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España España · Sevilla
Críticas de Mario
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Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
9
27 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un piso burgués con muebles elegantes, ya ajados, cuadros impresionistas y otros del pintor danés Hammershoi- heredados por Haneke de sus padres -, techos altos, puertas y ventanas algo desvencijadas, libros, un piano... Lo habita un matrimonio de músicos octogenarios. Son felices. Vuelven del concierto que ha dado un brillante alumno de ella en un prestigioso teatro parisino. La historia que cuenta el film es bien conocida: la decadencia que produce la edad en las personas. No voy a comentar nada de ella, con sólo una escena creo que bastará. En concreto la que tiene lugar cuando el alumno predilecto de Anne, Alexander, que ha triunfado como pianista, va a visitarla. La encuentra en una silla de ruedas y la mira sorprendido. Anne le dice: “Estoy verdaderamente orgullosa de usted, estuvimos en el concierto y estamos deseando comprar el CD del mismo. No me lo regale, queremos contribuir al menos con 20 euros al éxito que está teniendo”. Él le contesta: “Usted ya ha contribuido mucho a mi carrera señora, le debo tanto...Recuerdo que a los 12 años, la primera vez que me dio clases, me pidió que tocara las Bagatelles de Beethoveen, y yo con mi insolencia juvenil le pregunté: ¿Por qué las Bagatelles? Nunca he podido olvidar aquél día”. Les cuenta sus éxitos en Londres, en Copenhague, en París y les dice que su ilusión es grabar todas las sonatas de Schuber. Entonces Anne le pregunta: “¿Quisiera hacerme un favor?” "Sí" - le contesta él. “¿Podría interpretar para mí la Bagatelle en sol menor?” Él dice que hace mucho tiempo que no la toca, que no la recuerda bien, pero que puede intentarlo. Ella le dice: “Inténtelo”. Alexander se levanta del sillón y se dirige al piano, que está en un rincón de la habitación. Se sienta en la banqueta y con gran soltura inicia la obra de Beethoven. Aquí Haneke podría haber mostrado los rostros emocionados de Goerge y Anne, tal vez las lágrimas de ella, alargar de alguna manera la maravillosa escena. La cámara sólo enfoca al piano que solo se oye unos segundos, los suficientes para reconocer la pieza y la maestría de Alexander. Enseguida aparece un fundido en negro. Creo que esta escena sirve, ella sola, para dar una idea de la obra maestra del director austríaco: Michael Haneke.
Mario
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8
29 de noviembre de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de comentar “En la penumbra” (In the fade) voy a presentar al realizador: Fatih Akin (Hamburgo, 1973). Se trata de un director de cine alemán de ascendencia turca, nacido en Hamburgo donde vive actualmente. Está casado con la mexicana-alemana Monique Obermüller. Tienen un hijo llamado Santiago, nacido en 2.005. Obermüller es actriz y aparece en algunas películas de Akin, además de colaborar con él en muchas ocasiones. En algunas fotos, Fatih aparece den algunas fotos con un pañuelo atado a la cabeza. Entonces me recuerda al cantante sevillano “El Arrebato”, famoso por el himno que compuso y canta para el Sevilla Club de Fútbol. El hermano mayor de Fatih, Cem Akin, trabaja en el consulado de Turquía, hace cameos en algunas de sus películas. Entre ellas, y las recomiendo con mucho interés, hay que destacar: "Contra la pared” (2.002), "Cruzando el puente: los sonidos de Estambul" (2.004), "Al otro lado” (2.005), "Soul Kitchen” (2.009), El padre (2.015) y “Goodbye Berlin” (2017).
Pero vamos a la de hoy. “En la penumbra” (In the fade), año 2.017. También veo que se titula “En la sombra”. El filme ganó el Globo de Oro a la Mejor Película Extranjera. "En la penumbra", Fatih narra la evolución de Katja, una mujer que acaba de perder a su pareja –un hombre de origen kurdo con antecedentes penales por tráfico de estupefacientes - y su hijo de cinco años cuando una bomba estalla en la oficina del primero. El proceso discurrirá en tres tiempos: el del desgarro, donde la insistente lluvia parece estar dándole constantemente pie a una destrozada Katia para que se entregue a la heroína; el del juicio, donde hay un momento en que pierde los nervios y agrede a la terrorista y, finalmente, el de la venganza, que cobrará la forma de un thriller. El luto y el injusto fallo judicial acaban convirtiendo a Diane Kruger, premiada a la Mejor Actriz en Cannes, en una heroína sedienta de venganza. Y llegamos a la pirueta final. Yo creo que hay dos finales. Uno, el verdadero, más cruel y menos esperado que el primero. Cada uno se puede quedar con el que prefiera.
Y para los que lo acusan de racista Fatih ha dicho: “El racismo es el enemigo. No me refiero al de Le Pen, o de Alternativa por Alemania [la ultraderecha que entró en el Parlamento en las últimas elecciones]. Mire Polonia, Hungría, Turquía. España. Ya no es marginal, se ha vuelto mainstream. No quiero hacer cine para inmigrantes.”
Mario
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10
18 de octubre de 2019
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No conocía apenas nada de la escritora y filósofa judía Hannah Arendt (1906 - 1975), nacida en Alemania y nacionalizada en Estados Unidos. Sólo sabía que había escrito un libro muy polémico titulado "La banalidad del mal" en el que de alguna manera exoneraba a Eichmann de sus crímenes genocidas. La película nos muestra la personalidad de Arendt, su obra y los problemas que tuvo con las crónicas del proceso, celebrado en Jerusalén, que escribió para el periódico The New Yorker, en el año 1961.
Pero a mi juicio, hay otras dos mujeres en la película, que hacen sombra a Hannad, la directora Margarethe von Trotta (1942) casada en segundas nupcias con el director de cine Volker Schlöndorff, y la protagonista del film, la actriz alemana Barbara Sukova (1950) que ya realizó dos interpretaciones inolvidables en las películas de Fassbinder "Lola" y "Berlin Alexanderplatz". Las dos, Margarethe y Barbara, geniales en sus trabajos.
Mario
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7
19 de junio de 2016
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La película es una especie de álbum familiar que durante doce años repasa la vida de un matrimonio, sus tres hijos y el abuelo. La mejor crítica de esta película, muy interesante, es hacer una lista de las escenas que más me han llamado la atención:

El perro muere de viejo, tiene 12 años, equivalentes a 84 de los humanos. “Lo llevaré al veterinario - dice el hijo mayor, estudiante de medicina- que le pondrá una inyección para que no sufra, y lo enterraremos en el jardín”.
El día de la boda del hermano mayor, el pequeño llega tarde y le pide al alcalde, que oficia la ceremonia, que repita el momento en que los novios se dan el sí.

La boda se celebra en el jardín. El abuelo muere ese mismo día. Su hijo intenta convencer al nieto de que deben suspender la fiesta. Ambos reaccionan violentamente y aquél dice con ironía: “Lo lloraremos mañana”.

El hijo médico de urgencias, le cuenta a su hermano y a un amigo: El otro día se presentó en la consulta un tío que decía que sin querer se había metido en el culo un objeto. Mi colega lo reconoce y me dice: “Veo el monte Saint Michel sobre la nieve”. El tipo se había metido en el culo una de esas bolas de souvenirs.

El primer ligue de la hermana le dice que Jim Morrison murió el 3 de junio de 1971. “Yo nací nueve meses justos después. ¿Seré la reencarnación? Los colegas vamos algunas veces a su tumba, nos fumamos unos petas y bebemos unas birras. Luego nos meamos en las tumbas que hay alrededor”.

El abuelo le cuenta a su nieto preferido, el aspirante a músico, que durante la invasión alemana él militó en la Resistencia. "Me detuvo la Gestapo, me escapé y una familia de Burdeos me escondió durante un año en su bodega. Allí me acostumbré al Château Claudine, y me casé con tu abuela, la heredera del lagar".

Este nieto participa en un concurso de guitarras invisibles. Su padre que ha asistido le dice: “Parecía que tenías una guitarra entre las manos, te lo juro, yo sentía las vibraciones de las cuerdas.”

La madre va a cumplir 50 años y siente complejo de que se está poniendo vieja. Acude a la consulta de su hijo y se quita la blusa y el sujetador. “Mamá, tápate, por favor.” Ella le replica: “Venga, dímelo ¿qué mujer puede excitar a su marido con un pecho así. Opérame, te lo suplico”. El hijo le contesta: “Anda mamá, tápate.”

El padre va a la consulta de un especialista, sospecha que tiene un tumor. El médico está de buen humor. “Hombre Robert Duvall, se llama usted como el actor. Era el teniente coronel en Apocalipsis Now. ¿Qué hay soldado, prefiere combatir o hacer surfing? Me gusta el olor a napalm por la mañana. Y también el consiglieri de don Vito Corleone en El padrino.” El paciente le dice que su apellido solo tiene una ele, Duval
Mario
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9
6 de agosto de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La Reina de África" 1951), una película de John Huston, se desarrolla en un cascarón de madera de 10 metros, que funciona a vapor, con dos personajes a bordo. Uno es Charlie Allnut (Humphrey Bogard), capitán de un barco comercial, La reina de África, que proporciona víveres y todo tipo de mercancías a los poblados que existen a lo largo del río Lulaba, en Uganda. El otro es Rose Sayer (Katherine Hepburg), hermana del reverendo Samuel (Robert Morley); ambos son misioneros británicos que intentan evangelizar a los habitantes de las tribus de la zona. Pero los alemanes, estamos a comienzos de la Primera Guerra Mundial, arrasan el poblado de los misioneros, el reverendo fallece de la impresión y el capitán Allnut se ofrecerá entonces a llevar a Rose, río abajo, hasta un lugar donde se encuentre a salvo.

Así, en ese destartalado barco de vapor vivirán mil y un peligros: los rápidos del río, las plagas de sanguijuelas y de mosquitos, los cocodrilos… Él es un borracho buscavidas, sucio y desharrapado - ¡pero nada menos que Bogard ! - y ella una puritana misionera metodista, solterona, beata y escuchimizada. ¡Pero no se olvide que se trata de Katherine Hepburg, probablemente, la mejor actriz que ha dado el cine! Se cuenta que el único empeño de John Huston, el director, a la hora de emprender este proyecto fue que, aprovechar la ocasión de que visitando África, podría cazar en las pausas de rodaje algún que otro elefante. Huston era un consumado cazador y mantenía más de un punto en común con Ernest Hemingway (ambos eran vividores, pendencieros, borrachines redomados... y le disparaban a cualquier cosa que se moviese). Dipsómanos los dos, igual que Bogard. Por ello, es más que posible que todos los rumores que rodean a La Reina de África y que tan certeramente reflejó Clint Eastwood cuando rodó su sobresaliente "Cazador blanco, corazón negro", se acerquen mucho a la realidad. Puesto que el anecdotario sobre el rodaje de La reina de Africa es uno de los más extensos en la historia de Hollywood, no es extraño encontrar varios libros sobre el mismo, como "El rodaje de La reina de Africa", de Katherine Hepburn, o "Cazador blanco, corazón negro", de Peter Viertel, que Eastwood convirtió en película.

El rodaje tuvo lugar en condiciones terriblemente duras y tanto los actores como el equipo técnico pasaron mil penalidades. Todos los integrantes del equipo (Katherine Hepburn incluida, así como Lauren Bacall que fue a visitar a su marido) sufrieron horribles diarreas debido a las insalubres aguas que tuvieron que beber. Cuentan las malas lenguas que sólo dos personas se libraron de tan molesta agonía: John Huston y Humphrey Bogart. La explicación es sencilla: ninguno de los dos probó ni una sola gota del agua de aquellas latitudes, los únicos líquidos que ingerían venían embotellados, parecían agua, pero eran ginebra Gordon´s
Mario
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