Siento que un dorama con una trama interesante de base (elementos fantásticos y amor eterno) acabe en una infumable retórica de repeticiones en círculo sobre lo mismo.
A veces dudo si la traducción era mala o los guionistas se han limitado a repetir en bucle los diálogos, en especial, las conversaciones de la pareja protagonista.
Viendo la larga lista de k-dramas disponibles, hay otras opciones mejores.

Divertido dorama coreano, adaptación de la serie web China Go Princess Go (hilarante, de bajo presupuesto, con un guion fresco y un hilo conductor algo errático).
Con este punto de partida y con una producción mucho más profesional, la adaptación del guion a una comedia romántica coreana es sublime, contrastando con la original por su consistencia narrativa ( donde suelen fallar los doramas), su evidente mayor presupuesto
5 primeros capítulos hilarantes, en ritmo y situaciones cómicas, acompañados por un muy buen uso de la música y los sonidos ambiente. Bajando este ritmo, los 15 capítulos restantes siguen siendo disfrutables y divertidos.

Realmente una muy grata sorpresa.

Atrapa cierta frescura e inocencia, que emana desde el principio su protagonista, así como el fácil uso del color en toda su fotografía, lo que ayuda a entrar en esta realidad donde los hombres son un bien escaso. ¿Qué jovencita no queda enganchada en una carrera para conseguir a uno de esos pocos ejemplares disponibles del sexo masculino?

Divertida, presentando situaciones absurdas sin llegar al ridículo. Con una trama que va abriendo nuevas puertas, sin llegar a grandes complejidades que desequilibrarían la historia y que evita con éxito que se quede en una serie simplemente romántica para adolescentes.

Sus únicos 6 capítulos son todo un acierto.
A disfrutarla!

No había visionado el film hasta hace poco, y confieso que me enamoró de principio a fin. Tati logra poner poesía y encanto en un mundo frío y mecanizado gracias a ese personaje casi sin definir que es el Sr. Hulot.
Esa forma de conseguir escenas repletas de personajes donde cada uno simboliza una característica muy bien definida del ser humano, así como de su cotidianeidad, me parece mágico, como un baile donde la coreografía está tan bien definida y cuidada al detalle que desaparece por completo.
Hay una ternura tan grande sutilmente trabajada. El despistado Sr. Hulot es todo corazón a la vez que un niño, por eso conecta con su sobrino, y este le reconoce como tal.
En un mundo mecanizado sin sitio para el corazón, la ternura se impone y domina igual que la naturaleza. Esa imagen donde los niños hacen trastadas, llenas de hierbajos, contrasta fuertemente con el absurdo y ordenado jardín de la casa, su fuente y su imitación de árbol. Y todo aderezado con una gran dosis de humor, que llega tanto a adultos como niños.
Ojalá hubiera más películas con la misma capacidad de llegar a diferentes edades después de más de 50 años. Totalmente disfrutable.

Me gustan las películas de super héroes. Me gustan los remakes, en particular si me acercan a series icónicas que no pude disfrutar. Por eso me cuesta definir qué es lo que, al visionar Los Vengadores, desee que acabe ya.
Debato entre si es el ritmo, o esa inicio tan absurdo.
Tras imponerme finalizar el visionado, lo hago sin prestar atención, y ahí puedo detectar que la música es pésima. Sin estar ligada al ritmo y restando en vez de sumar.
Una lástima.