"Ya no se hace cine familiar" decía Flipy en una entrevista durante la promoción. "Y yo he hecho una película que pueden disfrutar todos los miembros de la familia" añadió. La primera afirmación es cierta: al menos en España no hay muchas películas de ese estilo. La segunda afirmación es tan rotundamente falsa que no sólo no se la recomendaría a ningún miembro de mi familia, sino que no creo que la disfrutara ni mi mascota.
Aunque el elenco prometía, la ejecución del guion deja mucho que desear. Y si el guion cojea ya no hay nada que pueda salvar un filme. Los personajes no son planos, son directamente incomprensibles: aleatorios, caprichosos en sus decisiones e irregulares en su conducta. Y los guionistas cometen el error de pensar que un niño de 2010 ha vivido la misma infancia ochentera que vivieron ellos: Los Vigilantes de la Playa, David Hasselhoff... Piensan que todas las infancias se han vivido en los 80, que las generaciones posteriores han seguido bebiendo de las mismas fuentes y no es así.
Sólo se salvan un par de momentos muy fugaces que me arrancaron una risilla.

Tropic thunder es una película que se puede disfrutar a distintos niveles. Un elenco de lujo para una gamberrada. A ratos es comedia americana, a ratos parodia de las cintas bélicas, en un par de momentos puede que el humor pierda nivel y se haga más insulsa, pero se compensa con otros en los que Ben Stiller (escritor, director y protagonista) toca una fibra que no te esperabas. Metacine, autoparodia y pedos que arropan a tres o cuatro gags no muy correctos (políticamente hablando). Me ha gustado bastante.

Película de tesis que defiende el ecologismo e intenta alertarnos acerca de los peligros de la naturaleza humana. Más fantástica que fantacientífica, domina la ambientación y el contexto, pero falla creando personajes y situaciones verdaderamente interesantes. En su favor diré que puede que haya envejecido mal, y que hubiera tenido más encanto (y sentido) cuando se estrenó allá por 1984.

"Annie Hall" está contada con una técnica y un lenguaje que más recuerdan a series de la primera década del siglo XXI que a otras películas (que yo haya visto) de los 70. Seguramente Woody Allen haya influido de una manera u otra en perlas actuales como "Malcolm", "Cómo conocí a vuestra madre" o "Scrubs". La narración está repleta de golpes divertidos, pero la historia de amor es tan real que conmueve.

Carnivàle trata las historias de varios personajes completamente estrafalarios que trabajan en un circo ambulante que vaga por la Norteamérica de la Gran Depresión. Angustiosa, extraña, onírica e inquietantemente misteriosa, Carnivàle mantiene la intriga durante todos los capítulos, en los que se va profundizando en los personajes y se van desvelando los misterios que los rodean. El final es un poco precipitado y no termina de zanjar todas las tramas que se habían abierto, aunque sí las más importantes.