Esta obra de culto es una de las mejores de Stanley, junto con La Naranja Mecánica, 2001 Odisea del Espacio y El Resplandor. Muestra una belleza infinita en su fotografía y música, las cuales hacen que nos envuelva una atmósfera extraordinaria y mítica para deleitarnos viendo esta maravilla del cine.
Podrán decir que es muy larga, podrán tildarla de lenta, pero es una película para saborearla despacio, como las cosas buenas.
La vida de Barry es interesante desde el comienzo hasta su dramático final.
Recomendada a todos los amantes del buen cine.
Barry tiene algo que la hace especial y diferente: es una historia única e irrepetible en el cine.
Música:10.Actuaciones:10.Fotografía:10.Dirección:10.Guión:10. Por eso le pongo la nota máxima. Y me quedo corto todavía...

Y aclaro que no es mi género preferido, pero la primera vez que la vi, y cada vez que la veo, me emociono con esta joya. El film es tan bien hecho, Gibson se mete tan bien en la piel de William Wallace que por un momento te crees que es él.
Nunca tuvo ni tendrá otra actuación así. Por otra parte jamás me aburrió, porque está muy bien desarrollada, todas las escenas te dicen algo, todos los personajes están brillantes. Muy merecidos los Oscars que logró por la película y como director. Y si le hubieran otorgado el de mejor actor, hubiese estado bien también.
A Gibson pueden criticarlo por cualquier cosa menos por esta obra maestra.
Muy recomendable, incluso para quienes como yo, no son fanáticos de este tipo de cine.

Esta serie es mucho más que eso, es un mito, una leyenda. Porque Zorros pueden haber muchos, pero como el gran Guy Williams créanme,.ninguno. Este actor con su talento y carisma natural cautivó a generaciones con su interpretación de Don Diego De La Vega y del gran héroe enmascarado. Además de por supuesto Bernardo, Don Alejandro, el Sargento García, el Cabo Reyes y el Capitán Monasterio entre otros personajes inolvidables. El Zorro trascendió al tiempo, porque pasan los años y las décadas pero esta serie jamás se olvida, nunca pasa de moda. La ven chicos (como era mi caso de niño) y grandes (como es mi caso ahora de adulto). Son las mismas escenas, los mismos personajes, los mismos diálogos, pero que importa. Lo que es mítico jamás muere. Siempre perdura. Como El Zorro, la serie que siempre le ganará al paso del tiempo. Me moriré yo, mis hijos, mis nietos, mis visnietos, mis tataranietos, y esta serie seguirá siendo espectacular. Porque fue creada para ser eterna. Y lo será.

Y es que un ser humano se meta en el cuerpo de un muñeco. Algo impensado e inimaginable por donde se lo mire. Pero no logró sólo eso (como si fuera poco), sino además darle la inmortalidad para pertenecer al olimpo del cine de terror, de la mejor década del género (los inolvidables 80), vale decir, perpetuarlo a la gloria ser uno de los más grandes asesinos en serie de la historia del cine de terror. Y esto ya es decir mucho, muchísimo. Con Chucky me pasó lo mismo que con Freddy o Jason: no son sólo villanos de películas de terror, son iconos del género. Las siguientes secuelas jamás volverían a tener el impacto y escalofríos que produjo esta obra maestra.
Con respecto a si me gustó el film, cualquier explicación está demás, no?

La primera es Scarface, claro está, pero después viene esta excelente película que cuenta con una soberbia actuación de Al Pacino (lo cual no es sorprendente pero no deja de ser admirable) y una gran actuación del gran actor Sean Penn, el cual interpreta a un abogado mafioso y adicto como si hubiera nacido para ese papel. El resto del reparto se luce también, como es el caso de Penélope Ann Miller, John Leguizamo y hasta Jorge Porcel, que también brilla en su actuación.
El guión es interesante a más no poder, transportándonos por todos lo caminos que transita Carlito Brigante. Es una especie de segunda parte de Scarface, vendría a ser como un Tony Montana que quiere corregir su vida, pero como dice el título del film, su pasado lo atrapa y lo condena a vivir "esa vida".
En definitiva, altamente recomendable a los amantes del género y del cine en general.