Mi opinión personal es que le otorgo mérito a esta cinta porque es sincera, no cae en la pretenciosidad, presenta el problema sin moralinas ni buscando la lágrima fácil, es emotiva. La elogio en este sentido. Ahora bien, a mí de forma inexplicable por más que lo pienso y me doy razones para ello ante sus buenas críticas, no me transmite en general un sentimiento como el cabría esperar de un caso como el que presenta. Ya entiendo que el maltratador está en un grado de intentar aceptar y superar el problema pero ni así, y le hecho la culpa a Tosar, al que considero por otra parte un buen actor.
Si escribo esto es por si acaso le pasa a alguien lo que a mí en un futuro visionado, para que le sirva si la va a ver con muchas esperanzas, para que no se desmorone al caerse de la burra.

Pretenciosa, idealista, trillado mensaje cristiano... pero joder, qué bonita es.

Película honesta y más inteligente que cualquiera de las del estilo, actualmente, respecto al periodo y figura que ocupa. Y por ello la valoro bastante. Me entretenga más o menos que otras. Es un intento sincero de tratar la figura de Alejandro Magno, con las fuentes históricas, sobretodo Plutarco a mano.
Inconvenientes desde mi punto de vista: demasiado larga, se queda algo corta a la hora de diseccionar la figura histórica psicológicamente, en cambio la relación con la madre y el padre está bien, pero es un digno intento en una tarea bastante difícil, y a Farrell le hace falta una pizca para estar al nivel adecuado.
Al que le gusten las batallas, lástima, que recuerde ahora sólo aparecen dos, pero la de Gaugamela es espectacular, se sale del estilo de Riddley Scott, para tomar planos aéreos majestuosos y mostrar la estrategia histórica de la batalla.
Recomiendo como lectura a Mary Renault, la historia novelada, por si a alguien le interesa.

Este película chocará en tu retina seguro. Te va a parecer interesante o te va a asquear. Con estas premisa tú verás lo que te atrae ese riesgo, pero lo bueno es advertir.
Desde mi punto de vista, y sin entrar a valorar la pretenciosidad del director y su Manifiesto Dogma que cargarían de prejuicios mi opinión, aquí cumple su función, me parece que es la realidad, los actores hacen el idiota de miedo, y considero que el mensaje de la película es inteligente y muy poco hipócrita, lo que agradezco. Las formas y hazañas de presentarlo son discutibles, pero cumplen su función. Es algo que ya me ha pasado con otras películas de este director. Golpea en tus puntos débiles, lo que te ayuda a aceptarlo. Ale, vosotros sabréis.

Ya he comentado en otra crítica que a mi parecer las comedias de los Coen no lo son tanto en el sentido de que ellos no intentan realmente hacer reír, sino jugar a su manera (haciéndoles la vida imposible) con sus personajes (muy particulares), lo cual tiene su gracia.
Bueno, pues en esta ocasión noto que sí lo intentan, y la pifian un poco. No olvidemos que la predecesora es su más comercial película, por tanto menos particular, como me gusta decir, de los hermanos, y puede que se hayan aposentado un poco de la comodidad de la corriente principal. Los personajes están excesivamente caricaturizados, la mayoría pecan de planos, y algo poco usual en sus películas, tiene un largo bajón.
A favor: la original revisión del lugar y de los personajes de la película original, y lo que ya he dicho en otra ocasión: que filman muy bien.