Casi olvidado en el baúl de la memoria el recuerdo de la primera TRON de 1982 (a excepción de la mítica secuencia de la carrera de motos de luz) nos llega ahora esta "segunda parte" acorazada con todo lo que la industria de los efectos especiales puede ofrecer hoy en día. El resultado es visualmente espectacular, abrumador y hermoso aunque a estas alturas no sorprenda ya lo más mínimo.

El guión (por llamarlo de alguna manera) es otro cantar. Si ya en la primera TRON el argumento hacía aguas por todos lados, en esta revisión cualquier atisbo de lógica está hundido en lo más profundo del océano digital, y es por ello que se lleva sólo un 5.

Pero en fin, sólo por disfrutar de dos bellezas como Olivia Wilde y Serinda Swan merece la pena gastar dos horas de tiempo en el film.

El resto en el spoiler.

Nuevo producto de la inagotable factoría Jerry Bruckheimer Television, "TODA LA VERDAD" ("The whole truth", en emisión en AXN y La Sexta) es la enésima serie televisiva sobre abogados ultra-competitivos que viven sólo para su profesión y se dejan el pellejo en la defensa de su cliente (papel que corresponde a Rob Morrow, que interpreta a Jimmy Brogan, un abogado defensor de éxito y pasado de vueltas) o en el empeño de meter al presunto culpable entre rejas (la fiscal Kathryn Peale, interpretada por Naura Tierney). La novedad de este procedimental ("palabro" este que define a una serie cuyos episodios se caracterizan por ser autoconclusivos e independientes y por compartir una estructura argumental idéntica) es que se nos muestra a las dos partes (fiscalía y defensa) en pie de igualdad, sin que el guionista se decante por uno o por otro, y sólo al final del episodio, tras la sentencia judicial, llegamos a saber dónde se escondía realmente la verdad.

El resultado es interesante y entretenido, pero está lastrado por la estructura argumental de la serie, cuyos capítulos son meras fotocopias unos de otros.

No parece haber en este "procedimental extremo" el más pequeño resquicio para conocer algo de la vida privada de los protagonistas (si es que la tienen), que en ocasiones parecen más dos adictos al trabajo que defensores de la justicia. No hay ni un atisbo de humanidad en el comportamiento de la fiscal o del defensor, ni la más mínima empatía con sus clientes, que dan la impresión de ser parte del decorado. Sólo algunas frases chispeantes del abogado Brogan rompen de vez en cuando el estrecho corsé de la serie.

Podemos resumir diciendo que esta serie es como las novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía: visto un episodio, vistos todos. No debe extrañar por ello que el público norteamericano no la recibiese con excesivo entusiasmo y que ello llevase a la ABC a suspender su emisión tras sólo cuatro episodios en octubre de 2010. Supongo que aquí veremos también los otros siete ya grabados y no emitidos en EEUU.

Me encanta ver como los más fanáticos "pixarianos" que abundan en este y otros foros se echan a temblar ante cualquier producto animado de calidad que no vaya precedido por el famoso flexo y tratan de exorcizarlo con el latiguillo de "(...) no llega al nivel de Pixar". Bueno, a Pixar le cabe el honor de haber revolucionado el género del cine animado con su dominio de la animación por ordenador y con guiones originales de gran éxito, pero no es Dios y ha sido capaz de hacer películas magníficas ("UP", "Toy Story 3"), otras no tan buenas pero entretenidas ("Monsters", "Wall E") y por supuesto auténticos tostones ("Cars"). Y claro, las demás compañías no se van a quedar de brazos cruzados y menos los estudios de animación de Disney, que para eso fue el "patrón" de Pixar duante una buena temporada.

Vista ahora en la distancia, pues esta película se estrenó hace ya 3 años, no me cabe duda de que "BOLT" será recordada como el punto de partida de la nueva Disney animada. "BOLT" lleva la firma de Byron P. Howard, que más tarde co-dirigiría la magnífica "Enredados" (2010), y en ambas producciones vemos la misma obsesión por el detalle, el dominio de las secuencias de acción y una extraordinaria habilidad para, partiendo de un guión simple y bastante manoseado (las aventuras de un perro que busca a su dueña), hilvanar una historia ágil y entretenida que en ningún momento decae ni aburre.

Las escenas iniciales de "BOLT", repletas de acción en unos entornos urbanos recreados con precisión al punto de que a veces cuesta creer que estamos ante una película de animación, son magníficas, de lo mejorcito que se ha hecho en el género junto a la primera media hora de "Wall E". Muy buenas también son las recreaciones de otros entornos como las secuencias rurales o el parque de caravanas, cuyos niveles de detalle y realismo sólo serán superados más tarde en "Enredados". El propio perro Bolt es encantador y muy simpático, y el elenco "humano" tampoco está mal, aunque es mucho más plano.

En resumen, una estupenda película para pasar un rato agradable con los peques y todo un aviso de lo que la nueva Disney tiene que ofrecer.

¿Cómo alguien puede considerar a este truño una "película de culto"? ¿Qué clase de distorsionado criterio tienen los críticos que tanto la han alabado y que dicen que es "ciencia ficción de la buena"? ¡¡Pero si es soporífera!! Y el guión y los diálogos no tienen ni pies ni cabeza. ¿Esta es la gran triunfadora de Sitges y Sundance? Pues entonces vivan los Oscars.

De entrada, el argumento no hay por dónde cogerlo. Que el tema va de clones está claro desde el mismo momento en que ves el trailer, pero eso es lo de menos. Cabría preguntarse qué carajo pinta un humano en una instalación minera de Helio 3 que a lo que se ve es totalmente automática (por cierto, qué exageración las vistas desde la órbita de la Luna en la que se ven las zonas de extracción como si fueran campos cultivados) y en la que lo único que tiene que hacer es alguna chapuza de vez en cuando y preparar el lanzamiento de los contenedores de Helio 3 a la Tierra (cosa que puede hacer perfectamente el robot Gertry, como se ve en un par de escenas). El resto del tiempo lo dedica a hacer maquetas, comer, beber, ver la tele y mandar videos a su familia.

Y si no es necesaria la supervisión humana ¿para qué quieren clones? ¿Y por qué sólo duran 3 años? Todo resulta absurdo, como absurdos son los diálogos de besugos que mantienen los dos clones al poco de "encontrarse". Se supone que el comportamiento de ambos elementos es fruto de "shock" pero a mí más bien me parece consecuencia de un guión de parvulario.

Y eso por no hablar de desatinos como el hecho de que en un mundo sin atmósfera pueda oírse el ruido de las plantas extractoras, que el protagonista no acceda a los rovers desde una exclusa que los conecte con la base y que tengan compuertas más propias de un carguero panameño de que un vehículo lunar, esa gravedad lunar que sólo se manifiesta en el exterior, esa estética de los 80 en la base que parece sacada de "2010 Odisea Dos" o el descarado plagio de la gran "Atmósfera cero" (Peter Hyams, 1981) en la "cuenta atrás" para la llegada del "equipo de limpieza".

Vamos, que no hay por dónde cogerla. Decepcionante.

Mira que habré visto películas malas o sin pies ni cabeza a lo largo de mi vida, pero "LA SEÑAL" ha marcado con mucho la diferencia. Hacía años que no veía una película de supuesta ciencia-ficción tan absurda, tan estúpida y tan mala.

"LA SEÑAL" no tiene ni pies ni cabeza. Da la impresión de que todo el "argumento" está improvisado, de que pusieron las cámaras a rodar partiendo de una idea genérica y que -en un alarde de creatividad- dejaron que los actores hiciesen y dijesen lo primero que les pasase por la cabeza. Claro que también puede ser que William Eubank (el director y guionista principal) sea un puto genio despistado que se dejó olvidado el guión en su casa por culpa de una noche de farra y claro, al día siguiente tuviera que ponerse a filmar de cualquier manera, con una resaca de tres pares de cojones y tratando de recordar de qué coño iba la cosa. Otra posibilidad de que tanto él como los coguionistas Carlyle Eubank, David Frigerio sean adictos a todo tipo de sustancias estupefacientes y que bajo sus efectos pariesen un "anti-guión" que, como la antimateria, al entrar en contacto con el celuloide se autodestruyese y que el resultado de ese "Big-Bang" creativo sea esta gilipollez cinematográfica.

"LA SEÑAL" empieza con aires de película barata de adolescentes con traumas vitales que deriva enseguida en aventura de hackers adobada con un par de gotas de "road-movie" y algo de esencia de "El proyecto de la bruja de Blair". Esta parte no es que sea mala, sino simplemente aburrida. Son casi veinte minutos de sopor hasta que por fin los protas llegan al lugar del que parte la "señal", se llevan un susto morrocotudo y... uno de ellos se despierta en un sitio raro, raro lleno de gente rara, rara embutida en trajes aislantes raros, raros y que se comporta de forma más rara, rara todavía.

Y, a partir de ahí, el desmadre más absoluto: una mezcla de elementos de "The Cube", "Matrix", "El piso 13", "Expediente X", "La amenaza de Andrómeda" y "The Flash", todos ellos metidos en una batidora y soltados de cualquier manera, sin orden ni concierto.

En fin, no voy a contar el absurdo final, pero en los últimos minutos el nivel de delirio alcanza cotas difícilmente superables. No das crédito a lo que estás viendo y por tu mente pasa una sola pregunta: "¿Pero qué coño es ésto?".

Después, te encoges de hombros, apagas la tele (por fortuna, la película ya está disponible en la red y no tienes que tirarte de los pelos por haber malgastado 9 euros en ella en un cine) y te vas a la cama.

Le he puesto un 1 por las escenas del laboratorio. Pero si por mí fuera le pondría un -10.