Estrellada Noche Estrellada es una película mágica y dulce, con un fondo de tristeza real, que se caracteriza por su espontaneidad y acaso su ingenuidad, o la de sus protagonistas. Si bien tratan de huir de la realidad, esta les persigue y lacera con dureza la inocencia de sus infancias, haciéndolos crecer a pasos agigantados.
He visto los 99 minutos que dura la cinta sumido en un extraño trance. La música es hipnótica, y algunas escenas también. Es una película agradable y repito: naif, en la que entre pinceladas de arte occidental y delicados broches de exotismo oriental, se va cosntruyendo un puzle en el que todas las piezas acaban por encontrar su lugar.
Recomendable.

Me ha impresionado profundamente. Es un documental que, aunque por un lado duela y horrorice, creo que debe de ser visto, pues ayuda a comprender y por una vez desnuda impunemente, el lado más oscuro y perverso del hombre. Una lástima que asesinos como los que protagonizan las escenas que aquí representan, sigan vivos, y sobre todo regodeándose con los crímenes que cometieron. Me consuela comprobar que -al menos en apariencia-, haya quien sufre en sus carnes las secuelas de aquellos actos.
En resumen un documental brillante, y con algunas imágenes redondas.

Una película que me ha marcado. Y otra interpretación magistral del gran Mads Mikkelsen, excelentemente acompañado por un elenco de buenos actores.
Creo que es una película que no voy a olvidar en mucho tiempo. Alguno dice por ahí: No apta para depresivos. Ciertamente lo que aquí se desarrolla es un drama, pero relatado de forma concisa y verídica; es decir: no es un melodrama pastelero. Al revés de lo que a alguno le sucede, a mí no me resulta en absoluto inverosímil, sino al revés, la considero un reflejo del drama en que de un día para otro, puede mudarse nuestra existencia.
¿Qué he aprendido viéndola? Lo siguiente: Debemos aspirar a aprovechar nuestra vida (solo hay una, dice el dicho) lo mejor que podamos, dejarnos de lloriqueos banales y disfrutar plenamente cada instante. La vida es felicidad y los corazones están siempre abiertos a ella...

Lo cierto es que en cuanto supe de qué iba el argumento no esperé encontrar algo muy diferente. Entonces... ¿por qué la vi? Porque, dado que algunos de los amigas/os de mi madre le comentaron que merecía la pena, se empeñó en verla; y tuve que acompañarla. Así sufrí 120 minutazos de tedio de este inmenso panfletón.
Para empezar ¿¡cómo puede interesar a alguien el rescate de SEIS miserables, que además de malos actores y egoístas: dejan en la estacada a los CUARENTA y PICO que para ser sinceros, son los que verdaderamente cuentan!? El guión es absurdo y el sentido del humor... -¡Ya...! Los marcianos- irrisorio. La verdad no me hace gracia que se ensalce el rescate de "seis" cuando dejan a los demás en la estacada...
Y un detalle que me sorprende. ¿Acaso todo el mundo cree que si los encontraban los iban a matar? Basta concebir un razonamiento correcto y sopesado para entender que no es así. Sobre todo teniendo en cuenta que el Ayatolá no era un necio, y lo que pretendía era presionar para que enviaran de vuelta al Sha. Por otra parte, apreciaba las consecuencias que para él y su nación sunpondría masacrar a unos chicos del imperio: Invasión militar inmediata con devastación incluida.
Empezando por “mi querido Ben” los actores no están a la altura, no hay tensión y además, estando la CÍA por medio ni siquiera doy crédito a que los detalles que aquí se mencionan, sean siquiera ciertos. Y si lo son, ¿qué consiguieron mediante este absurdo recate? Hoy lo sabemos: Nada. Bueno... sí. Tres Oscar para mi estimado Ben. Vaya, mala memoria. Ahora mismo no recuerdo el nombre de quien se los entregó...

Es el retorno del ídolo caído en desgracia hacia su propia desgracia. Es una película que logra introducirse dentro de ti y viajar contigo por el Oeste americano, con el ídolo convertido casi en bufón, dañado por las viejas heridas de pasado, tatando de reconciliarse con un presente destrozado por un pasado tan vital como demoledora es la película. Me agrada que en este metraje Aronofsky se desprenda por una vez de sus matices y trucos y nos presente una crónica descarnada e incluso...veraz. Muy recomendable.