Anoche tocó sesión familiar con el peque de la casa. Lo primero que tengo que decir es que (seguramente seré de los pocos) nunca he visto Dragon Ball ni Naruto. Seguía de niño Los Caballeros del Zodiaco pero puedo afirmar sin temor a equivocarme que no he visto un solo episodio completo de Dragon Ball. Dicho esto, interés casi nulo por esta película.

Hablar del argumento me resulta complicado. La primera media hora es compleja. Pasan muchas cosas pero me cuesta comprender y encajar todo. El resultado es que el super super villano Freezer destruye el planeta Vegeta y a casi todos los Saiyan. Sólo quedan Son Goku y Vegeta que viven plácidamente en la Tierra repeliendo cualquier intento de ataque y por otro lado Broly y su padre que están en un planetoide perdido en el último rincón del universo.

La cosa es que Freezer recluta a Broly para atacar la Tierra y derrotar finalmente a Son Goku y Vegeta y ahí da comienzo la segunda parte de la peli, casi una hora de combate.

¿Qué puedo decir? Bien, me sobra más de la mitad del metraje, especialmente de la pelea final. Luces estroboscópicas que me dejaron al borde de un ataque epiléptico y, eso sí, una terrible jaqueca. Vegeta primero, Son Goku después, juntos más tarde y fusionados finalmente, van luchando contra Broly que parece tener una resistencia y poder infinitos. El color del pelo cambia a medida que los Saiyan ganar fuerza y su poder es tan grande que devastan la Artártida en cuestión de minutos. El hielo perpetuo da paso a un terreno baldío donde incluso aparece lava volcánica. Se autodenominan defensores de la Tierra pero parecen los responsables del cambio climático.

En fin, no sé qué decir. Es una película terrible aunque reconozco que tiene buenas puntuaciones y críticas, pero a mi se me escapa qué ven en una lucha interminable e ilógica llena de gritos, golpes imposibles y luces de colores.




Lo mejor: los primeros intentos fallidos de fusión entre Goku y Vegeta.
Lo peor: los gritos de Broly en su pelea. Aún me dura la migraña.

La trama se desarrolla en el interior de una tienda 24 horas durante una noche en la que no dejan de suceder cosas. Tenemos al dueño de la tienda, sus dos jóvenes empleados y toda una serie de clientes y demás visitantes a cual más estravagante. Un atracador que quiere rememorar viejos tiempos, un policía corrupto, un famoso y atractivo mafioso y criminal o una animadora llena de curvas son sólo algunos ejemplos.

La puesta en escena me ha encantado. Los personajes son un tanto caricaturesco pero es justamente eso lo que se pretende y en conjunto, la cosa funciona bastante bien. Realmente recuerda al cine de Tarantino, especialmente a "Pulp Fiction". Una banda sonora contundente, diálogos donde no faltan (en inglés) los fuck y shit marca de la casa, tiros, violencia, humor negro azabache y erotismo que incluye hasta sexo, implícito y hábilmente censurado, eso sí.

Hay algunas escenas sublimes e hilarantes. Me he divertido y soltado alguna que otra carcajada y disfrutado de hora y media repleta de ritmo y con un guion ágil. Entonces... ¿por qué un notable? Pues porque como suele ser habitual en bastantes películas, todo va degenerando al final. A algunos personajes simplemente les cambia la personalidad y el desenlace , pese a que la idea me parece realmente buena, se me queda algo cojo. Aún con todo es un título que bien merece un visionado y que no dejará indeferente a nadie.

Vicky Zhao Wei es doctora en el hospital, una neurocirujana ávida de intervenciones quirúrgicas y que a veces antepone sus propios intereses a los del paciente. Wallace Chung interpreta a uno de los criminales más buscados de la ciudad. Se ha visto envuelto en un tiroteo y ha recibido un disparo en la cabeza. Está milagrosamente consciente pese a tener una bala alojado en el cerebro. Louis Koo es el agente de policía encargado del caso y tiene montado un operativo en el hospital para vigilar al detenido.



El planteamiento no aporta demasiadas novedades al género y los tres personajes son arquetipos claros del rol que representan. Por un lado una doctora (siempre un placer disfrutar de Zhao Wei) seria y abnegada en su trabajo, muy profesional ella. Por otro, un malo muy malo que además es irónico, mordaz y extremadamente inteligente. Y luego está el policía que hace de policía, sin duda el peor de los tres personajes y cuya interpretación resulta anodina.



Las tramas secundarias están metidas con calzador para rellenar y alargar un poco el metraje (hora y media escasa) pero lo realmente importante es la interacción entre los tres, cómo cada uno intenta llevar la situación a su terreno. Nada demasiado destacable ni sorpresas en el guion.



Sin embargo, lo que apuntaba a peli mediocre, mejora inesperadamente el último cuarto de hora. Johnnie To nos regala 10 minutos sorprendentes que hacen que lo anterior haya merecido la pena. Acción trepidante, tiros, adrenalina, pólvora, intensidad, ritmo... y todo ello rodado de un modo cuanto menos peculiar con un empleo de la cámara lenta (o algo parecido) que no había visto antes y unos planos visualmente muy atractivos.


- Lo mejor: esos 10 minutos intensos.

- Lo peor: el papel del policía.

En un pequeño pueblo rural de la India, varias mujeres se enfrentan a las tradiciones machistas y recalcitrantes que dominan la sociedad con el único deseo de ser libres y felices.


Leena Yadav, la directora, se atreve a hacer una crítica mordaz a las costumbres misóginas más tradicionales que sitúan a las mujeres como meras sirvientes y objetos sexuales. Y lo hace sin tapujos, con sentido del humor y abiertamente, sin cortarse en hablar de sexo. Una grata sorpresa, bravo.


En el estado de Gurajat donde se desarrolla la historia, aún se rigen por normas patriarcales promulgadas por una especia de consejo de sabios (hombres, por supuesto). Las mujeres se sientan a parte y apenas son respetadas. La película se centra en varios personajes femeninos:


Rani. Con 32 años y un hijo de 17, es viuda desde los 15 y desde entonces viste de rigoroso luto y ningún hombre ha vuelto a tocarla siquiera. Ropas negras y marrón oscuro frente al extraordinario colorido de las vestiduras del resto de mujeres del pueblo. Pese a todo, fiel a las tradiciones, se hipoteca para "comprar" una esposa para su hijo Gulab, una niña... Janaki.


Janaki. Es sólo una niña y con apenas 15 años es vendida y pasa a ser hija de Rani y esposa de Gulab aunque un simple detalle como tener el pelo corto le causará grandes problemas.


Lajjo. La mejor amiga de Rani. Está infelizmente casada con un borracho que la golpea casi a diario, la humilla, la insulta... Una joya, vaya. Y todo porque no puede tener hijos, la única virtud de las mujeres. Pero, ¿y si quien no puede tener hijos resulta que es el marido?


Bijli. Bailarina exótica y prostituta. No es del pueblo, pero es amiga de Rani y periódicamente acude allí con su espectáculo itinerante. Baila para los hombres del pueblo y su jefe cobra a quien se quiera acostar con ella. Su llegada revoluciona el lugar (la apodan la "Terremoto") y nos muestra la doble moral de esta gente. Los mismos hombres que menosprecian a sus mujeres, acuden en masa.


La película es durilla (palizas, por citar algún ejemplo) por momentos, pero también tiene sus momentos divertidos y picantes que confieren al conjunto mayor calidad si cabe. Me ha sorprendido gratamente ver la valentía de la directora y la historia que nos presenta. La relación entre las 4 protagonistas, la amistad incondicional, el cariño y la naturalidad con que interpretan sus papeles, son sin duda los puntos fuertes.


Hay muchos mundos diferentes y están en éste.



- Lo mejor: crítica social sin pelos en la lengua.
- Lo peor: prácticamente sólo hay un personaje masculino decente, el resto son machistas total.

A priori, la presencia del simpático Cha Tae-hyun en el reparto (y un curioso cartel), apuntaba a una divertida comedia. Nada más lejos de la realidad. Algunos golpes de humor en los que te ríes, pero básicamente se trata de una cinta dramática, bastante lenta y sin demasiado ritmo al principio, que va de menos a más y que afortunadamente termina en uno de los finales más emotivos que he visto últimamente.

Cha Tae-Hyun interpreta a un tipo de vida anodina y solitaria que intenta a toda costa suicidarse, siempre sin éxito. A raíz de su último intento donde casi lo consigue, adquiere la habilidad de ver a los muertos. 4 fantasmas se pegan a él y le utilizan para conseguir cumplir su sueño antes de abandonar definitivamente este mundo. Una enfermera (Kang Ye-won) completa el reparto y aporta el personaje femenino que no podía faltar en una peli de este tipo.

Me ha hecho gracia la interacción del protagonista con los fantasmas. Cada uno de los 4 fantasmas tiene una obsesión y para llevarla a cabo deben poseer el cuerpo Sang-man, el pobre hombre que sólo quiere morir tranquilo. Uno de ellos es un fumador empedernido y aunque Sang-man no fuma, comienza a hacerlo. Otro es un niño cuya pasión es comer, sobre todo golosinas (Sang-man come dulces a todas horas), otro un pervertido obsesionado con el trasero de las mujeres y con el alcohol. Por último, una mujer que no deja de llorar y esconderse. Las caras de Cha Tae-hyun cuando "hace" de fantasma es lo divertido de la película.

Sin embargo, como ya he comentado, es un drama puro y duro. Reconozco además, que la primera mitad ya llegado a aburrirme por su falta de intensidad. Afortunadamente, un giro al final de la película hace encajar todas las piezas de un extraño puzle y el resultado es una bonita historia. Lástima que no mantenga el gran nivel del final en el resto del metraje... Esperaba algo más.