Me encanta el cine que desde hace ya algunos años nos trae como director el veterano e incombustible Clint Eastwood. Su manera de hacer cine es sobria, sencilla, directa y maravillosa y aún me gusta más el Clint director cuando nos trae hechos ocurridos en la vida real, pertenecientes a determinados momentos de un pasado reciente, como es el caso de "Sully" o de esta encantadora "Richard Jewell".

La película parece un documental de lo vivido aquella noche de verano en ese parque Centennial de Atlanta, en Georgia, durante las Olimpiada de 1996 en la que un impresentable colocó una bomba bajo un banco del mismo. Richard Jewell, magistralmente interpretado por el actor Paul Walter Hauser, quien trabajaba como vigilante de seguridad aquella noche allí, detectó la bolsa abandonada donde se encontraba el artefacto a punto de explotar y gracias a su profesionalidad consiguió evacuar a gran parte del público que acudió aquella noche a un concierto en vivo, salvando muchas vidas en el momento de la final explosión.

Yo no recordaba para nada este hecho y, quizás por ello, me ha enganchado más esta película. Es conmovedor el calvario que tuvieron que sufrir Jewell y su madre, una inmensa Kathy Bates. Jewell pasó, en días, de ser un héroe a un terrorista, ya que el FBI y la prensa lo condenaron como el ejecutor del atentado así porque sí.

Ya digo que el trabajo de Paul Walter Hauser dando vida a ese chico humilde y aniñado, muerto de miedo, enfrentado al todopoderoso FBI, es encomiable. Kathy Bates es su madre, sufridora y muerta de mido de poder perder a su niño y un maravilloso Sam Rockwell se pone en la piel de su abogado, el único que pone toda la carne en el asador por esta familia. Descubrimiento de la actriz Nina Arianda como secretaria de Rockwell, y unos secundarios muy correctos como son el guapo Jon Hamm como agente el FBI y la bella Olivia Wilde como periodista que hace saltar la noticia a la prensa.
No puedo dejar de recomendarla.
Un saludo,
Tess

He tirado la toalla ya con Jennifer Aniston. He guardado todos estos años la esperanza de que volviera a sorprendernos con un personaje como el que hiciera en "The good girl" pero ya no espero nada de ella aparte de esta serie de personajes en las que la actriz parece haber visto su única salida para permanecer en el candelero cinematográfico. La propia Aniston parece haberse resignado a ello y da la impresión de que, conocedora de que nunca va a protagonizar nada merecedor de algún premio que no sea los Razzies pues pone todo su lado cómico (que lo tiene) al servicio de directores noveles y de expertos en comedias románticas como en este caso. A su favor tengo que decir que le ha cogido el tranquillo, que no lo hace mal y que tiene una gran química con su compañero de reparto, un Gerard Butler que sí que está tocando todos los "palos", que empezó realmente fuerte con su "Fantasma de la ópera" de Andrew Lloyd Weber y su Leónidas en "300" y que últimamente está tirando más para la comedia. A mí personalmente me parece un buen actor que está como un queso, para más inri. De los secundarios, tan pobres en este tipo de películas, destacaría a Christine Baranski. En cuanto a la película en sí, me esperaba un auténtico bodrio tras las malas críticas dejadas aquí, pero tengo que admitir que está mejor de lo que podía imaginar, que me ha entretenido, que tiene sus momentos y que me ha hecho desconectar de mi rutina durante hora y media, que es lo que buscaba.

Recuerdo que durante mi estancia en Holanda, las dueñas de la casa donde vivía nos pusieron esta película que había sido estrenada dos años antes y recuerdo que la disfruté bastante pero no le había dedicado ni un solo pensamiento durante todos estos años posteriores. Ahora que estoy echando un vistazo a las películas que forman parte de la carrera como actor del veterano Bruce Willis le tocó dejarse ver de nuevo y, la verdad, no está tan mal como la gente opina, por lo menos a mí me ha entretenido todo el tiempo que es lo mínimo que se pide a este tipo de películas.

Willis es un asesino a sueldo al que llaman "Chacal", del que nadie conoce su verdadera identidad y al que encargan asesinar a la Primera Dama americana y la verdad es que el actor está francamente bien, con cambios de look permanente como si fuera un Mortadelo cualquiera y la verdad es que engancha con todo el desarrollo de la preparación del atentado.

Como contrapunto a Willis decidieron contratar a un Richard Gere que se puso en la piel de un antiguo terrorista del IRA al que el FBI pide ayuda para encontrar al Chacal. Gere está más que atractivo pero, sinceramente, deja bastante que desear y no consigue igualar a Wilis a la hora de ponerse frente a la cámara.

Junto a ellos los tenemos al veterano Sidney Poitier, al que siempre es un placer ver actuar, como jefe del FBI y a una Diane Ladd en la piel de una agente rusa que ayuda en la operación. La verdad es que Ladd es lo mejor de la película junto a Willis. Jack Black también tiene un papel secundario pero es un actor del que no suelo disfrutar y esta no ha sido una ocasión diferente.
Entretenida y recomendable.
Un saludo,
Tess

Bernardo Bertolucci no es santo de mi devoción y comprendo que a más de uno/a le haya podido parecer esta película un poco insoportable. Para mí ésta es una obra difícil de digerir y la puedes llegar a odiar o te puede encantar. En mi caso me inclino por lo segundo, después de haberla visto hace bastante tiempo y no llamarme la atención de forma especial, decidí recuperarla hoy y darle otra oportunidad, y me ha encantado. Debra Winger está sensacional, es una actriz más que discreta, no es la típica Star System y cumple más que correctamente con su papel de americana acomodada que cambia radicalmente su vida al trasladarse al desierto del Sáhara. Su cambio vital, la transformación de su personaje y la relación tan especial que tiene con ese hombre del desierto me han encantado. Junto a ella está John Malkovich, un actor que tengo que reconocer que siempre me ha dado algo de grima, tiene un aire ambiguo que no me acaba de llenar, pero está más que aceptable. También podemos disfrutar de una más que sorprendente actuación del británico Timothy Spall, genial su personaje y actuación, pone la nota cómica a la película y el guapo Campbell Scott está correcto también. Totalmente de acuerdo con uno de los anteriores usuarios, la BSO es impresionante, si podéis haceros con ella merece la pena, y los paisajes son una maravilla. Aguantad el comienzo de la peli y dádle una oportunidad, merece la pena.
PD. El hombre mayor que aparece el café al comienzo y final de la película es Paul Bowles, el autor de la novela en la que está basada la cinta.

Cómo me gusta el cine argentino y qué buena película nos traen estos dos directores, Mariano Cohn y Gastón Duprat. Creo que son totalmente merecidos sus múltiples premios y su nominación por parte de Argentina a representar al país en los Óscars de ese año como mejor película de habla no inglesa.

Par mí ha sido un total descubrimiento, tanto en lo que se refiere a sus directores como a sus actores, sobre todo ese inmenso protagonista, Oscar Martínez, que se carga a sus espaldas todo el peso de la película.

Me encanta su sencillez de medios, su austera fotografía y su simple forma de estar filmada, dándole más mérito al buen hacer de sus actores.

Estos actores han sido todo un hallazgo para mí, empezando por el principal protagonista, Oscar Martínes, dando vida al escritor Daniel Mantovani. Martínez es uno de los grandes actores argentinos junto a Darín y aquí nos regala una enorme actuación fortalecida por sus planos cortos, sus gestos, miradas y manera de hablar. Él es un escritor que se ha hecho famosos y rico por escribir sus libros tomando como referencia a personajes o situaciones de su pueblo, Salas, del que salió cuando tenía sólo tenía 20 añitos y al que no ha vuelto en 40 años ni siquiera para enterrar a su padre. Él reniega de su pueblo, una pequeña y muerta localidad del interior de la provincia de Buenos Aires, que le asfixiaba y le impedía crecer como persona. Nunca se sintió de allí, siempre huyó de él y de sus gentes y éso no se lo perdonan en su pueblo qué va, al contrario, todos sienten algo de envidia y rencor por la indiferencia mostrada por su "Ciudadano Ilustre", por creerse ser más que ellos, por su mirada arrogante y su complejo de superioridad. Y la envidia y los celos son muy malos, todos los sanemos, y pueden hacer florecer los más bajos instinto en las personas.

Siguiendo con sus actores, tenemos al cómico Dadi Brieva. Algunos dicen que es un pésimo actor dramático pero creo que aquí combina perfectamente su comicidad con su amargura más grande de forma más que correcta y a mí me ha gustado.

También podemos ver a la que fuera modelo y presentadora de televisión, Andrea Frigerio, en una modesta actuación como antiguo amor del protagonista, abandonada en ese boquete cuando éste decidió partir para Europa sin mirar atrás, sometida a un marido celoso y egoísta y a la joven Belén Chavanne como su hija, joven con un desparpajo increíble y con un futuro brillante en el cine, de hecho ya ha trabajado en USA.
Más que recomendable.
Un saludo,
Tess