La película no pertenece en absoluto al género de terror. Es un dramón insufrible, a ratos psicodélico y en conjunto, un muy digno ladrillo de sobremesa del sábado en Antena 3.

La totalidad de la trama carece de una estructura definida y tan siquiera de un guión. Los hechos se suceden uno tras otro sin ningún tipo de lógica, como si los actores estuviesen improvisando cada uno por su cuenta sin saber lo que está haciendo el otro.

Los personajes cambian de blanco a negro de una escena a la siguiente. El bueno es malo y a los 5 minutos es bueno pero me vuelvo a enfadar y me pongo a disparar pero luego me arrepiento y tiro el arma y ataco al que la acaba de coger y se la arrebato pero me sabe mal haberle hecho daño... y así todo el rato.

El argumento y el desarrollo lógico de sucesos sencillamente no existe. Pero es algo que se intuye desde los primeros 5 minutos de película así que al final no resulta una decepción. Si ves la película ya sabes que va a ser una chorrada sin sentido.

Uno espera, en última instancia, que se nos revele un personaje o un hecho atroz y sorprendente en algún momento. O que algún personaje o alimaña haga algo que precipite los acontecimientos pero no, en toda la película no pasa absolutamente nada.

Película ideal para no ser vista.

Le doy un 5 a esta peli por la coña con los paletos y sobretodo por una escena memorable (Ver spoiler)

Es una película insulsa y desarticulada desde el primer segundo. Los dos protagonistas son tan odiosos y rematadamente estúpidos que te solidarizas con cualquiera de los monstruitos y villanos de la película a la espera de que infrinjan a estos dos memos su más que merecido castigo. De verdad, cuando aparece el perro de plastilina ya deseas que despedace a la niñata subnormal y egocéntrica. Ese rollo de adolescente rebotada y cabreada con todos porque nadie "me comprende" da repelús.
El protagonista masculino, si se le puede llamar así a esa nenaza teñida es carnaza para el cuarto oscuro de un lúgubre local de transformistas. Tiene el cuerpo de un enfermo terminal de CÁNCER lleno de tatuajes de talego y una tez cadavérica con ojos demasiado separados. El que hizo el casting debía ser su padre o un sapo.

No he leído los libros pero no me hace falta para detectar un plagio descarado de Harry Potter (la guarida de los buenos es Howards), Crepúsculo (mismo argumento punto por punto con hombres lobos, vampiros y una adolescente retrasada, extremadamente insegura, torpe y superficial), Underworld (vampiros, hombres lobo y látex por un tubo), Blade (Látex, vampiros y espadas + spoiler), Matrix (El oráculo), Spiderman (ver spoiler)...

Las dos horas largas de película se suceden a un ritmo rápido y extremadamente confuso en el que se da un valor nulo al argumento general o al desarrollo de los personajes y se dedican todos los esfuerzos en retratar la obsesión pueril y lamentable de la niñata por el rubio teñido y viceversa.

De fondo se suceden unos pocos personajes que probablemente en los libros estén desarrollados pero que en esta película infecta no, pero da igual porque lo único importante es la maldita historia de como los amantes de Teruel (tonta ella y tonto él) se pasan el día mirándose a los ojos, dibujándose (Ah sí, plagio de Titanic también) y mierdas así.

No es una peli de acción en realidad, porque cualquier escena de acción sabes que desembocará en como él le salva la vida a ella...otra vez!

Los villanos son del nivel Disney Channel, incluso suscitan cierta simpatía. Los monstruos y demonios están mal hechos y no representan más de diez minutos de peli. Se le dedican probablemente más de 20 minutos a enfocar los tatuajes del rubio y sus 45 Kg de hueso y piel. Uno no sabe si está viendo un documental sobre la anorexia masculina o un vídeo de Intermón Oxfam.

Cagada estrepitosa la de datar dinosaurios extintos hace 65 millones de año por el método del Carbono 14 cuando éste no sirve para datar nada más allá de 45.000 - 60.000 años.

Por lo demás la película es idéntica a las anteriores pero muy vistosa y entretenida.

Hacer películas de casi tres horas debería estar prohibido.

Esta es una película refrescante en un tipo de películas sobre explotado por directores, actores y especialmente guionistas nefastos. Sin embargo, El exorcismo de Emily Rose rompe el molde al presentar un argumento típico del género desde una óptica judicial, aportando los argumentos científicos y religiosos que podrían llegar a explicar un caso que, en cualquier otra película nos venderían a ciencia cierta como una posesión demoníaca.

Sobra, tal vez, lo del fiscal religioso y cerradamente incrédulo y la abogada ambiciosa y descreída que se tiene que replantear sus (no) creencias. Estos dos personajes rebajan, no tanto por su limitada capacidad interpretativa como por ser topicazos, el nivel de este magnífico título.