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Carnage Park

Acción. Terror. Thriller Para Vivian, el día no podría haber empezado peor: dos atracadores de bancos la han tomado como rehén. Milagrosamente, la joven logra escapar, solo para dar con sus huesos en un territorio vallado, controlado por un demente veterano del Vietnam con afición a la cacería humana. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
16 de julio de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si homenaje o copia del género. Por momentos "km666" " en otros "Matanza en Texas" siempre fiel al estilo de las películas de terror, donde una joven se ve perseguida por un sanguinario psicópata.
Arranca la película como un thriller, donde vemos mediante el uso de flash-backs como dos delincuentes asaltan un banco y se llevan de rehén a una cliente. Cuando parece que estamos ante una película de delincuentes perseguidos por el sheriff, con estética tarantiniana, deriva hacia una película de terror, cuando el delincuente que ha sobrevivido y su rehén se meten por caminos secundarios intentando llegar a México, pero topan con la propiedad privada de un psicópata que mata a todos los que entran en su propiedad.
La chica se verá obligada a intentar sobrevivir al típico y tópico juego del gato y el ratón.

Lo mejor está en su escasa duración, en ver la actuación de Darby Stanchfiel, (Abby Whelan en "Scandal") y en el hecho de que en esta ocasión, el director Keating se deje de estúpidos experimentos con gaseosa, como la última y pretenciosa "Darling"

lo peor es que la historia que cuenta ha sido llevada al cine docenas de veces y apenas innova o aporta nada nuevo, aunque consigue mantener el suspense hasta el final. Por eso, como hoy me encuentro generoso, voy a darle el aprobado.
Rufus T Firefly
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14 de octubre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Vivian en 24 horas le pasan más cosas que al 90 % de la gente en toda su vida.
Thriller con toques de slasher que viene a ser un homenaje a las películas clase B de los 70s, incluso para que no queden dudas hace que transcurra en 1978. Comienza muy bien, pero que a la mitad se va desinflando, y los últimos 15 minutos no tienen sentido además de ser aburridísimos.
Creo que desaprovechan a algunos personajes como el atracador Escorpión y el sheriff, y se centran demasiado en Vivian escapándose del psicópata, cosa que se vuelve monótona, genérica, y fastidiosa.
Manuel
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15 de septiembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los 70 se encontraron docenas de cuerpos en el sur de California, tocando con México. En unas tierras que eran propiedad de Wyatt Moss, que se dedicaba a asesinar a toda persona que entrara en ellas. Este caso se conoció como “el caso Carnage Park” y el asesino nunca fue encontrado. En esta película se hace una reconstrucción bastante libre de los hechos con un fuerte aroma a los grindhouse de aquella época.

Tras un atraco, Scorpion Joe escapa hacia México con una rehén en el maletero. Cuando ya nada les impide pasar la frontera son atacados por alguien que no les dejará marchar.

Una película que desubica bastante, pues va cambiando de registro en varios momentos. Al principio es un absoluto plagio a películas de Quentin Tarantino, en especial el principio que es, directamente el mismo al de Reservoir Dogs, pero sin la fuerza de esta. Luego cambia a un survival al uso, sin descubrir nada y que puede llegar a aburrir por lo reiterativo del planteamiento, recuerda bastante a, por ejemplo, La matanza de Texas. Y en el último tercio todo se vuelve un poco demasiado extraño (aquí es donde entra la mano del director) y se convierte en algo abstracto e introspectivo, por no llamarlo “raro”. Pero lo que si permanece durante toda la cinta es ese aire a película violenta estilo explotation que intenta hacerse parecer a una de ellas fracasando.

Dirige y escribe (como viene siendo habitual) Mickey Keating tras Ritual, Darling y Pod, con ese estilo tan característico suyo que o amas o lo odias, personalmente yo me inclino más por lo segundo. En la mayor parte del metraje se mantiene en un perfil bajo y se limita a copiar las cintas a las que rinde tributo y es al final cuando sí que se notan sus maneras y construye lo que debería ser una huida al uso en una escena oscura, extraña y epiléptica. Veremos cómo se va desarrollando la carrera de este director con un estilo tan característico. Protagoniza Ashley Bell (El último exorcismo) en el eterno papel de chica perseguida por psicópata (que por algún motivo que se me escapa, es inmortal), no es mala actriz, pero el personaje es muy plano, el trasfondo de la deuda familiar no es más que una nota en el pie de página, ella no tiene carácter. No me refiero a que tenga poco o mucho, es que no te dan a pensar que la chica tenga ideas propias más allá de seguir corriendo. Caso aparte es el de James Landry Hébert (Super 8) que pese a tener pocos minutos en pantalla sí que se le nota carisma y cierta personalidad, si él hubiera sido el protagonista la película habría sido algo bastante más interesante.

Carnage Park es una película que no tiene mucho a explicar y se nota, los largos silencios y repetición de escenas hace parecer que no se tienen las ideas muy claras al respecto. Pero el film es ligeramente entretenido, sobretodo en su comienzo (si es que te gusta el cine de Tarantino) y su ajustada duración rema a favor, pues cuando empiezas a aburrirte de manera seria la película termina.

http://www.terrorweekend.com/2017/09/carnage-park-review.html
TerrorWeekend
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28 de noviembre de 2017
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Mickey Keating conocido por dirigir «Darling» o «Pod» dirige con guion propio «Carnage Park», una película sobre una chica que se ve secuestrada por dos desaprensivos y que termina en medio de la propiedad de otro desaprensivo aún más grande donde tendrá que huir o morir. Entre los protagonistas tenemos a nuestra poseída favorita Ashley Bell de «The last exorcism» o «The bounceback»; o a Pat Healy conocido por «Juegos sucios» o «Compliance».

Se trata de una película de terror del subgénero supervivencia en el que durante la mayor por no decir toda la película la chica se la pasa corriendo despavorida de su agresor. La película no tiene mucha cosa más que la estética Grindhouse, aparentemente porque no tengo demasiada idea de que es solo que es como de los setenta o así, y ya está o sea que si te gustan este tipo de películas te va a gustar. Según dice el cartel al principio de la película son los crímenes más grotescos o así en mucho tiempo y está basado en hechos reales pero no sé si es cierto o forma parte de la ficción. Lo de que son los más algo no me lo creo demasiado la verdad.

Los actores están bien. Ashley poco a poco se está haciendo un huequito en el cine. El asesino de algo me suena, de otras películas supongo y el sheriff creo recordar que también me sonaba. El director lo hace bien pero teniendo en cuenta que ya había visto «Pod» y me pareció genial mucho más llena de suspense y misterio que esta o «Darling» que aunque me gustó es casi copia de «Repulsion» —ahora lo entiendo todo— es toda una decepción que se haya decantado por una película de terror estándar e la que no ofrece nada nuevo.

Tiene un metascore de cuarenta y ocho con críticas promedio o mixtas y en la tomatá un sesenta y uno. Las críticas positivas dicen de ella que está inspirada igualmente en «Quentin Tarantino, los hermanos Coen y en el cine más sucio de explotación de los 70», mencionan también el aspecto visual. Las negativas dicen que es una película vacía o demasiado larga incluso para ochenta minutos. A mí me pareció pasable, se puede ver y no aburre aunque tampoco tiene nada mínimamente interesante que ofrecer más que la estética. Si te gustan eso sí, las películas de mujeres en peligro no dejes de chequear mi lista «Mujeres en peligro» aquí en FA.
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2 de abril de 2018
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Lo mejor: la banda sonora, a la postre el único apartado que apenas muestra fisuras (esos inentendibles sonidos vocales que distorsionan auditivamente impiden su armonía) y consigue transportar a la década de los setenta en la que se engloba la supuesta inspiración; la incitación de cierto funcionario a una recientemente arruinada huérfana para que se dedique a negocios turbios, concretamente los que chicas de mente abierta y piernas todavía más llevan a cabo en burdeles, para subsanar sus necesidades económicas, una de tantas cómicas ideas (otra de especial mención es la que profiere uno de los bandidos a la mujer que ha secuestrado en un asalto perpetrado contra un banco agrícola apuntándola con una pistola haciendo alusión a su particular Biblia de unitario verso “no huyas de mí”) que, de absurdas que resultan, dibujarán tímidas sonrisas en el público; el clásico juego del gato y el ratón de cuarenta minutos (es decir, la mitad de la duración total) en medio de unos paisajes tan desoladores como las sensaciones que originan los resultados de la película como divertimento de persecutoria tortura por parte de un despiadado e infalible psicópata que, armado con un rifle y refugiado bajo una máscara de gas, dedica su existencia a coleccionar las orejas de todo aquel que ose profanar su propiedad privada, delimitada cual recinto de caza (clásica práctica donde las haya) mediante medidas disuasorias.

Lo peor: la misteriosa causa por la que Mickey Keating ha logrado reunir a un reparto con rostros verdaderamente cumplidores y en dos casos concretos (los principales de hecho) populares, antojándose un motivo puramente económico (todo el presupuesto se habrá destinado a ello, pues en nada más se observa desembolso alguno) o como favor personal, ya que el atractivo de la obra es nulo antes y después de conocer su premisa; la narración de los hechos, presuntamente circunscritos en uno de los casos más extraños del territorio inglés acontecido en el año mil novecientos setenta y ocho según se anuncia al inicio del filme, época en la que el famoso sueño americano no era tal y la venganza regía la mente de no pocos enfermos mentales valiéndose de las curiosas permisiones legales entonces existentes, siendo cada segundo peor que el anterior (por imposible que parezca desde el primero) al sucederse grandes impedimentos argumentales, como el sinfín de breves escenas reminiscentes, que no hacen sino convertir en bochornoso e insufrible, amén de sin sentido, el visionado, concluyendo de la peor forma posible, prolongada y oscura; el supremo descontrol global, que encuentra su mayor sustento en la presentación de un francotirador que no imita sino que directamente plagia el comportamiento del desagradable villano de la potente Wolf creek, dando lugar en su conjunto a la peor proyección del Sitges Film Festival 2016 (incluso puede que de todas las ediciones, nada menos que cuarenta y nueve hasta la citada) y a una incredulidad constante en el espectador, que no saldrá de su asombro al ver que Ashley Bell (la flamante protagonista de las dos entregas de la inquietante El último exorcismo) y Pat Healy (el adorable padre de familia de la salvaje Juegos sucios), cazador y presa respectivamente, añaden tan ínfimo título a su trayectoria a pesar de ser sendas garantías de éxito actoral.

Daniel Espinosa
www.cementeriodenoticias.es.tl
Tithoes
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