Excelente ejercicio que aúna ciencia ficción y terror de una factura y nervio visual impecable y justificada, cuyo valía reside en la capacidad de dar tanto juego en un microuniverso (nunca mejor dicho) tan limitado como es una nave espacial. "Sunshine" es un homenaje al cine que bebe del Alien de Ridley Scott, del Kubrik de "2001" e incluso de "la chaqueta metálica" (son dos filmes en uno hermanados por la crueldad y debilidad de la naturaleza humana) y del mejor David Fincher; Pero, ante todo, es una clase magistral de como subordinar el talento narrativo como director de Danny Boyle a una historia más poética de lo palomitera que se considera. Boyle regala su talento a unos personajes entrañables que no son más pero son sobre todo el Ser Humano ante su Apocalípsis, individual o colectivo. Emocionante, lírica y épica, Sunshine debe ser desde ya un filme de culto.

La política (I II y III) y los sentimientos (IV V y VI) dan paso al existencialismo: El argumento es el mismo, el mismo, que IV. Un rescate subjetivo del pasado, que ya veremos si se prolonga en los dos capítulos restantes. Con la muerte de Yoda su lección sobre aceptar morir y no tener apego individual se fue con él. Kylo Ren, Rey, First Order, Solo o Leia, en su ocaso o su esplendor, están marcados por su pasado más que por su ideología.
Porque no hay ideología en la película, rozando un maniqueísmo que puede tirar por la borda o esta trilogía o, cosa que daría sentido, alguno de los bandos. En la Nueva República hay pobres a mansalva, mafias, y el Senado...pues eso. Mientras, en First Order no hay nada. Solo dinero, pues no hay atisbo de la historia de su resurgir desde la marginalidad. Directamente tienen un arma increíble...y ningún objetivo. Si no fuera por ello sería muy preocupante la falta de preguntas que te hace la película. Comparada con The Empire Strikes Back...
Así, estaré atento a si esta trilogía va sobre eso, la muerte de la ideología y el sectarismo sin referencias claras más allá de leyendas. Puede ser grande.
Cimematográficamente, la película deja menos dudas. Ver las batallas sobre escenarios reales es precioso por el mimo a los mismos, hay artesanía, muchos primeros planos y un carisma (esa taberna reggae!) que es extensible a unos personajes "buenos" encandiladores. Poe queda en la recámara, pero la tripleta con Finn y Rey (quien sudó tinta china en el rodaje) promete un Reboot a la altura. A Finn se lo rifan. Kylo Ren tiene un papel difícil, pues su fragilidad la traduce en patetismo. Y es muy peligroso un estúpido poderoso. Todos estan cortados por el patrón del talento, algo que me encaja con el mensaje que capto de la película.
Las peleas con la espada, irá a gustos. Del palo Nolan con Batman, torpes, realistas e impactantes. Soy un sibarita y me gustan más las de I II y III, con Windu y Tyrannus a la cabeza.
Han Solo, qué pócima de la eterna juventud. Es curioso que sea el único que expresa en VII filosofias jedi y Sith a la vez. O en toda la saga.
Star Wars salta al Siglo XXI y puede estar cayendo o denunciándo la mierda del mismo.

La noche está sobrevalorada.

Los Simpson, en uno de sus centenares de macabros y antológicos resúmenes de la vida y sinsabores de las clases populares, tenía toda la razón cuando puso una sentencia forjada en una placa de eternio en casa puesto de trabajo, redactada por el Señor Burns y que dicta "Usted está aquí para siempre" en una de los enésimos desenlaces fracasados de los proyectos paralelos de Homer en que vuelve a su panel de control de la Central Nuclear.

Los habitantes de la noche y de los barrios con luces en las primeras doce horas del día, cuando en su mayoría son excluidos de los horarios que te señalan como una persona políticamente correcta y con un way of life bien visto por los avalistas de hipotecas, no garantizan que la noche sea un vergel de relaciones amorosas y una degustación apasionada pero controlada de la oferta musical. Qué esperábamos, se tienen que buscar la vida y están excluidos, no esperes que tú, con un curro de mierda pero que en teoría haces lo que te pedía la Iglesia, Disney y un sistema educativo secuestrado por las grandes corporaciones, ibas a ser saciado con tus aires de descanso.

La escultura final es una metáfora que toca la fibra y te hace partirte el culo de tanto madrugón y "sí, ahora lo hago".

Película de historias cruzadas fiel a los cánones de esta "escuela" que ha ido convirtiéndose en una inexplicable garantía de algo que cabalga entre el gancho infalible y el éxito (tanto comercial como de seguimiento social); Narra mediante cuatro capítulos el devenir de cuatro personajes que, debido a ciertas circunstancias, se encuentran con lo más profundo de su ser para acabar enfretándose o uniéndose a él.

"The Air I breathe" no inventa nada en este subgénero pero goza de un trato descarado y ágil que además germina, coge forma y consigue lo más complicado, conservar algo en el espectador, en apenas 90 minutos. Ahí radica el pulso y el ritmo, ahí se halla lo que "the air I breathe" ofrece. La forma (música precisamente escogida, iluminación "David Fincher", montaje desenfrenado) es un cómputo de atractivos manidos, pero qué diablos, nadie ha clamado al cielo aun por hartarse de verlos.

Con "The Air I breathe" el espectador se da cita con el subgénero más resultón de hollywood, pero además vale la pena disfrutar de 90 minutos minuciosamente tratados a modo de micro-tesis del hombre.

El paro, la precariedad y la guerra destrozan nuestra humanidad y nos convierte en crueles portadores de la venganza porque visualizamos algo tan abstracto como el poder, fuera de nuestras manos, en la fuerza de quien se ha dejado llevar por el músculo y la misma herramienta del que se la hace pagar. Por una imagen milenaria del que demuestra tener sangre noble haciéndola brotar o comparándola con la que verte de la víctima. Y así el bombero de sangre, como el de un corazón herido, deprimido y sin respuestas, que tiene el cerebro sorbido por el hambre, el empleo torturador o por academias de asesinos, sin acceso a las respuestas y a la motivación, no deja de bombear sangre de muertos. El sistema es el corazón de la sangre de los muertos.

A todo esto, la película es una más de la venganza, pero da ese trasfondo, en un pueblo casi desindustrializado, y tiene una cruel ejecución del final, que me ha hecho pedir basta y llorar por lo cruel.

Musicón y papeles muy destacables del currante, el militar y el mafioso: Bale, Affleck y Harrelson.