Se trata de una película sin grandes pretensiones artísticas que basa su interés en la exposición de un hecho histórico como fue la utilización de un submarino durante un episodio de la Guerra de Secesión americana.
Lo más destacado del film, amén de la historia en sí, es la participación de Donald Sutherland, con un papel marginal y, sobre todo, la de Armand Assante, que vivió su época de mayor esplendor durante la década de los 90. Por lo demás, la película cumple sin grandes concesiones con el objetivo de hacer una dramatización que resulta bastante veraz de lo que pudo ocurrir durante el asedio de Charleston.

Estamos ante una película que podríamos definir de corte clásico, sin grandes efectos ni escenas memorables, en los que prima la fidelidad a la historia antes que la espectacularidad. Tengo que reconocer que mis espectativas antes esta película no estaban muy altas pues en su día recibiera ciertas críticas negativas por el gran presupuesto empleado (uno de los más altos de cine europeo hasta entonces) y el pobre impacto que tuvo tanto a nivel de taquilla como de premios.
Bueno, a eso me he referido con el título del comentario, una película que nos sumerge en un momento histórico clave de la II Guerra Mundial con el asedio alemán a Stalingrado, de la mano de un grupo de soldados del bando perdedor (espero que esto no se considere spoiler ;DDD) y a través de los que podemos vivir la crudeza de la lucha en una ciudad que camina hacia la ruina.
Mi valoración quizás esté un poco inflada pues no hay ningún aspecto en el que destaque especialmente, pero he querido resaltar el tremendo acierto que me parece haber puesto el foco en la historia más que en unos efectos muy elaborados, imagenes ralentizadas en las que se incide en la épica de la lucha, unos dialogos con gran retórica y pomposidad con frases para el recuerdo o un reparto estelar que le de más notoriedad. La película, como ya dije al principio no destaca en nada pero parece un retrato bastante veraz de lo que pudo ocurrir y a mí me hizo sentir un poquito en aquella situación.
Me parece un film que ha envejecido bastante bien y que merece la pena su visionado.

Una película en clave de comedia adolescente que se queda a medias en su intento de desdramatizar la tensión vivida entre EEUU y Rusia durante los crudos años de la Guerra Fría. El argumento es un tanto inverosímil aunque en la línea de películas de la misma temática; el guión tampoco está mal del todo, con las típicas situaciones más o menos divertidas; en cuanto a la música, en la línea de las comedias ochenteras, con mucho rock y power pop, le dan ritmo a la acción.
Hasta aquí tenemos los aspectos que resultan más interesantes, en cuanto a lo negativo, sin duda, las interpretaciones, salvo en el caso de los tres chicos protagonistas -con especial atención a un jovencísimo Joaquin Phoenix y a su hermana Summer-, todos los adultos están sobreactuados y dejan mucho que desear. También el montaje es muy pobre y consigue que, escenas que tienen bastante trascendencia queden mutiladas.
En fin, las intenciones son buenas pero el resultado final es mediocre cuando no bastante flojo.

Una película sobre el espionaje durante la guerra fría, con un Monty ejerciendo de científico que viaja a la RDA para conseguir información de un colega alemán, tratan de captarle y tiene que huir.
Un poco floja y deja sin explotar el filón de un tema que daba para mucho más.
De todos modos, es interesante y entretenida.
Se deja ver.

Una película de espías con buenas dosis de comedia de enredo en la que los protagonistas se enredan continuamente en situaciones de engaño.
Tiene buenas secuencias de persecución entre espías de uno y otro bando en pos de unos diamantes que son el centro de la trama.
Sin demasiadas exigencias, el guión es entretenido y las actuaciones están bastante logradas. Logra su objetivo de una película divertida.