No, no es que pase palabra, simplemente es que esta película me ha parecido como el programa de la televisión. Me explico:

La trama gira ante dos etarras arrepentidos de sus crímenes, que deciden participar en una iniciativa en la que reunirse con los familiares de sus víctimas para pedirles perdón y entrevistarse. Mientras tanto, la viuda de uno de ellos se convierte en directora de la Oficina de Atención a las Víctimas de Terrorismo Vasco.

Pues sólo las dos entrevistas son lo verdaderamente interesante de la película (como el rosco de Pasapalabra en el programa de televisión). El resto es lo mismo de siempre. La familia de la víctima que lo pasa muy mal, y el etarra arrepentido que lo pasa muy mal.

En cualquier caso, la película es recomendable. Mención especial al papel de Urko Olazabal, que a mí me ha gustado más que el de Luis Tosar.

A veces puntuar sin remordimientos no es fácil.
Estamos ante una película mala. Rematadamente mala. Y es algo que sabes cuando te acercas a verla. Pero es tan divertida que merece sobradamente la nota que le he puesto.

Por lo demás, los personajes son cutres, pero a la vez perturbadores y la historia tiene (cierto) sentido. No verás mucha sangre, pero sí mucho aceite y a un Nicolas que se ríe de sí mismo. No hay nada mejor que aceparte y reírte de ti mismo. Sobre todo antes de que lo hagan los demás.

Si te gusta lo cutre, aquí tienes hora y media de diversión asegurada.

Seguro que a todos nos ha pasado lo que me ha pasado a mí. Te sientas un domingo después de comer en el sofá y te pones una película ligera. Buscando quizás el sueñecito, sin ganas de pensar mucho (las películas sesudas mejor para la noche). En cuanto le das a play sabes que estás viendo algo malo. Pero a medida que avanza la película sientes que te estás divirtiendo con un guión horrible, y unas actuaciones que producen vergüenza ajena (salvo Maribel, por supuesto). Y así durante hora y media. Después toca puntuar la película, y entonces es cuando sientes esa presión en el pecho que no te deja respirar. Que quieres ponerle un 1 y a la vez un 10.

Pues eso me ha pasado. La película es casposa como ella sola. Y el desfile de amiguetes es bastante duro de soportar. Pero la he disfrutado como un enano. Lo admito con cierto sentimiento de culpabilidad.

Y ahora buscaré el teléfono de Amil. Seguro que él lo soluciona, por que el aire ya no llega a mis pulmones.

La historia es simple: un profesor se enfrenta a sus alumnos problemáticos de un colegio problemático de los EEUU problemáticos. Pero en esta ocasión el argumento va un punto más allá con tráfico de drogas y un ex marine.

Lo mejor de la película es que no se toma en serio a sí misma. O quizás se toma demasiado en serio y esa es la parte buena. No lo buscaba, pero pude echarme unas risas con algunas escenas de lo más cómicas.

El final pasado de vueltas es sin duda lo peor, con desmesurada violencia que incluso le cambia el tono a la propia película.

Debería haber sido una película de 4, pero se lleva el 6 por los buenos ratos que me ha hecho pasar.

Parto de la base de que "Jumanji" (la de verdad) es una de mis películas favoritas de la infancia y llegaba a esta "Zathura" con muchas ganas. Hacía tiempo que la conocía, pero aún no había tenido la oportunidad de verla.

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero yo creo que eso sólo pasa cuando sabes que vas a perder. Es inevitable comparar, y en nuestro caso es imposible no hacerlo si has visto la "película madre". Las situaciones son similares en muchas ocasiones, pero igualmente son disfrutables.

En mi opinión falta trabajo de personajes, ya que son muy planos y quizás menos brusquedad en la introducción de la historia, pero como película de aventuras familiar se disfruta muy agradablemente. Es muy posible que sin la inevitable comparación, esta película ganaría muchos puntos.