Su principal problema es que no es una comedia, intenta transmitir seriedad con un argumento absurdo de base. Tal vez con el toque de calidad suficiente funcionaria pero no es el caso.
Leer su sinopsis equivale a ver el 90% del metraje, no sorprende en nada.
Un chasco.

La película consta, básicamente, de un conjunto de escenas vistas hasta en la saciedad en innumerables ocasiones anteriores que, además, se van repitiendo descaradamente a lo largo del metraje. El resultado final es una diarrea a partes iguales de lo peor de Habitación 1408 y de El Exorcista que solo dejará satisfechos a los menos exigentes, a quienes busquen una sucesión de espantos sin ton ni son sin importarles que el trasfondo esté completamente vacío. El final ñoño ha sido la cerecita del pastel.
Independientemente ya de la pésima calidad del producto, lo que más me sorprende es que tengan la desfachatez de vendértelo como una historia real.

No sabria decir si es mérito del guión, de cómo transcurre (no en vano, el argumento justifica sobradamente el método de desarrollo), del mensaje que transmite o de la perícia del director a la hora de juntar todas las piezas. Pero el resultado es de lo más ingenioso y brillante que se puede ver en el cine en lo que va de siglo.
Una película de culto.

Y ni eso.
No decepciona dado que su sipnosis y actor principal ya no auguran ningún buen presagio. Al terminarla solo puedes rendirte a lógica.
Entretiene a ratos, pero le cuesta sudor y lágrimas elaborar un gag digno de una comedia decente.
Solo podria ser más tonta si durara más. Por lo tanto y, a pesar de alguna escena aislada, solo la recomendaria a los más pequeños de la casa

Buena película basada en la enfermedad que sembraba el pánico en los 80, escenario ideal des de un principio para que Matthew luzca su talento a los 4 vientos en uno de los papeles de su vida.
Un drama muy interesante y recomendable a la par que curioso al inspirarse en una historia real.