Thriller apasionante del maestro del género, Michael Mann, con un argumento intrigante y unas actuaciones de Pacino y Russel Crowe geniales. La angustia que se siente y que te atrapa durante toda la película no está provocada tanto por artificios del guión o del suspense propio del genero, sino por lo terrible y brutal que resulta pensar que todo lo que acontece es tan real como la vida misma: manipulación periodística, sobornos y chantajes a nivel empresarial, y un hombre al que le destrozan la vida porque sabe un secreto que de ser revelado puede generar un gran escándalo entre la opinión publica.

Una película tremenda, brutal y tremendamente angustiante a ratos, pero necesaria.

La película no hay por donde cogerla. No es solo que falte a la verdad de los hechos históricos que narra, sino que es de una pobreza dramática que asusta. El guión es horripilante, sin atisbo alguno de impacto dramático, emoción o intensidad, y con diálogos verdaderamente atroces. Algunas actuaciones, sobre todo la de Gerard Depardieu, son lamentables, y bordean la vergüenza ajena en todas y cada una de las escenas.

En definitiva, un pastiche que ha envejecido de una forma descarnada y terrible. Lo de mezclar diálogos en español e inglés ni lo comento, porque es la guinda del pastel para que te saquen de la película y ya no vuelvas a ella.

Y coincido con lo que ya han dicho algunos sobre la banda sonora de Vangelis: causa una extraña contradicción, pues de manera independiente son composiciones preciosas, pero en el contexto de la peli son terribles.

Y basta es lo que acabo de decir yo.

He llegado al 5º y dudo que la siga viendo. He aguantado porque algún colega me ha insistido en que la serie mejora, pero la verdad es que es infumable. El guión es horripilante y algunas actuaciones dan vergüenza ajena. Los personajes van soltando frases y diálogos supuestamente profundos, pero parecen reflexiones de un niño de 5 años.

Todo es impostado, vacío, sin interés, emoción o el menor atisbo de aquello que llamamos vida. Es una copia descarada del universo de Blade Runner pero sin la sofisticación de aquella. Es scifi para canis y poligoneros, en la que las peleas y batallas con "bullet time" y mucho gore resuenan más que las ideas. Un sin sentido cuyo único objetivo es impresionar con unos efectos especiales que, para más inri, ni siquiera son muy buenos.

Que haya gente que llame a esto "seriaza" sin duda tiene que ver con la escasa cultura cinéfila y seriéfila del gran público. El nivel de las series de Netflix, salvo un par de honrosas excepciones, deja mucho que desear, a años luz de HBO. El nivel es tan paupérrimo y el resultado tan decepcionante, que es para que se lo hagan mirar.

Solo cuando la ves entiendes por qué para algunos es la mejor película de la historia. Desprende un aroma a clásico eterno, a cine como el que solo se hacia hace mucho tiempo. Exquisita, elegante, arrebatadora. Increíble en todos los sentidos, y con un final de antología.

Simplemente, Casablanca

Interesante selección de pequeños cortos acerca del amor en todas sus formas, en un marco único, la ciudad del amor y de las luces, París.

Algunos más logrados que otros, pero el nivel medio es bastante alto. En la mayoría de los cortos hay ideas, frases y detalles de buen cine.

Pero por encima de ellos, el último, a cargo de Alexander Payne, un sensible, emocionante, nostálgico y arrebatador canto a la vida.

El de Isabel Coixet, Nobuhiro Suwa, Walter Salles y Olivier Schmitz mantienen el listón alto.