Navegaba hace años una noche a través de la red, desperdiciando el tiempo a manos llenas. Encontré, no recuerdo donde, el primer capítulo de esta serie. Motivado por el reconocimiento del nombre en relación a cierto poema épico hindú, me vi tentando a clickear en el enlace. A lo largo de la semana siguiente, me puse en contacto con dos amigos y les obligué bajo amenazas que se sentaran conmigo a verla. Al principio discutieron pero a partir del cuarto capítulo Arjuna y yo les teníamos en el bolsillo. Nos enamoramos de esta serie, de su bellísima banda sonora orquestada por Yōko Kanno, autora de otras BSO tan impresionantes cómo Cowboy Beebop o Stand Alone Complex, de la sencillez con la que plasma la necesidad de los seres humanos por volver a integrarse con un mundo vivo, en fragil plenitud, sin el cual no somos más que unas sombras exiliadas de nosotros mismos. Harto de tanto anime fraguado a través de las premisas de siempre, de los mismos arquetipos, de los mismos vacuos mensajes, Earth Girl Arjuna ofrece un aprendizaje, un matiz de sabiduría, que estoy seguro que muchos podréis apreciar. Son solo trece episodios, pero a mí me bastaron para, al menos en algunos aspectos, querer mejorar. Y eso, señores y señoras, es impagable.

La ciencia ficción siempre ha sido un género infravalorado. Ya siendo literatura o una obra audiovisual, la idea más extendida nos habla sobre escenarios que únicamente dan cabida a batallas espaciales, tecnología hipertrófica y personajes planos, casi sin vida. Afortunadamente, en muchos casos esta visión es un error. La ciencia ficción permite crear un marco extendido, inmenso, donde la naturaleza del ser humano, con sus grandezas y miserias, se desarrolla en todas sus consecuencias; sin límites. Los filósofos de todas las épocas se han preguntado por las primeras y últimas causas, creando hipótesis respecto a donde desembocaran nuestros pasos, que hará de nosotros la implementación tecnológica, el crecimiento de unas u otras ideas, la evolución de nuestra moral… El género del que estamos hablando permite observar esos horizontes. Es un vistazo a una posibilidad que se asienta en la naturaleza esencial de los hombres. Galáctica es una serie de ciencia ficción, pero va más allá. Nos narra la historia del último reducto de la humanidad, que debido a su presunción, dio vida a través de su ciencia a unas criaturas tan similares a ellos que pudieron entender el valor de la rebeldía, y decidieron destruir a sus creadores. Se encuentran ahora al borde del fin. Los pocos supervivientes deberán asumir la responsabilidad de guiar a los suyos y concederles un destino. Como humanos, son imperfectos, dudan, se equivocan, aprenden. El bien y el mal continuamente danzan y se superponen, redefiniéndose en cada situación. Esta serie lleva la naturaleza humana al límite, y explora las consecuencias del amor y el odio, la mente y la emoción, la locura y la genialidad, el individualismo y la fe. Es posible que a muchos el género os produzca cuanto menos suspicacia, pero no dejéis de darle una oportunidad. En cuanto a datos más formales solo recalcar lo dicho; factura técnica impecable, actuaciones más que correctas y una banda sonora brillante. No os diré que es perfecta, pero, ¿acaso es necesario que lo sea?



Un saludo