Ningún interés. Mal guión, mala interpretación, nefasto sonido, en definitiva no engancha ni un ápice. Pérdida de tiempo empleado. Me gustan las películas policiacas basadas en los años 80, del cine quinqui, pero ésta desgraciadamente no terminó de gustarme, y me duele porque empieza muy bien, pero se queda en nada.

Película que empecé con interés por tratarse de cine de autor, en éste caso del director José Luis Borau… De entrada la trama me fascinaba. El personaje de Rafael Álvarez El Brujo, Evelio, queda tan ensimismado con un anciano poeta, que predica un estilo de vida de libre albedrío, tan peculiar, que Evelio decide seguirlo cuál discípulo de Cristo a donde quiera que vaya… Prometía la película pero pronto dejó de tener interés, buenos actores pero muy mal guión en mi opinión. Así que no me ha convencido la trama….

Ésta película habla sobre la utopía de la lucha del pez pequeño ( que casi siempre pierde) contra el pez grande ( el que casi siempre gana) , habla de los buenos valores del ser humano ( hoy en franca extinción), habla de AMOR en toda su expresión, habla de SOLIDARIDAD con los que te rodean, y sobre todo habla de encontrar nuestro lugar en el mundo, aunque a menudo el camino tenga muchas piedras, pero valdrá la pena….Respecto a las interpretaciones poco que decir, Federico Luppi, José Sacristán y Cecilia Roth de 10, magistrales.. En ocasiones la película me ha parecido un poco lenta, falta de ritmo, pero los diálogos son sublimes…cómo cuándo se juntan todos a comer, o cuándo José Sacristán y Federico Luppi se emborrachan..

Antonio ( José Sacristán) fue de jovencito un cantante coplero conocido cómo Castañita….hoy, ya adulto, es un vagabundo, y cómo tal camina sin un rumbo fijo, a expensas de las experiencias que le marcan su día a día, donde de una forma u otra, el siempre trata de ayudar y hacer el bien a las personas que se encuentra en su triste ( de ahí lo de cara de acelga) deambular.
Al principio Antonio se encuentra haciendo autostop a un desquiciado Raúl Sender, el cuál lo llevará en su coche y lo dejará en un bar de carretera, donde se pone a ayudar de camarero a un agobiado matrimonio y a su hijo friki que siempre lleva unos auriculares escuchando música clásica..Después Antonio sigue su camino subido en una pequeña camioneta celebrando una boda, que los lleva a un pueblecito interior, donde Antonio ve en un bar unos cartelitos suyos de cuando actuaba en los teatros como Castañita, recordando a la dueña la cuál regenta el cine del pueblo ( Amparo Soler Leal), la cuál recupera la alegria al recordar a Antonio y esos viejos tiempos cuando actuaba en su cine teatro. Pero Antonio sigue su deambular, y ésta vez es reclutado por el personaje de Fernando Fernán Gómez, así cómo por la mujer de éste Marisa Paredes, para que se disfrace de cura y robe un cuadro de un convento de monjas..A partir de ahí continúa la trama en la que cómo siempre Antonio buscará cómo un Quijote en su ruta por los caminos hacer el bien a los demás…Para mí es una película entrañable, muy bien lograda por su director José Sacristán, aunque quizá a veces le falte algo de ritmo, sobre todo a partir de las escenas con Fernando Fernán Gómez( inmenso cómo siempre)….
Por cierto la música de la introducción y del final es deliciosa…Aquí conocí al cantautor Silvio Rodríguez y su precioso tema A dónde van…..las palabras…..

Película para pasar una tarde de sábado en el sofá..trata sobre un capitán de carácter muy arisco, desagradable, Fernando Fernán Gómez, el cuál tras ser herido en un levantamiento en la ciudad en las guerras carlistas, es acogido y curado en casa de una condesa( con apuros económicos) y su hija Angustias (Sara Montiel). Poco a poco las circunstancias darán lugar a la resolución de la trama. Además de Fernando Fernán Gómez, muy bien en su papel de capitán veneno, el de Sarita Montiel ( hermosa cómo siempre), mencionar a Amparo Martí que hace de madre, y José Isbert en su papel de médico.