuando un video de los novios teniendo relaciones se esparce por internet los conflictos comienzan a emerger.

Jaugey logra concretar una trama rica en contenido, con diversos temas y aristas que se pueden detectar. La construcción de la historia resulta ser sencilla, pero logra ir armando las piezas para darle un sentido más y más profundo. Un trabajo muy profesional, muy bien hecho, cuidadoso, con mucha naturalidad y un elenco que se acuerpan muy bien, gracias a personajes muy bien construidos.

La realizadora le da una bofetada al mal funcionamiento que se le da a la tecnología. Aunque en unos casos vital para vivir (medio de trabajo de una de las familias, el café internet) y para comunicarse (celulares, skype), se ha convertido también en una herramienta que funciona para viralizar fotos y videos (eje central de la trama) o bien, para ser vicio de niños y jóvenes (hermano menor de Octavio).

De la obra es muy interesante está idea de los motivos de sus personajes, en especial de Octavio ¿qué lo hace hacer lo que hace? ¿Celos? Por situación frente a la de sus pares, no sólo en lo evidente sino más allá, lo acontecido con su padre y la finca que tenían frente a lo que tiene el papá de Alex.

También se agradece de este genial trabajo ese cierre que es todo menos complaciente, una bofetada ahora para el espectador, no se cierran todos los hilos del entramado y por el contrario deja para que el espectador piense y repiense lo que acaba de ver, saque sus conclusiones y descubra mucha hipocresía. Muy buena película.