De lo último que Woody Allen ha dirigido, esto es de lo mejor. Es una gran película, porque no pretende ser una gran obra filosófica, pero lo consigue y porque sorprende y te atrapa. Johansson está que se sale y los demás también destacan. El argumento es genial y el final, aún más.
Una gran oda al azar y a lo que puede o no puede pasar en la vida. Muy bien ejecutada y muy buena idea. Las comparaciones que se realizan son magnéticas. Muy buena.

Una película con alma, que te llega al corazón. Realmente, esto es la adolescencia. Se muestra el concepto tal cual es. Chicos, la vida es dura y la adolescencia más. El protagonista es un chico solitario que busca un grupo de amigos para sentirse algo en el mundo. Te identificas con él desde el primer momento en que aparece en pantalla y te da ternura. Los amigos del protagonista (Miller y Watson) están perfectos, sobretodo, Miller, el chico de "Tenemos que hablar de Kevin" se muestra más simpático y divertido que nunca. Los demás amigos también son imprescindibles en el reparto.
Es una oda a la amistad y la adolescencia, pero también un cuento crudo y serio. Recomiendo que sea vista sí o sí. De lo mejor para adolescentes.

Le doy 6 puntos sin guiarme por el final. Si incluyo el final en la votación, le daría bastante menos. Pero no lo haré. Voy a valorar la intriga que me causó y lo expectante que me mantuvo durante casi toda la película. No entendía nada a los 10 minutos. Quería obtener respuestas, al igual que los protagonistas. Eso sí, una vez descubres esas respuestas... no sabes qué pensar. Un final un tanto absurdo y casi gracioso. Podría haber resultado más interesante si no hubiese tenido un final de esa talla.

Si creía que el cine animado se iba a pique, vino Francia y me demostró lo contrario. Aunque "Ballerina" nunca será un "Up", un "La bella y la bestia" o un "Aladdín", es buena, las cosas como son. Quizás pueda pecar de topicona, pero aún así, es digna de ver y no solo para niños, sino que la recomendaría más bien a los más creciditos.
Eso sí, contad con el toque dulzón de los sueños se hacen realidad que caracteriza a todas estas películas.

Ya viendo el reparto, el sacrilegio está servido. Si Amaia Salamanca era mala actriz, aquí vuelve a demostrar sus escasos dotes interpretativos, acompañada por otros igual que ella como Luis Fernández o Úrsula Corberó. Realmente insoportables todos. De hecho, creo que esta película solamente se hizo para dar trabajo a actores así. Tenían que comer supongo. El problema reside en que muchos más actores tienen que comer y si ya el argumento es malo, las interpretaciones son terroríficas... y no en el buen sentido, ya que la película no tiene ni un momento terrorífico.
Ni para pasar miedo ni para pasar un buen rato.