*El Reparto

En La Sombra Rafa Blanes asume el papel de Juan. Un hombre desvastado que ha perdido todo atisbo de esperanza que le quedaba. Con este rol principal se nos adentra en una historia envuelta en medio de un gran drama postapocalíptico. Con claros ecos referenciales a The Last of Us. Juan es un hombre que lucha por sobrevivir en un mundo desvastado. La actuación de Rafa Blanes es completa y desgarradora, desplegando toda una gama de gestos y emociones en el papel de un hombre atormentado en busca de un mañana mejor.

Acompañan a su personaje una magistral Vicky Castillo, que además asume varios roles en la producción de la cinta, desempeñando el rol de María, un papel secundario dramático pero de gran peso y significancia en la película.

El reparto continúa con la muy grata presencia de una joven Carla Córdoba Romero, en el papel de Elena. Este personaje es un símbolo de toda la luz y la esperanza en la cinta. Tiene una réplica en el que posiblemente sea el personaje más humano y compasivo de todos, Lucía, interpretada correctamente por Silvia Navarro.

Finaliza el reparto con la interpretación de Iván Ojeda como Felipe, el antagonista de la cinta. Siendo este un papel complicado y con claro oscuros, pero que con bastante solvencia logra resolver el entuerto.

*Guion y trama de la película

En La Sombra las conversaciones de los personajes son ágiles y naturales. Se puede apreciar a lo largo de la película la sensibilidad artística de Juan como protagonista. Las referencias a García Lorca, Polanski o Kubrick están presentes a lo largo de toda la cinta. Más como citas directas que como homenaje en sí mismo. En medio de la sociedad apocalíptica, a través de las referencias al arte, se deja ver un trasfondo mucho más amplio y por descubrir, pero que muestra que la sociedad se ha tornado en desastre y el nomadismo parece la principal respuesta cuerda.

La estructura de la película es clásica, con su planteamiento en tres actos y algunos flashback recurrentes en el personaje principal. Mediante las conversaciones y la exploración del entorno por los protagonistas, la película avanza, planteando los dilemas que suceden en un mundo post apocalíptico, reflejo quizás de lo que pueda suponer la caída total de las normas éticas y morales.

*Filmación y fotografía

Quizás en este punto es donde la cinta tenga su punto débil y algunas fallas. Hay que tener en cuenta que el presupuesto de La Sombra es ínfimo, apenas 1500 euros. Con ese dinero y con un grupo motivado y entusiasta, la película sin embargo consigue funcionar y resultar un producto digno. De la necesidad se hace virtud y en las escenas de acción se opta por coreografías sencillas pero efectivas. Los primeros planos de los personajes dominan la cinta, en especial en los momentos de diálogo. Pero también la cámara nos muestra bellos paisajes de la serranía cordobesa y junto a la fotografía, consigue transmitir una amalgama de sentimientos.

El color cálido que domina la cinta y el sonido de una guitarra, logran impregnar toda la cinta de un sentimiento de melancolía, nostalgia, desazón y tristeza. En un post apocalipsis, cualquier resquicio del pasado es un tesoro al que aferrarse y una muestra fundamental de lo que queda de la humanidad.

Sin embargo en algunos momentos, la cámara al hombro o los planos de transición, acaban siendo poco fluidos. Algunas interpretaciones resultan amateur y algunas situaciones se evidencia esta falta de medios. No obstante estos pequeños problemas no suponen un problema en el visionado de la cinta y sobre todo si se tiene en cuenta los pocos medios de los que dispone la cinta.

*Conclusión

La Sombra es el resultado de un esfuerzo conjunto de un grupo de personas que ama el cine y ha llevado a buen puerto una producción sobre el fin del mundo. Generalmente, las obras de debut suelen optar por la comedia o el drama, sobre todo si se cuenta con pocos medios, por la facilidad que supone en cierta medida realizarlos. Sin embargo, la originalidad de La Sombra destaca por su apuesta en un género que no se ha tratado mucho en España. Le deseo a esta película un largo recorrido en festivales y una oportunidad por parte de las distribuidoras, porque honestamente, creo que lo merece.

Escrito por Juan Carandell Rojo

*Nuevo internado, nuevos frentes

Asier Anduenza y Laura Belloso resucitan una de las ficciones insignias de la historia de la televisión española, pero con un nuevo comienzo con El internado Las Cumbres. Esta nueva serie se ambienta en el mismo universo, pero en un lugar totalmente distinto al original. Durante los primeros episodios empiezan a establecerse las piezas sobre el tablero, convirtiéndose en un puzzle de suspense y thriller que mantendrá al espectador muy atento a lo que acontece en el extraño internado. Aunque al principio cuesta algo más terminar de afirmarse, no tarda en hacerlo y la línea argumental que los une hace que se consolide sin mayor problema. Para aquellos que disfrutaron de las aventuras de la ficción original, seguramente, sea un gozo y para los que no la vieron, como es el caso, es una oportunidad para formar parte de esta nueva generación.

A través de una la tela de araña que va desarrollándose, evolucionan distintas tramas secundarias que dan mayor fuerza a la propia serie, para no dar una sensación de estancamiento. Sin embargo, hay algunas problemáticas que no fluyen del todo como debieran. Varias de ellas están relacionadas con las motivaciones sentimentales de los personajes, que, a pesar de dar ese punto de romanticismo, hay partes en las que se vuelven reiterativas y no dan mucho más juego en la ficción. Pese a ello, los guionistas no se han dejado llevar por lo pasional, sino que han dado mayor importancia al misterio que va creciendo como un monstruo y es lo que fascina a la audiencia en esta primera temporada. Al ser una primera temporada, con proyección de segunda, se convierte en un inicio notable que prepara todo para una segunda entrega todavía más potente.

*Todos tienen algo que esconder

La nueva generación que se presenta en El internado Las Cumbres no es desconocida para el gran público, ya que se les ha podido ver previamente en otros proyectos audiovisuales. Para comenzar, Asia Ortega, como Amaia, se convierte en una de las protagonistas más importantes de la serie. Con garra, fuerza y brío aborda su personaje, al que le da cierta sensibilidad en varios momentos, para no caer en la redundancia del héroe. Únicamente, la edad que representa no se ve totalmente verosímil con la que aparenta. Después, Albert Salazar mejora según avanza la serie, estableciéndose con mayor fuerza a partir del tercer episodio. Ese contraste entre ingenuidad y tesón, hace que obtenga un abanico muy interesante. Por otro lado, completan el grupo Daniel Arias, Paula del Río, Carlos Alcaide y Daniela Rubio, que realizan una labor estupenda, que se afianza a lo largo de los episodios.

El elenco adulto también es conocido para el público, con grandes nombres de la industria. Natalia Dicenta y Ramiro Blas lideran el grupo como Mara y Darío, respectivamente. Por su lado, Dicenta logra una interpretación espectacular, con una frialdad sugerente a la par que tiene secuencias donde se ve la fragilidad de su personaje. Una expresividad muy bien desglosada. Luego, Blas mantiene ese carácter y personalidad peculiar que envuelve a su forma de interpretar, aunque desde un perfil más suave al que está el público acostumbrado. Después, Alberto Amarilla interpreta a Elías, uno de los monjes del colegio. Gracias a su forma de interpretarlo, encandila a los espectadores y pronto conectan con él. Junto a él, se encuentran Joel Bosqued, Mina El Hammani y Lucas Velasco. Mientras que El Hammani y Velasco consiguen un resultado con potencial, Bosqued se encuentra algo más disperso en su personaje.

*Agárrense, que vienen curvas

Los ocho episodios de El internado Las Cumbres siguen una estética en la que predominan los colores fríos y las sombras, lógicamente, para dar mayor impacto en el público. Así, transmiten esa sensación de misticismo, junto con la propia realidad tétrica de sus estudiantes. Se valora también muy positivamente que se haya escogido una conjunción entre historia, esoterismo, que se mezclan con una simbología ya existente, pero que la hacen propia. No obstante, se echa en falta más tensión en algunas escenas, donde la ejecución del terror más visual se realiza. La razón no es otra que el diseño de producción está muy bien construido, pero podría lucir aún más con una mejor gestión de los tiempos en la atmósfera que lo envuelve. Aun así, el resultado en su conjunto, cumple con el suspense que se va desarrollando a lo largo de todos los capítulos.

La elección de los espacios es magnífica, mezclándose unos interiores de categoría, con grandes superficies, ante unos exteriores de cuento macabro. Esos bosques frondosos se vuelven en el escenario perfecto para los acontecimientos que van sucediéndose alrededor del internado. Únicamente, hay algunos planos que pecan de cotidianidad, mientras que otros se convierten en una auténtica composición artística. Por lo que, la planificación no debe dejarse llevar por una construcción más distendida, sino mantener ese magnetismo que despierta en planos más elaborados. Luego, hay una selección de escenas de carácter sexual que están totalmente justificadas, mientras que hay otras que pueden volverse algo reiterativas en su uso. Cabe decir que la manera de hacerlo, visualmente, se ha realizado de una forma elegante y tienen un buen acabado estético, pero no todas ellas aportan a la narración. Por último, aplaudir el ritmo y conjunción entre episodios.

*Conclusión

El internado Las Cumbres es un reinicio de una serie mítica, que establece su propio universo sin apartarse del mundo de la ficción original. Para los fans, seguramente, sea un placer volver a experimentar aventuras llenas de misterio de un nuevo grupo de adolescentes, mientras que para los que no vieron la ficción de 2007, será una oportunidad de conocerlo.

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Escrito por Diego Da Costa

*Conviértete y cree en el evangelio

Ya conocidos por éxitos como La Llamada, Paquita Salas o La Veneno, Los Javis se abren en canal para proporcionarnos una versión mucho más oscura y profunda de su arte. Con La Mesías se adentran en un género que navega entre el thriller y el drama, aunque también muestra tintes de ciencia ficción, sin dejar de lado su característico humor.

La religión parece ser un tema recurrente en la filmografía de los directores. En La Llamada hicieron una primera incursión en el tema, pero es en esta nueva serie donde mostrarán todo su potencial. El cristianismo es un tema profundamente arraigado a las costumbres españolas, véase por ejemplo la importancia de la Semana Santa en todo el territorio. Tanto que, en realidad, a todos y todas nos ha afectado de una manera u otra. Es algo con lo que hemos crecido y con lo que envejeceremos, bien sea teniéndolo de frente o de fondo. Por tanto, resulta de lo más interesante poder ver una obra que indaga no solo en los peligros de la religión per se, sino en los del fanatismo y la idolatría. En lo peligroso que puede ser aferrarse a algo cuando es lo único que se tiene.

Es por ello que resulta imposible no destacar el personaje de Monserrat. Comenzando por los primeros capítulos, se presenta como una mujer fuerte e independiente que busca lo mejor para sus hijos. Pronto nos daremos cuenta de que, en realidad, está tan asustada como perdida. Sin poder confiar en su propia familia y adentrándose en mundillos nada beneficiosos para nadie, acaba desarrollando una personalidad brusca, cambiante y egoísta. Se pasa la mitad de la serie buscando un hombre, un padre para sus hijos, un punto de apoyo y salvación para sí misma. Aquí es donde entraría Pep, pero en realidad ese puesto lo ocupa Dios. Cuando nadie creía en ella, pone toda su fe en el Señor. Y este le recompensa.

El personaje de Monse está repleto de claroscuros y matices que lo profundizan y lo hacen más realista, más humano. Pero no es el único papel con una intensidad yacente. Sus dos primeros hijos, Irene y Enric, también están representados con una escala de diferentes tonalidades que enriquecen el visionado. No son solo dos adultos dolidos, posiblemente traumatizados. También son dos adultos que navegan entre las complicadas aguas de la hermandad. Se quieren, pero su relación supone la obligación de recordar aquello que más les duele. Dos adultos buscando sobrevivir en un mundo que ni entienden ni les entiende. En cierto modo, es un tema que consigue recordar a esas heridas abiertas que supone el conflicto familiar cuando eres una persona LGTB. Tener que salir del hogar, de lo conocido, para abrirte paso en un mundo hambriento y frenético del que no tienes ni idea de cómo funciona.

La familia es uno de los puntos más fuertes sobre los que se sustenta La Mesías. El otro es la religión. Y ambos se utilizan para hablar de muchas otras cosas.

*Bienaventurados los que no vieron y creyeron

En La Mesías encontramos a un reparto que da todo de sí para que no solo te creas la historia, sino para que la vivas como si fuera tuya propia.

Desde la sobresaliente Ana Rujas, pasando por una increíble Lola Dueñas y una magnífica Carmen Machi. Las tres Monses, las tres madres, las tres Mesías. Son un pilar fundamental para que la serie fluya y se corone. Roger Casamajor y Macarena García también están espléndidos, captando la vida llena de altibajos de dos personas adultas con un pasado demasiado complicado.

Así como todo el reparto de niños, niñas y adolescentes que forman la familia Puig Varó. Las escenas con la familia al completo, especialmente las grabadas por la cámara que consigue Enric, son una experiencia al completo por sí mismas. Son nostalgia y pena, lo entrañable y lo perverso al mismo tiempo. Son muchos los directores que han hablado de lo complicado que es rodar con niños. No sé cómo habrá sido la experiencia de Los Javis, pero sin lugar a dudas cualquier dolor de cabeza merece la pena si el resultado es mínimamente parecido al que han conseguido en La Mesías.

Me parece muy importante recalcar el extraordinario trabajo de todo el reparto al completo. Se han entregado en cuerpo y alma a un papel, a una obra, porque confiaban en su éxito. Un acto de fe que ha culminado en una experiencia casi milagrosa por el potencial y la profesionalidad demostrada.

*Dios está aquí

La fotografía en la serie está a la altura del resto de apartados. Plagada de referencias religiosas y escenas con un color y una iluminación perfecta, supone la constatación de un salto de calidad brutal. Y no es que las obras predecesoras tengan un apartado técnico más pobre, sino que el de La Mesías es apabullante.

La mezcla de diferentes ritmos dependiendo del capítulo y del punto de la historia que se está contando es de lo más interesante, así como las secuencias de montaje, que también son de lo más variadas.

*Spoiler*

Asimismo, la banda sonora es muy llamativa. Se combinan las canciones del grupo de hermanas, Stella Maris, con composiciones propias y versiones de cantos religiosos. Resulta interesante, también, la combinación de épocas y ambientes y la destreza con la que se consiguen diferenciar sin dejar lugar a ambigüedades ni anacronismos.


*Conclusión

Esta obra audiovisual que sabe a gloria nos muestra todo de lo que son capaces Los Javis. Su imaginario y su estética, sus inquietudes y su necesidad de hacernos comprender sus pensamientos y experiencias.

Sin lugar a dudas La Mesías es una experiencia religiosa, y también bastante terapéutica. Una incesante búsqueda de la identidad personal a través del fanatismo cristiano y los delirios de poder.

Escrito por Ana Aliaga Díaz

*Un inicio absorbente

La noche más larga nos adentra de pleno en el thriller. En apenas tres minutos de capítulo ya nos encontramos frente al villano y protagonista: un espectacular Luis Callejo encarnando al asesino en serie Simón Lago, que pone patas arriba la vida de todos los personajes. La serie tiene un inicio espectacular y nos muestra con agilidad el lugar donde vamos a pasar las próximas horas, la cárcel psiquiátrica Monte Baruca.

Con solo seis capítulos en lo que parece ser la primera temporada, la serie tiene un ritmo ágil y constante. La acción apenas se detiene. Desde el inicio hasta el final, los personajes se encuentran en un turbulento enredo de tramas y apuros que apenas les deja tiempo para respirar. Los giros consiguen ser inesperados y la resolución de los conflictos, entretenida. El contrarreloj no se hace agobiante, como ocurre en muchas otras historias de este género, pero sí preocupante, ya que es difícil predecir las decisiones que tomarán los protagonistas.

La historia, aunque con una premisa aparentemente sencilla, se convierte en una mirada a la supervivencia humana y su moralidad. Aquello de lo que somos capaces cuando estamos a punto de perderlo todo o cuando ya no nos queda nada que perder.

*Un thriller coral

Un asesino en serie calculador, un padre desesperado por salvar a sus hijos, un grupo de asaltadores sin mucha noción de lo que ocurre y unos presos con distintas enfermedades mentales que deben sobrevivir. No son pocos los personajes de La noche más larga, pero lejos de caer en una confusión de tramas, sus creadores manejan con agilidad este thriller coral.

No sabría decir si los personajes son buenos o malos, pues la historia los fuerza a mostrar las dos caras de la naturaleza humana. Cada uno enfrenta sus demonios y, mientras que unos los rehúyen, otros los abrazan como si de un viejo amigo se tratase. Ese, diría que es uno de los puntos fuertes de la serie: no sabes de lo que son capaces realmente.

Destacaría las personalidades bien marcadas de los protagonistas. Cuando se trabaja con una historia coral, es fácil perderse en la similitud. La noche más larga dota a sus personajes de personalidades distintivas, haciendo uso de los trastornos de algunos presos y la violencia criminal de otros. Así como jugar con la moralidad de sus personajes principales quienes aparentan “normalidad”, pero pueden llegar a extremos más impactantes.

La historia enreda unos personajes con otros, formando alianzas y enemistades sin descanso. Pero, puede que con tantos personajes y lo rápido que cambian de una trama a otra, esa conexión, esa química que había entre ellos, se enfríe con el transcurro de la historia. Es probablemente uno de los pocos “peros” que puedo ponerle a la serie.

*Cinematografía atemporal

La fotografía, a manos de Sergi Bartrolí y Curro Ferreira o la puesta en escena de la prisión, brindan una sensación atemporal, como estancada en el tiempo. Parece una ratonera abandonada, llena de rincones escondidos y pasadizos por los que correr. Y correr, se corre en esta serie. El color, la saturación y la iluminación complementan muy bien la narrativa visual, así como el vestuario de los distintos personajes.

Escenas rápidas y diálogos sin florituras. La noche más larga, desvelando solo lo necesario y en el momento adecuado, va directamente al grano. Es una serie directa, no se sienta en escenas largas ni en diálogos profundos. Cada escena hace avanzar la trama sin pedir permiso y con determinación, pues los personajes son tan activos que apenas tienen tiempo de sentarse a analizar la situación.

Conclusión

Me ha costado librar está crítica de spoilers, pues la serie tiene giros y revelaciones importantes constantemente. Consigue engancharte con rapidez y no te suelta hasta el final. Los personajes captivan desde un inicio y empatizas con ellos a la vez que los detestas. Hacía tiempo que no me atrapaba tanto una serie española. El misterio es interesante y la acción satisfactoria. “¿Qué hubiera hecho yo en esta situación?” Es la pregunta que parece lanzarnos La noche más larga.

Escrito por Gemma Rubio Massó

*Una historia irregular, en general amena

No sé si en algún momento llega a justificar su existencia, al final la trilogía cerraba bastante bien en cuanto al desarrollo de la trama. Digamos que era complicado hilar con lo que vimos anteriormente y darle continuidad a eso. Y lo hace medianamente bien. Sobre todo por su inicio.

Me ha fascinado e intrigado su arranque, no voy a decir mucho más sobre ello, pero creo que ha sido magnífico; una gran forma de empezar. No se hace aburrida en general, sin embargo tras ese inicio, la parte intermedia se me ha hecho algo pesada; el final sí que se anima y acaba en alto.

Aunque he de decir que la trama no me ha impresionado en exceso, peca un poco como las dos últimas entregas, la historia algo plana; para dar más cabida a la espectacularidad de su acción y efectos visuales.

Además, en ocasiones he tenido dificultades para entender partes de la película Matrix Resurrections, pero no tanto por la complejidad de lo que se estaba contando, si no cómo se hacía; nada tan enmarañado como para no entender el argumento, pero sí dificultarlo. Tampoco he conseguido entender del todo bien el comportamiento de algún personaje y sus decisiones. Por suerte, ambos problemas no se repitieron tanto como para dificultar seguir o disfrutar de la historia.

*La ambientación y acción de siempre

La acción no decepciona; coge lo mejor de la trilogía para actualizarla, dejar ciertas sorpresas y recuerdos. Volvemos a ver esas vertiginosas escenas de disparos incesantes, coreografías inverosímiles de contorsionismo, saltos imposibles, patadas, puñetazos, ralentización del tiempo y espacio... Ofreciendo adrenalina de la más alta calidad, a la que nos acostumbró la trilogía.

Desde el mismo arranque de la película Matrix Resurrections nos damos cuenta que estamos viendo una nuevo capítulo de Matrix, mantiene por completo la esencia visual de los espacios y caracterizaciones; ese vestuario tan icónico compuesto por cuero negro y sus gafas de sol. Además de contar con esos momentos de lluvia y lucha, luces de neón en plena oscuridad, las balas arrasando todo, etc.

Por el simple paso del tiempo y de las mejoras digitales; los efectos especiales para la acción, representación de personajes y situaciones se ven mejor que nunca. Una saga tan icónica por todo esto, no podía desaprovechar los avances para darnos una cinta impresionante en este sentido.

*Entre la nostalgia y la novedad

La película Matrix Resurrections no es un simple ejercicio de nostalgia para dar a los fans algo bonito y bien envuelto. Consigue hacer algo distinto y novedoso, sin por supuesto dejar de ser Matrix, y todo lo que significa la saga: filosofía existencialista, la dualidad entre realidad y ficción, el libre albedrío, acción impresionante e inverosímil y demás cosas.

Aunque sí tiene innumerables instantes para la nostalgia, ya sea mediante flashbacks o similitudes con la trama de las anteriores; también hace uso de líneas de diálogo parecidas o iguales y demás elementos que nos hicieran recordar lo ya vivido. Para así, hacer las delicias de los seguidores.

Me ha encantando el tratamiento del personaje de Trinity y las nuevas cotas a las que llega en este filme. Otra gran baza es el nuevo episodio de la relación entre ella y Neo, adquiere un nuevo significado. Forjan una conexión poderosa y más creíble que nunca.

Por desgracia, al nivel de la primera no llega ni de lejos, pero eso era una tarea casi imposible. Matrix es una de las grandes obras de ciencia ficción modernas. Es más, Reloaded y Revolutions, las dos siguientes a ésta, tampoco tienen un nivel ni parecido.

Esta se queda en un lugar intermedio, me convence un poco más que las dos antes mencionadas, sin embargo, la primera sigue siendo mi favorita con una más que amplia diferencia.

*Gran reencuentro y buenas incorporaciones

Los actores están todos magníficos. Los ya conocidos, es todo un gusto volver a verlos; los nuevos entran firmes, pero sin robar el protagonismo al elenco original.

Reeves está sensacional, un papel que encarna como suyo. El único inconveniente es que en muchas ocasiones creía que era más John Wick que el propio Neo, por su aspecto y muchas escenas de acción que protagoniza; pero cuando tenía líneas de diálogo, desaparecía esa sensación para reencontrarnos con el carismático personaje. Es un actor impresionante para las escenas de combate y coreografías, tampoco se queda atrás en la parte dramática.

La que más me ha gustado y sorprendido es Moss, una vez más como Trinity; ya que no ha tenido una carrera tan notoria como su compañero. Vuelve a un papel que se notaba que deseaba retomar, puede que incluso haya disfrutado más ella, que yo viéndola; y yo he estado realmente encantando. En la acción bien, pero más destacando su registro dramático.

El casting con las nuevas incorporaciones es notable. Por destacar algunos nombres: Patrick Harris lo clava y se luce más que cualquier otro de los nuevos; Abdul-Mateen II también se nota que disfruta y está genial; por último, Groff no está nada mal, aunque su reto era el más grande.

*Conclusión

Matrix Resurrections capta lo mejor de las anteriores entregas para adaptarlo a nuestros días, sobre todo sus imponentes escenas de acción, coreografías y efectos especiales. El argumento es imperfecto, pero más que disfrutable. Las actuaciones, tanto de los nuevos como de los veteranos son espléndidas; sobresaliendo Reeves y, sobre todo, Moss, tanto por su desempeño como por la evolución del personaje.

Dentro de la saga de Matrix, la primera entrega se mantiene como mi preferida con diferencia; pero esta me ha agradado ligeramente más que las otras dos secuelas.

Escrito por José Luis Arribas Gala