Fritz Lang revalida su título de explorador de las oscuridades del alma humana con la más alta calificación. Genial guión, solventes interpretaciones y un maestro tras las cámaras. Imprescindible.

Una gran producción (para lo acostumbrado en el cine español) que dilapida sus medios en un retrato engolado de la Barcelona de posguerra. Falsa y aburrida.

En un momento en que estamos tan saturados de recursos y explosiones, visitar el cine de Tati es tan terapéutico como las vacaciones en la costa que la película recrea. Redescubrimiento y exploración de los recursos visuales más clásicos en esto de hacer reír. Magnífica.

Entretenida peli que mediante la exageración retrata muy bien la prisión claustrofóbica en que puede convertirse la infancia en manos de fanáticos religiosos.

Extraña película que parece el heraldo del cine de destape de una década después. Su gracia radica en un guión bastante insólito que no sabes si está escrito en broma o en serio y así aguantas el metraje hasta su delirante conclusión