De esta peli se ha dicho…

Un sueño al límite de la locura.
¡It will blow your mind out!
¡You Will feel the fear!
No dormirás esta noche.
Una mezcla entre El exorcista y Al final de la escalera.
El resplandor coreano.
Para mearse en la cama, a cualquier edad.
La peli del año para Stephen King.
Da más miedo que Topuria en el octógono.
Delicia fantasmagórica.

Y más alabanzas demenciales he oído que no pienso ya reproducir de la vergüencita que dan.

Lo cierto es que el telefilm de Antena 3 con peor fotografía de las típicas gemelas asesinas en serie yankis de toda la vida, le da mil vueltas a esta morralla oriental rodada con cuatro duros y poquísima clase. Un refrito obsceno. Actuaciones decentes que salvan un poco lo poquísimo que ofrece esta propuesta de terror oriental de fantasmas, posesiones, sonambulismo, exorcismos, romance, drama familiar, drama psicológico, etc, etc…

Gustará en los geriátricos de Seúl y alrededores.

No gustará en ningún otro sitio.

Me gusta inventar críticas que comenten los muñecos que han marcado mi vida y que habitan en mí. Así que aquí y sin venir a cuento (¿o sí?) una crítica de Espinete y Mr Potato dialogando con Boyero sobre la última película que les emocionó, un diálogo de besugos entendidos, un duelo de ingenio para arrojar luz al juego más rocambolesco…

-¿No quieres decir carambolesco? Es una peli de billar, ¿no?, me dice Espinete, el peluche cándido, pero siempre tierno.

-Es mucho más que eso, Espi. Esta peli es todo. Es un juego, es un desafío, es una apuesta, es la ilusión del combate, es táctica, técnica. Esta película es mucho más que una carambola, Espi, tienes que aprender de ella y sus lecciones de vida, responde Mr Potato antes de que me dé tiempo a cambiar la palabra (sí que quería poner Carambolesco, ¡buena Espi!).

-Ya. Algo de mayores ¿verdad? Dice Espinete, un poco incómodo porque Mr Potato siempre le apostille.

-O de niños…, ¿No somos todos niños?, interviene Boyero, que asiste un poco flipado a conversación tan profunda entre mis muñecos.

-Esto no es un juego de niños, corrige Mr Potato, hablando más al erizo rosa. Aquí hay engaño, hay juego, hay apuestas, hay timos, hay dinero, hay pecado. Hay sabiduría también si la sabes buscar.

(Ya salió el cura, piensa Espinete). Boyero, que es más atrevido, responde:

-Es el juego al que jugamos los humanos, señor potato. Tú no lo entenderías, al final, sólo eres un muñeco de plástico duro.

Mr Potato, que se siente mucho más humano que Carlos (y posiblemente lo sea en cierto modo) salta furibundo:

-A ti es que te gusta mucho jugar a que te acaben dando por culo, pero yo tengo que educar a Espinete. Siempre ha sido tu juego favorito ¿no?

-Jaja, ríe Boyero, por no llorar.

-¿Eso sale en la peli?, pregunta Espinete aterrorizado (¿y un poco cachondo?).

-No, Si. Los 2 adultos responden al unísono.

-Entonces, no me gusta.

-Es que eso no sale, dice Potato.

-¡Sí que sale! que yo me acuerdo que me marcó, escupe Boyero con la cara rojo cayena.

-Inventos. No escuches Espi. Tú ni caso. Es una peli de billar y te tienes que quedar con las jugadas. Olvida el whisky, las apuestas, los celos, olvida a las tías, sobre todo, que nunca traen nada bueno. Olvida tu ego y sé feliz. Fluye, Espi y no mires estas películas que no te traen nada bueno.

-O eso, o puedes atreverte a meterte en la piel de este jugador, que es como el de Dostoievsky, todos nosotros.

-Y que te den por culo, ¿no?

-Sé prudente Espi. Pero ¡Vive, sobre todo, vive!

Mañana me compro un taco y me pongo a entrenar…, piensa Espinete antes de dormirse, soñar con globos y olvidar toda esta chorrada.

Peliculón.

Con esta no sabía si escribirme a mí mismo, al amor que fue, o explicar la peli intentando quedar bien por el camino. Al final sale esto:

Vidas pasadas tiene mucho de breve encuentro, una de mis pelis favoritas. Lo que entonces era transgresor y moderno puede parecer ahora apolillado y carca. ¡Qué cambiante es todo!

El amor no está de moda. El propio es egoísta, el romántico, falso. Se imaginan el nombre del amor útil ¿no?
Celine Song se presenta, también como directora.

Emociona con sus metáforas sencillas, con los ideales que persiguen sus tres personajes y hasta su música triste de ascensor quiere decirnos algo. Todo es muy contenido y, quizás por eso, hermoso. Nos pone a pensar en países lejanos, sueños imposibles y caminos abandonados.

La conocida señorita melancolía se me aparece con el rostro amado. Se está comiendo una croqueta y es la chica más bonita del mundo. Lo será siempre.

Por los sangrientos y desenfadados títulos de crédito. Por una primera escena surreal que nos sumerge en el ambiente hortera, esotérico y desasosegante que impregna la película. Por enseñarnos lo sufridos que son los días de un vampiro claustrofóbico.

Por reunir a los peores actores de su generación y ofrecerles una parodia en la que lucir sus caras de estropajo, muecas forzadas y ademanes exagerados y que parezca que son exigencias del guion.

Por conseguir que empaticemos con Craig Wasson, también conocido en círculos de Hollywood como: empanao, el peor actor vivo, el mejor en lo suyo, el maniquí, la ruina, el primo de Espinete, mister Razzie, el Kurt Russell tierno, Caratorta, el gusano de celuloide, el Pajares americano, el corto de Sunset boulevard, o sencillamente el anormal. (¡Cómo se pasan los colegas! ¡Envidiosos!)

Por la escenografía barata y cutre, por la fotografía deslucida y la factura de peli porno. Por el uso del sintetizador, de la música hiperbólica en general. Por el “Relax” lisérgico de Frankie goes to Hollywood. Por saber juntar en una parodia un thriller absurdo y trepidante con una comedia de enredo sofisticada.

Por mantenerte pegado a la butaca y siempre interesado en esta historia desquiciada. Por los homenajes, por los McGuffins… Por el policía duro y bregado en mil batallas que nos deleita con algún duelo interpretativo de altura con Craig.

Por reírse de una época, de su cine y de sí mismo. Por ser ameno y liviano, conciso y eficaz en la presentación del conflicto y desarrollo de la trama que nos conduce a un final convincente. Porque un doble doble vale el doble. Por el cine dentro del cine dentro del cine.

Asco: Ninguno. Si te da asco Inside Out mejor que lo sepas ya, estás muerto por dentro.
Miedo: Algo, pero poco. No es terror, es una peli de dibujos.
Ira: Tampoco creo que te enfurezca ver la peli.
Simpatía: Mucha, una pequeña obra de Arte. Los personajes son como peluches, de achucharlos.
Tristeza: La justa y necesaria.
Alegría: Una lideresa nata, un amor. La mejor peli de aventuras con protagonistas femeninas de la historia.
Diversión: Experiencia enormemente gratificante. Peliculón.

Respondiendo a la pregunta del título. Pues ahí, ahí. Pixar es que tiene peliculones. :)

PD(a): Dedicado al club de C&C. Os queremos, chavales.
PD(b): Dedicado especialmente a Lola y Bego. Bienvenidas!