Continuación mejorada con un ritmo intenso, aunque unos personajes y encuadres simplificados en carácter y relaciones, pero que gozan de unas actuaciones igual de buenas que su antecesora. Cinematográficamente muestra escenas gigantescas en relación a los hunos y un reflejo magnífico del carácter destructivo de la venganza en el fuego, todo ello sorprendente para la época. Deja poco mensaje más allá de las duras y extensas consecuencias de la venganza en un ligero análisis de la deformación personal de Krimilda.

Adaptación excelente que, situando contextualmente la pura necesidad y placer del entretenimiento, narra una selecta variedad de historias tan cómicas como macabras con una selección de personajes sencilla pero efectiva acompañados de una buenas actuaciones, con leve error en la sincronía del audio. La fotografía, siempre correcta, tiene destellos de imágenes compuestas y simbólicas pero el restante es simple, nutriéndose en parte de la musicalidad.

Primera parte de la adaptación del Cantar de los Nibelungos, cuya trama se presenta como introductora, de ritmo generalmente lento, con acertada ambientación y cuyos personajes sencillos funcionan acompañados de buenas actuaciones, no tan transmisivas quizá por el tono épico. La simetría tan matemática como armoniosa, así como la elegancia, definen su cinematografía junto a diversos trucos y efectos especiales destacables para la época. Habla de diversos temas en una polvorienta dicotomía entre lo mejor y lo peor de los personajes clásicos. Quisieran ambas definir al hombre y la mujer alemanes.

Adaptación de El Decamerón cruda y directa saltando de historia en historia sin rumbo fijo, donde quizá un contexto o narrador hubieran dado más profundidad, con un populacho completo y una lograda ambientación. Actuaciones de calidad, a veces desaprovechadas en el desacierto de acoplar las voces. En ocasiones su fotografía es hermosa o grotesca, aunque en otras resulta inestable o simple. Deja cantidad de lecciones maquiavélicas y reflexiones sobre la moralidad, como una crítica simplificada al mundo occidental y el cristianismo, pero también definiendo cómo somos sin vergüenza y con cariño.

Gran adaptación de El Rey Lear estilo japonés de perfecta ambientación, con un ritmo en ocasiones excesivamente lento plagada de momentos de acción que rescatan su argumento, cuyos personajes aunque planos son en ocasiones interesantes aún siendo meramente el motor de este drama. Impecables actuaciones de todo el elenco. Fotografía genuina en su juego de colores, paisajes y simetrías. Traslada mensajes clásicos de este tipo de historias medievales, sin añadir ninguna lección con profundidad o intrincada.