Pero primero hay que saber cómo. El guión es muy simple pero quizá por eso es una película que se puede ver una, dos, tres, todas las veces que la emitan. Nunca dejas de sonreir con las torpezas en el lago intentando pescar algo que no sea un resfriado y un enredo del sedal de Rock Hudson.

Muy curioso el bar giratorio.

Hombre, si no fuera porque es un remake de un clásico, al que han estropeado un poco, y que Dennis Quaid luce musculitos y sonrisa 'profidén' cada vez que la cámara lo enchufa, la peli es pasable. No es lo mejor en cine de entretenimiento pero se deja ver. Las escenas de efectos especiales 'tormentosos' están bien logradas. Pero da la sensación de que el director se ha dejado algunas líneas de guión en el tintero al rodar, porque algunos personajes parece estar de adorno. A veces la chatarra del avión mete más ruido que ellos.

Interesante y muy triste biografía de una autora inglesa cuyo trabajo eran las palabras, y que, por culpa de una atroz enfermedad, las fue perdiendo todas sin poder remediarlo. Magnífica Judi Dench.

Sin duda el Oscar al actor que encarna al escritor maldito está merecido. Pero el resto está algo sobrevalorado. Me esperaba una historia más emocionante, con personajes vivos que participasen en ella. Pero lo que vi fue monótono, aburrido, sin color, muchos personajes parecía que pasaban por allí sin venir a cuento. El personaje de Harper Lee, la escritora de 'Matar a un Ruiseñor' está casi cogido con alfileres.

Y al final Capote se queda solo frente a la historia, que -por más vueltas y viajes que se hicieran en la vida real- el director no ha sabido o no ha podido plasmarlos de modo que atraigan al espectador.

Y gran pareja protagonista: guapos, elegantes y buenos actuando. Estupendo guión que te deja con la sonrisa, y alguna carcajada, hasta el final.