Que una miniserie protagonizada por Jake Gyllenhaal secundado por Bill Camp y Peter Sarsgaard entre otros no merezca en mi opinión más de un aprobado raspado dice mucho y malo de la misma.
El reparto cumple en papeles que les van como anillo al dedo, con alguna sonora disonancia que ha sido comentada por aquí - Negga y su indifendible papel como esposa del protagonista-.
La historia se estira un par de capítulos de más, como si añadieran cucharada y media de maicena al guiso para que parezca más denso de lo que es, y se repiten actitudes y comportamientos bastante ridículos y extraños entre los protagonistas. Destaco por totalmente deslabazado el intento de affaire/desquite de la mujer con el barman, metido con calzador y mojigatamente resuelto. Tampoco el protagonista se escapa de actuar como un pardillo angustiado hasta la taquicardia en un contexto que es el suyo al cien por cien siendo fiscal.
Tiene momentos interesantes que se combinan con los bastante absurdos anteriormente citados, y donde el globo explota y deja ojiplático es en el final -no diré nada pero quien llegue hasta ahí ya me dirá-.
Si no tiene alternativas, se puede ver...Nota: 5.

Es una película interesante, en absoluto desdeñable. Narra una historia archiconocida: la carrera espacial en plena Guerra Fría que sostuvieron los EEUU y la U.R.S.S. en los años 60 por ver quién era la primera potencia mundial en poner un pie en la luna.
La ambientación es excelente y nos mete de lleno en los hangares inmensos de Cabo Cañaveral, y la historia tiene la enjundia suficiente para mantenerte antento a lo que sucede -juega con la teoría de la conspiración de manera inteligente y bien resuelta-.
El reparto cumple con creces, salvo en su protagonista masculino: la inexpresividad facial de Channing Tatum es de no creer, y aunque es buen mozo en esta ocasión no le han permitido mostrarnos gratuitamente ni pectorales ni glúteos, cosa harto infrecuente en su filmografía.
Johansson y Harrelson demuestran lo buen todoterrenos que son, en unos papeles que les sientan estupendamente, y los secundarios no desentonan.
No pasará a la historia del séptimo arte, pero entretiene que no es poco. Le sobran veinte minutos pero esto ya es aplicable a cualquier película que se rueda hoy en día.
Nota: 6,25.

Tras el esperpento de los últimos premios Óscar -espero que alguien haya sobrevivido al visionado completo del bodrio de la película ganadora-, me quedaba muy poca esperanza en el cine de verdad: una buena historia, con buenas interpretaciones, y una filmación interesante. No es pedir demasiado, aunque parezca milagroso que las tres premisas coincidan el esta era de las plataformas del ocio haciendo pelis y series como churros.
Pero el bueno de Ben Affleck, rodeado de sus amigos de armas Damon y Bateman se atreve a hacer una película con una buena historia, buenos actores y a rodar la misma con sentido y gusto.
Bravo! Permanece el interés durante su duración, sin disparos ni explosiones, sin personajes bizarros ni deshumanizados, sin pirotecnia artificial y vacía finalmente.
Un retrato nostálgico de los mid 80's usamericanos con una tensión en la trama soportada en los tranquilos hombros del protagonista Damon, y multitud de pequeños momentos gozosos, de los que destaco las conversaciones de los personajes de Damon y Bateman, así como todos los momentos en los que la gran Viola Davis ilumina la pantalla con su mirada y sus sabios silencios.
Absolutamente recomendable en un momento bastante alicaído del panorama cinematográfico esta Air, que consagra a su director como un brillante fabricante de buenas películas: se le está poniendo una cara de Clint Eastwood que espanta al bueno de Ben Affleck.
Nota: 8,15/10.

Película que recrea el duelo de tableros acaecido en la Filipinas de Imelda Marcos en 1978, entre el hombre del aparato comunista Karpov y el disidente Korchnoi. Y alucina vecina: los buenos son Karpov y sus acólitos soviéticos!
Pues sí, es una película rusa de 2021, y en lugar de ponerse de parte del atribulado y excéntrico Korchnoi, presenta a Karpov y la caterva de botarates made in apparátchik de la U.R.S.S. como a los buenos de la historia.
El innombrable jefe del inmenso país debió pensar que no se puede ni debe olvidar más de medio siglo de la Madre Rusia ni sus logros, ni tan siquiera cinematográficamente. Y menos si se ha montado una industria del cine a golpe de talonario para loar las grandezas de la euro asiática nación.
Dicho esto, la película es entretenida con momentos más acertados que otros, y si te interesa el ajedrez pues alguna cosa que todavía no sabías del famoso duelo averiguarás. Rodada con dinero y con unas interpretaciones muy dignas por actores y actrices desconocidas para mi.
No es Gambito de dama, pero entretiene y te hace esbozar una sonrisa burlona cuando la cuadrilla del protegido Karpov celebra su no deportación a Siberia - fuese cual fuese la Siberia soviética de 1978- tras vencer entre unos cuantos al agotado verso libre de Víktor Korchnoi.

Una serie del omnipresente Sheridan, que de un tiempo a esta parte está en todas las salsas. Una familia comandada con mano terca y de hierro por Costner, temprano viudo y que atiende a mil frentes que acechan a su amado rancho con la ayuda de sus peculiares hijos. Tiene tintes folletinescos en el mejor de los sentidos que beben de series de los 80 - vienen a mi memoria Dallas o Falcon Crest-, pero lo que la eleva es la cruda violencia que todavía conserva el Salvaje Oeste y las constantes escenas de las tareas que llevan a cabo los vaqueros en el rancho.
El pulso que Sheridan y Linson dan a las tramas, y el punto rudo y sin paños calientes de muchas de las escenas hacen que no decaiga el interés en ningún momento. El reparto es notable, capitaneado por un Costner con un papelazo a su medida como patriarca del clan Dutton, y los hijos no se quedan atrás, especialmente Reilly en el papel de hija/protectora de un padre solitario y rodeado de problemas.
Muy recomendable, nota 7,5.