Todo no es malo. Hay una escena que merece la pena, que salvaría del fuego purificador de mi ira sagrada y cinéfila, digo aquella en la que el niño clama a voz en cuello su judaísmo recalcitrante para salvar a los colaboracionistas grotescos y golpeados. Es otra escena melodramática y exagerada, vive Dios, pero por lo menos tiene todo el sentido narrativo, encajan ahí todas las piezas, su represión, su negación acumulada que estalla en liberador grito, su deseo de ayudar a un hombre y una familia que le habían tratado bien y, finalmente, sus ganas de reivindicarse y dar una lección moral a ese tipo que ayudaba al enemigo. Muchos aspectos bien hilados y condensados en un sonido (o varios de puro significado).
Coda: Hay que ver estos franceses cómo tratan de dar la vuelta a tanto oprobio, a esa patria rendida y entregada al nazismo en lo que tarda el sol en echar la siesta, cómo se esconden bajo la bandera judía y se agarran a su paupérrima resistencia para así intentar salvar una imagen que quedó, según sus propios planteamientos y valores posteriores, y los de esta misma película, tan por los suelos, tan envilecida, acobardada y emputecida. De hecho, es gracioso comprobar como al final, se puede observar en la unánime algarabía popular, todos, menos la familia señalada, alguna despistada mujer de mal vivir y tres o cuatro milicianos que pasaban por allí (excepciones que confirman la regla), eran en verdad antinazis (antes solo disimulaban).

* O dicho de otra manera: si muestras una situación en la que hay un mínimo forcejeo alrededor de una puerta, un hecho nimio, ínfimo, sin ninguna importancia, y tú lo transformas en una acusación de asesinato, eso supone un salto tan exagerado, ridículo, delirante e increíble que te cargas cualquier posibilidad de creerse nada (al espectador) de lo que luego le vayas a contar, así no hay manera. Pero si no te conformas con eso y te pasas otra hora sumando mil testimonios y matices presentados al mogollón, puro barullo sin orden ni concierto, desastre de acumulación desordenada y gritona que ni avanza ni retrocede, ni quita ni pone, solo suma confusión, disparate y aturdimiento, pues entonces lo empeoras más si todavía cabe, por imposible que parezca.
El resultado es un concierto de grillos lamentablemente abigarrado y mal hecho, la creación de problemas donde no los hay para que no pase nada y se hable mucho. Crear y destruir motas de polvo hasta el infinito y más allá.
O mejor veamos:
Esta es la historia de tres hombres iranís que un mal día cruzan los caminos, se rozan con alevosía inusitada, uno de ellos cae al resbalar con una cáscara de plátano, un camión con prisas le pasa por encima con tan mala suerte que lo deja manco para los restos.
Juicio, celebrado en Teherán.
Asunto: el denunciante acusa a los denunciados por/de la pérdida de su extremidad más querida.
Denunciante: Hombre de treinta años, calvo, gordo y feo. Sin dinero y sin honra. Le llamaremos I.
Denunciados: Hombre de cuarenta años, delgado, de abundante pelo azabache y mirada torva. Rico. Le llamaremos J. Hombre de cincuenta años, físicamente perfecto y ciego. Dentista. Le llamaremos K.
I: Fue vuestra culpa. Me mirasteis de forma aviesa y por eso me caí.
K: Pero si yo soy ciego. (Hija de K a K: No eres ciego, papi, solo tuerto, no mientas).
J: Yo no te miré. Y no lo puedes saber porque llevaba gafas de sol.
Juez: De acuerdo, teniendo en cuenta lo escuchado, por la presente declaro que la pena posible es la muerte lenta y cruel a manos del mismo denunciante.
I: Ah, no, yo no los mato, no me mancho las manos. Es más, me lo inventé todo, pura trola, de cabo a rabo, a mala idea. Fue por pasar el rato.
J: No digas la verdad ahora que tu religión te lo prohíbe.
I: Soy ateo. (Mujer divorciada de I: No lo eres, agnóstico más bien, se lo dijiste a la cuñada el verano pasado). (Cuñada de I: Así es, pero creo recordar que dijo que era mormón, o masón, no estoy segura del todo).
K: No os perdáis, aquí de lo que se trata es de si el plátano estaba maduro o era canario. (Empresa platanera con/de fiscalidad suiza: Os demandamos por daños y perjuicios, qué os habéis creído). (Conductor del camión que produjo lesión: No era plátano, fue piña, colada, pulpa de la fruta de la pasión, me la tomé y me supo bien). (Coctelero, y hermano también de I: I no es un hombre, se operó en Tailandia y ahora es ya oficialmente eunuco).
Juez: ¿Estás seguro? Si así fuera, quedaría libre el denunciado y nos lo comeríamos a besos por majo.
Eunuco: No lo soy. Hermafrodita posiblemente, tal vez.
Ciudadano que pasaba por allí: Yo lo vi todo y puedo asegurar sin ninguna duda que...
Muchos años después (el juicio seguía, pero ahora se decidía la pensión, qué cantidad exactamente iba a pagar la primera mujer del cocinero del camionero al segundo minuto del pleiteo).
Cien años antes (el bisabuelo de J ya apuntaba maneras y en verdad era el tatarabuelo del hijo del ciudadano que pasaba casualmente por allí en ese justo y no otro momento).
Nota: el final es bueno, lo juro por todos los mártires, pero yo apuesto todo lo que tengo y un poco más, mi hacienda y mi señorío, a que la niña, la adolescente más bien, se queda finalmente con la familia que perdió al hijo. A pasar las vacaciones y como táctica sabia para conseguir que sus padres se reconcilien, el bebé muerto resucite, el padre deudor y deprimido se alegre y la madre sufriente se divorcie de él para que así se case con la maestra, esa es otra.

Que es cierto y verdad que los judíos fueron a millones gaseados (lo cual resulta un tanto chocante porque en esta obra concretamente, a diferencia de muchas otras, no nos sacaron o enseñaron nada de todo eso, ni una sola imagen, lo cual no parece que tenga mucho sentido, lo mismo que el hecho de que jueguen fullera poéticamente -¿es un sueño, una pesadilla, puro miedo proyectado?- con la posibilidad de que el tipo fuera colgado, de que le hubiesen atrapado y lo ahorcaran como represalia -hurra, he vuelto), se centran en su informe o explicación o denuncia de eso, como si fuera poco o no suficiente toda la abominación terrorífica que hemos observado previamente, el colmo, o como si el holocausto judío no fuera una verdad incuestionable salvo por muy contadas y marginales excepciones que además si en ello insisten o se meten demasiado tienen consecuencias penales.
Y que esos nazis que vemos en la película y que son los representantes del mal puro y absoluto sin ningún resquicio posible ni imaginable siquiera, cien por cien de compacta crueldad y bajeza y miseria y abyección y salvajismo y mezquindad, no son en verdad seres humanos, son súcubos disfrazados en este caso de hombres alemanes, lagartos o alienígenas, depredadores, monstruos s.a., peores, ni la ciencia ficción más pulp o bizarra les puede igualar o jamás llegó a imaginar ni a acercarse una mijita a esos depravados entes, la realidad es mucho más tenebrosa y aterradora, ya lo dijimos, bueno, pues esos son los mismos que ahora andan repartidos por todo el mundo asolando, esparciendo el mal y a los que comunmente se conoce, para entendernos, sí, como la ultraderecha, igualitos (si pudieran), los nietos de aquellos de hecho, de Hitler, Goebbels o Mengele, por si no lo habías pillado, la película o yo aquí mismo te lo aclaro, eso y más, es decir, de esta premisa o afirmación se extraen o pueden deducir dos conclusiones, una, que la película denuncia unos hechos probados, tanto los de antaño como los de hogaño, para que aprendamos y recordemos, y dos, para que tomemos las medidas tan necesarias que no se tomaron en su ya lejano día, ya que estos dos presos fugados comentan o ruegan o exigen o piden o pidieron por favor, y nos les hicieron ni puto caso a ese respecto y así nos/les fue, que les bombardeen y arrasen o arrasaran con todo, incluso con los allí retenidos dentro de los campos de exterminio, pues eso, que ahora tendríamos que hacer lo mismo, más vale prevenir que curar, sea, bombardear, pasar a sangre y fuego a todos los líderes o gerifaltes de extrema derecha del mundo entero, acabar de raíz con el ominoso problema, exterminarlos como a cucarachas o perros rabiosos, y con ellos de paso, daños colaterales, a sus pueblos cautivos o presos de sus desafueros y horrores, o, por lo menos, a los que vivan más cerca de las residencias o cuevas o cochiqueras o covachas o agujeros infectos en los que estos sátrapas abyectos se refugian o viven por llamar a esa actividad de algún modo como humano.
No es por dar ideas, es por seguir la lógica o tesis de esta, las migas de Pulgarcito, ... ¿película durante buena parte de su metraje? o ¿más bien político panfleto finalmente, in extremis sin dudarlo, no como calificación adjetiva, sino como la constatación de una actitud o deriva evidente, la que al final lleva a la película a utilizar lo previamente mostrado como excusa o motivo para soltar una soflama a la que tiene derecho por supuesto, faltaría más, pero que se da de patadas o bruces con la idea de un arte abierto o libre, como pasaba en Infiltrado en el KKKlan de Lee o en La isla del viento de Menchón de otra parecida manera?
¿Quién se apunta o tira la primera piedra o se pone manos a la obra de una puta vez ya, no vaya a ser que lleguemos tarde de nuevo y se repita la misma triste terrible historia a pesar de que ahora gracias a películas como esta la conocemos de sobra, la tenemos tan presente o reciente?
¿La paradoja de Popper?
Ah, el director es, sí, de los buenos.

Pensé para mí. Solo falta que ahora nos digan que es su "hija" (clon, experimento, engendro o lo que al personal más guste) para estar a punto del culebrón (tecnológico-científico-mutante-futurista) imperial. Y zas. En la frente, por mal pensado, chismoso y cotilla. El Lobezno se nos hace Papa cuando menos te lo esperas. Para que muera en paz el pobre.
* Demasiado esporádica y poco explotada, prometía muchas más alusiones jugosas al clásico de George Stevens, Alan Ladd y Jack Palance (me quedé con las ganas).
** Le mandan asesino "replicante" para matarlo, huye de canallas atroces y es una leyenda del bien torturado.
*** Ambiente enrarecido y desquiciado con Caliban y Charles recluidos y delirantes. Y con mucho loco peligroso y gerifaltes a la sombra clínica de un tiempo cambiante.

Me tuve que reír con el panorama pavoroso que presentan tras la muerte (¿ficticia?) de George, jajaja, nada de medias tintas, a la mierda la sutileza, esa jodida entelequia, ese Pottersville es calcadito al Madrid primero del Torrente original, pillaje, malaje, saqueo, vilipendio, qué cachondos y matizados son estos del cine cuando quieren o a ello con ahínco se ponen, toma claroscuro, mejor blanco y negro prefecto.
No te nos mueras, hombre, venga, tú también resucita.
Y al final... será por dinero... Otra cosa no...