Cómo definir esta película sin parecer demasiado cruel.... es una auténtica bazofia que no hay por donde cogerla, un manantial de estupideces, una detrás de otra en un thriller que te hace entender por qué la gente se levanta de su butaca y abandona el cine.

En esta tercera entrega de Equalizer (para mi gusto la única medio regular es la primera), nos trasladamos a Italia para ver más de lo mismo, al protagonista haciendo su propia justicia de la manera más bestia y gore que permiten los cánones hoy en día. Y no hay mucho más, sólo que en empezar el estallido de violencia tarda más de una hora en la que Robert McCall, que aquí se llama Roberto, se pasea por las calles de este pueblo italiano tomando té y comiendo pescado (lo digo en serio, eso es todo lo que hace en 3/4 partes de la cosa esta).

El argumento es absurdo, el guión una basura, las interpretaciones lamentables, la dirección es la peor de Fuqua... Vamos, una joya del cine basura o subcine. Pero, sin duda, lo peor de la película son los malos, en serio, no pueden ser más idiotas.... lamentable todo.

Siento ser tan duro con una película protagonizada por Denzel Washington, que es uno de mis actores favoritos, pero de verdad que eso no es digno de un artista tan grande como éste. En fin, si la ponen en la televisión y no tienes nada que hacer, tú verás, pero no se te ocurra pagar por ver esto.

Aclaro el título de mi crítica. No me he gastado ni un céntimo en ir a ver esta basura, creo que no ha llegado ni a pasar por el cine. Me dije a mi mismo, ya que lo pagamos, hagamos el esfuerzo de verla... pero no, no merece la pena perder ni un minuto de tu tiempo viendo esta payasada.
En la línea del milagro de petinto, pero más cutre y repetitiva.

Que pena que estemos financiando la fiesta del gobierno y de sus amigotes afines sin poder decidir. Estoy profundamente en contra de que se subvencione el cine español, pero sobre todo, que se financien estas chorradas. Esta bazofia, pese a las críticas (seguramente financiadas también) obtuvo un millón de euros de subvención. Esto es lo que hace que cada día sea más y más liberal. Por favor, que alguien me explique qué interés puede tener para la sociedad esta mamelucada y porqué hay que subvencionarla.

En fin, paro aquí mi crítica que me estoy poniendo malo de pensar lo que hace este gobierno con el dinero que tanto nos cuesta ganar

Del cine europel de los sesenta, uno de los géneros más famosos, es el llamado spagueti western. Pese a ser de lo más célebre, no tuvo paralelismo en calidad. Muestra de ello es esta bazofia mal interpretada y pesímamente dirigida. Los actores son buenos, pero la realización es desastrosa. Además, parece que la han montado a toda prisa sin darse cuenta de la cantidad de fallos que se aprecian. Está claro que no revisaron la cinta después del montaje.

Afortunadamente, de entre todas las películas basura que se hicieron en la época, sobre este subgénero del oeste, algunas se salvaron y sí fueron realmente relevantes. Esta, desde luego no lo es, no merece la pena perder ni un minuto en ella.

En esta crítica, he optado por un título que rinde tributo a aquellos hombres cuya presencia parece desvanecerse en un mundo marcado por la absurdidad de lo "woke". Es un mundo que, lejos de construir una realidad justa, parece generar sólo malestar y dividirnos en una sociedad carente de principios éticos y valores, arrastrada por una ideología insulsa y estúpida que amenaza con socavar los cimientos de la civilización occidental. Mientras algunos se pierden en debates estériles, preocupados por cuestiones triviales e ideologías, otras realidades más fuertes y firmes acechan en el horizonte, listas para barrer con lo que queda de nuestra cultura.

La serie es un homenaje sentido a esos hombres cuyo carácter está forjado a fuego. Estos hombres representan la esencia del mejor amigo que se pueda tener, aquel que estaría dispuesto a dar la vida por ti y nunca te traicionaría. El protagonista encarna este arquetipo: un delincuente con una moral inquebrantable, una rareza en un mundo que parece haber perdido su rumbo.

A lo largo de la serie, abundan las escenas de acción extravagantes y las hazañas que evocan a las películas de Stallone, con la excepción de "Copland". Sin embargo, todas estas exageraciones son perdonadas por el impacto del mensaje que transmiten.

Más allá de ser un homenaje nostálgico a una generación de hombres que muchos recordamos con cariño, esta serie también representa una de las últimas oportunidades de presenciar el talento de un gigante del cine de acción como es Stallone (nació en el 47). Es un recordatorio de una época en la que la fortaleza del carácter y la lealtad eran virtudes admiradas, un bálsamo para aquellos que añoran tiempos pasados de autenticidad y coraje, algo que de seguir así, se perderá.

Esa es la razón de darle una sobrenota como la que le estoy dando a esta historia.

Ciertamente es una película muy bien hecha a nivel técnico y con una interpretación sobresaliente por parte de Agustín González y Fernando Fernán Gómez (como siempre), pero la película está totalmente sobrevalorada. El argumento es una auténtica estupidez y los actores jóvenes (en aquel momento) están ridículos, con interpretaciones forzadas y muy poco creíbles.

Se trata de una comedia erótica, pero con la idea de que fuera para todos los públicos, que triunfó por razones que no acierto a comprender.